10 cosas injustas e ilegales que no puede ordenarte tu jefe (y que estás en tu derecho de defenderte)

Si normalmente solo has tenido buenos jefes, líderes y superiores en el ámbito laboral, es difícil darte cuenta de cuándo el mal jefe de turno decide cometer ilegalidades en el trabajo.

El otro extremo es incluso peor. Si siempre has tenido jefes egoístas, más dignos de ser villanos de una película de James Bond, entonces es posible que no sepas cómo negarte a según qué peticiones, o consideres normal ciertas injusticias.

Para echarte una mano al respecto, e informarte sobre qué se te puede ordenar legalmente y qué no en tu puesto de trabajo, aquí tienes 10 peticiones o situaciones impuestas por tu superior a la que debes decir "No" tajantemente.

Una vez hayas identificado una situación injusta, hostil o ilegal, antes de nada infórmate debidamente para asegurarte que tienes la justicia de tu lado.

Una vez tengas este paso confirmado, antes de actuar consulta con tu asesor laboral o tu representante de Recursos Humanos. Es mejor ser profesional hasta el final que intentar usar la hostilidad para acabar con otra hostilidad normalmente no es buena idea.

1. Prohibirte hablar sobre tu salario con el resto de compañeros de trabajo

Quizás a tu jefe no le hace gracia que reveles a tus compañeros de trabajo cuánto cobras al mes, pero no hay ninguna ley que prohíba hacerlo. Tampoco te pueden despedir por ello. Es más: es importante debatir sobre estos temas para evitar brechas salariales de género, por ejemplo. Si no se ponen las cartas sobre la mesa, es difícil encontrar soluciones.

Atención por eso: sí que te pueden despedir por romper una cláusula de confidencialidad que hayas firmado al empezar a trabajar. Seguramente dentro de dicha cláusula hay información que no debes compartir y que está relacionada con la estrategia de la empresa: clientes, herramientas informáticas, procedimientos, sistemas organizativos...

2. No pagarte las horas extras (u obligarte a exceder la cifra anual máxima)

Tal y como explica el blog Oficina Empleo, las horas extras es uno de los temas más peliagudos en el mundo laboral actual. No obstante, es importante defenderse como trabajador y saber decir que "No" cuando no se cumplan ciertas condiciones.

Para empezar, todas las horas extras generadas deben retribuirse ya sea con dinero o con días libres (u horas de descanso). La retribución debe aplicarse dentro de los 4 meses siguientes a la realización de dichas horas extras. Si es dinero, debe reflejar en la nómina y no puede ser inferior a una hora de trabajo normal. Finalmente, el máximo de horas extras es de 80 por año.

3. Discriminar (a ti u a otros compañeros de trabajo)

El artículo 314 del Código Penal protege a los trabajadores de todo tipo de discriminación "por razón de su ideología, religión, o creencias, su situación familiar, su pertenencia a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, edad, orientación o identidad sexual, o de género, razones de género, de aporofobia o de exclusión social...".

Eso significa que ninguno de estos motivos debe convertirse en el pilar que sustente cualquier tipo de decisión empresarial, desde el mismo momento de la contratación pasando por posible promociones o ascensos, así como despidos.

4. Tratarte como asalariado cuando en realidad eres un profesional autónomo

Desde hace unos años, la Inspección de Trabajo se ha esmerado más en detectar y disminuir el número de falsos autónomos. Estos son trabajadores que se ven obligados por la empresa de turno a darse de alta como autónomo, pero, en lugar de ser tratados como tal, cumplen casi todas las condiciones y características de empleados asalariados.

El principal motivo detrás de este tejemaneje ilegal es el ahorro de los costes sociales por parte de la empresa. A grandes rasgos, un profesional realmente autónomo dispone de su propio material y medios de producción y elige la retribución por sus servicios; si eres legalmente autónomo, pero la empresa te ofrece su material o impone tu salario, seguramente eres falso autónomo.

5. Sancionarte o despedirte por tu comportamiento civil en redes sociales

Tu jefe no puede despedirte, regañarte o amonestarte por una publicación tuya en Facebook que no le haya gustado porque no comparte tu opinión. La gran excepción, tal y como apunta Ayce Labor Tax, es si tu publicación u opinión atenta objetivamente contra el orden público (por ejemplo, con comentarios racistas, fascistas, con llamamientos que inciten la violencia...).

¿Y te pueden despedir o sancionar por criticar a tu empresa públicamente en redes sociales? Si tu publicación incluye información veraz y libre de expresiones insultantes u ofensivos, será difícil que te despidan porque sería un caso de libertad de expresión. Pero si eres insultante, degradante o difamas opiniones en forma de verdades, sí existe la posibilidad de que te metas en problemas.

6. Hacer la vista gorda ante cualquier comportamiento hostil o de acoso

Tal y como apunta el portal Abogado.com, el empleador es responsable de proteger los derechos legales de sus empleados en el lugar de trabajo. Eso significa que debe preservar la seguridad y cortar de raíz cualquier comportamiento hostil, discriminatorio y/o relacionado con el acoso sexual.

Si, por desgracia, has sido víctima de un comportamiento de este tipo, acudes a tu jefe, y este directa o indirectamente quiere que olvides el tema, o permanece impasible, su conducta es condenable. Seguramente deberías elevar la queja a tu punto de contacto de Recursos Humanos o al responsable directo de tu empleador.

7. Realizar preguntas ilegales durante la entrevista de trabajo

Las ilegalidades pueden comenzar incluso antes de que seas contratado por la empresa. Una entrevista de trabajo debe realizarse a partir de preguntas objetivas y neutras que tengan como objetivo descubrir tu perfil profesional, tus habilidades, aptitudes y actitudes... así que todo lo que tenga que ver con el ámbito personal se corresponde a una práctica ilegal.

Si un entrevistador empieza a preguntarte por si estás en una relación, si piensas ser padre/madre o sobre cuál es tu creencia religiosa, recuérdale el artículo 14 de la Constitución Española: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición personal o social".

8. Obligarte a firmar un pacto de no competencia legalmente nulo

Los pactos de no competencia no son ilegales per se. Sirven para preservar los conocimientos, habilidades o métodos de trabajo que llevaron al éxito a una empresa o entidad. Su objetivo es que, cuando un trabajador acabe su actividad laboral en dicha empresa, no pueda trabajar durante un tiempo en un puesto similar. Así su experiencia no perjudicará o beneficiará a los rivales. 

Ahora bien, para que un pacto de no competencia sea válido, la empresa debe demostrar que su actividad realmente puede verse perjudicada si el trabajador difunde información estratégica importante. Dicho pacto no podrá prolongarse más de lo que haya durado el contrato. Finalmente, ya que el trabajador se compromete a no trabajar por un tiempo, la empresa debe compensarle económicamente.

9. Pagarte menos que el Salario Mínimo Interprofesional

Si trabajas a jornada completa, tu salario bruto anual no puede ser menor al Salario Mínimo Interprofesional anual. Al referirse al salario bruto, no se tiene en cuenta las retenciones del IRPF, las cuotas de la Seguridad Social u otros conceptos, tal y como apunta el blog Oney.

Por lo tanto, estás en tu derecho de denunciar cualquier condición salarial por debajo al SMI. Atención: no te creas excusas que te den sobre que te han reducido el sueldo, pero que te lo van a compensar pagándote transportes o comidas. Este tipo de compensaciones no cuentan para calcular tu salario bruto anual. Son añadidos, ventajas, pero nada más.

10. Bajarte el sueldo sin aviso previo

Seguramente no te hará gracia saber que una reducción del salario, individual o colectivo, es legal siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas por el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores. La gran excepción que debes tener en cuenta es si no se ha cumplido una notificación al respecto. 

Tu empleador está legalmente obligado a notificarte sobre esta reducción de sueldo al menos 15 días antes de su efectividad (hay excepciones, pero dependen del convenio en cuestión). La comunicación explicativa por desgracia no es necesaria, pero si de repente ves que tu salario ha bajado, y no sabías nada al respecto, estás en tu derecho de reclamar.