5 maneras de enseñar a tus hijos a ser inteligentes emocionalmente y afrontar los tiempos difíciles

Todos los padres quieren criar niños resistentes, seguros de sí mismos y socialmente inteligentes. Y más en este tiempo complejo en el que las situaciones difíciles parecen haberse vuelto más comunes que nunca.

Lograrlo pasa por algo aparentemente tan sencillo como brindarles tranquilidad desde una edad temprana.

Así lo ve Roni Cohen-Sandler, psicóloga clínica, autora y ponente especializada en el desarrollo adolescente. Sus artículos y colaboraciones han aparecido en The New York Times, Teen Vogue o CNBC entre otros medios. Precisamente en esta cadena estadounidense ha revelado las 5 estrategias que siguen los padres que logran criar hijos seguros y socialmente inteligentes.

"Los niños, especialmente los adolescentes y los preadolescentes, a veces necesitan que se les confirme que lo que están pensando y sintiendo es normal y está bien", escribe.

Lo que  se conoce como validación emocional, una de las herramientas de crianza más poderosas según Cohen-Sandler, que sin embargo, "a menudo se deja fuera" en las pautas sobre comportamiento adoptadas por los padres.

Cómo crear vínculos sanos con todos tus hijos a pesar de que tengas un favorito

Validar los sentimientos de su hijo no significa necesariamente que apruebes o estés de acuerdo con lo que hace y las decisiones que toma. Más bien trata de hacerle ver que los escuchas, comprendes y aceptas. 

"Esto puede ayudar a enseñarles a etiquetar efectivamente sus propias emociones y estar más en sintonía con su entorno social, aumentando así la inteligencia emocional", asegura la especialista.

A continuación todo lo que puedes hacer como padre o madre para lograrlo.

Normaliza experiencias y emociones

En las relaciones duraderas, las personas inevitablemente decepcionan, irritan o se equivocan de vez en cuando, recuerda la psicóloga. Ayudar a los niños a entender esto les permitirá aprender a gestionar emociones y conflictos.

"Si tu hijo es receptivo, cuéntale sobre angustias sociales similares que su hermana, prima o tú sufriste a su edad. Estas historias son evidencia irrefutable de que no están solos y no deben sentirse avergonzados", aconseja Cohen-Sandler.

Lo que se busca es normalizar emociones. Al ver que las reacciones emocionales son habituales y que otras personas pueden sentirse de manera similar en algún momento hará que los niños sean más proclives a hablar de lo que les pasa. Y con ello a ser seguros de sí mismos.

Empieza a conocer el poder de los abrazos

Varios estudios han encontrado beneficios del contacto interpersonal. Por ejemplo, ser abrazado puede bajar la presión arterial e infundir una sensación de cuidado y seguridad.

Por lo que a menos que tu hijo tenga un problema con ser tocado, el contacto física puede ser una herramienta más efectiva que cualquier discurso."Digamos que tu hijo se siente molesto por algo. Antes de decir una sola palabra, es posible que quieras frotar su espalda, darle un abrazo o coger su mano'", indica la psicóloga.

Además, añade, no tener una conversación de inmediato también le da a tu hijo tiempo para prepararse para hablar sobre aquello que le angustia.

Enseña que, en cuestión de amigos, la calidad supera a la cantidad

A ciertas edades todavía no se ha comprendido que la autoestima no se mide por la popularidad o la cantidad de amigos que se tienen.

Sin embargo, algo que ayuda a criar hijos resilentes y felices es ahondar en la idea de que en realidad necesitan "no necesita cientos de amigos, ya sea en las redes sociales o en la vida real". Unos pocos serán suficientes, siempre que sean leales, dignos de confianza y comprensivos, indica la especialista.

Las investigaciones demuestran que, una amistad fuerte y saludable, ya influye tanto en el desempeño escolar como en el bienestar psicológico.

Enfócate en lo positivo

A menudo los niños se obsesionan con un desaire o decepción experimentada en su entorno social. Lo que en palabras de la psicóloga se vuelve "más grande y apremiante que todos los aspectos positivos de sus vidas".

Una buena estrategia de crianza para encarar los malos momentos será empatizar con la angustia de tu hijo mientras tratas de centrar su atención en "sus triunfos y placeres más recientes". 

Esto permitirá obtener una imagen más grande y brillante de su vida.

Da esperanzas

La mejor manera de afrontar un momento difícil es saber que pasará. 

Por lo que si tu hijo está pasando por una situación complicada la psicóloga anima a afrontarlo desde la esperanza. "Hazle entender que durará para siempre, que las cosas irán a mejor", sugiere.

La manera de hacerlo con información inspiradora, consejos y experiencias propias alentadores de cómo poder enfocarlo para poder gestionar lo que les angustia de manera más efectiva.

"Por ejemplo, recuérdale que cambiar las cosas lleva tiempo. Pero por ahora, lo que pueden controlar es cómo actúan en situaciones socialmente desafiantes".