Almussafes, ante 10 días clave para su supervivencia: o hay acuerdo entre Ford y los sindicatos, o se cierra la fábrica

Carles Huguet,
Planta de Ford en Almussafes (Valencia).
Planta de Ford en Almussafes (Valencia).

Reuters.

  • Con la producción en mínimos de la década y sin aparentes proyectos para los fondos europeos, el futuro de la compañía en Valencia está rodeada de incertidumbres. 
  • Sobre la mesa: qué hacer con la subida salarial prevista en el convenio colectivo y la reducción de los días de vacaciones que actualmente disfrutan los trabajadores.
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La dirección de Ford Almussafes (Valencia) y el comité de empresa se vieron las caras este lunes para iniciar la recta final de unas negociaciones que deben llevar a la fábrica valenciana a competir por la adjudicación de dos modelos que garanticen su supervivencia más allá de 2025. 

Sobre la mesa: qué hacer con la subida salarial prevista en el convenio colectivo y la reducción de los días de vacaciones que actualmente disfrutan los trabajadores.

Con la producción en mínimos de la década y sin aparentes proyectos para los fondos europeos Next Generation EU, el futuro de la compañía en Valencia está rodeada de incertidumbres. La empresa estadounidense solo producirá vehículos eléctricos a partir de 2025. 

Y el centro español compite con el de Saarlouis (Alemania) para ensamblarlos. Por ello, la cúpula de la empresa en España hace meses que pide “recortes” para presentar un plan de competitividad a los servicios centrales de (Estados Unidos).

La fecha límite para tener definidas las nuevas condiciones es el 27 de enero. Apenas existen 10 días de margen tras la reunión mantenida este lunes a las 15.00 horas.

El fabricante ya dio algunas pistas de sus exigencias. Entre sus premisas iniciales estaba el adiós a la subida salarial prevista en el convenio colectivo. El texto contemplaba un incremento equivalente al IPC real +0,5 puntos con carácter retroactivo a enero de 2021. 

Con la inflación existente, el aumento rondaría el 7% además de una paga que rondaría los 2.000 euros para un sueldo de 30.000 euros.

Cuando se firmó el texto, Ford no esperaba una inflación tan alta, lo que le implicaría una subida de los costes por encima de lo que pretendía. “No es una rebaja de sueldo, pero tal y como están subiendo los precios es como si lo fuera”, explican fuentes sindicales.

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En un comunicado, UGT –el sindicato mayoritario– se reafirmó en su exigencia del incremento salarial tras haber realizado una consulta a la plantilla la pasada semana. Según explicó la organización, la empresa estaría ahora más abierta a realizar el desembolso de lo que parecía a comienzos de mes.

Las conversaciones se retomarán el miércoles

Más allá de congelar las nóminas, la dirección local también propuso un recorte de hasta cinco días de vacaciones para ganar competitividad frente a los trabajadores de Saarlouis. Ampliar la jornada anual de trabajo fue el punto en el que más incidió la dirección local en el encuentro de este lunes.

Las conversaciones se retomarán el miércoles. Un sprint final tras meses de advertencias de la dirección y el miedo del sector, que teme que la planta de Ford en Almussafes siga los mismos pasos que la de Nissan en Barcelona.

Sin firma si no hay plan de futuro

A pesar de que el comité de empresa está por la labor de negociar un acuerdo de flexibilidad en el centro, asegura que no lo firmará si las rebajas no van de la mano de un plan de futuro para el centro valenciano. Su advertencia: sin nuevos modelos no habrá pacto. 

Parece complicado que pueda cumplir con su amenaza, pues los plazos de adjudicación de un nuevo modelo serán mucho más lentos.

Sin embargo, la preocupación de la plantilla no carece de argumentos. Almussafes compite con Saarlouis para obtener dos modelos que garanticen su viabilidad industrial a partir de 2025, cuando la automovilística solamente producirá coches eléctricos en Europa.

En Alemania, la dirección también pidió recortes salariales para garantizar el futuro del centro. Y el poderoso sindicato IG Metal parece estar por la labor de concederlos. Según Handelsblatt, la planta valenciana parte con ventaja sobre la de Saarlouis. Pero sin un acuerdo para recortar salarios todo puede saltar por los aires.

Artículo en Economía Digital.

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