11 aberraciones que cometes a la hora de poner la calefacción y que debes dejar de hacer si quieres ahorrar en tu factura

Después de un caluroso verano, septiembre y octubre no han venido acompañados de un tiempo otoñal. 

La época de chaquetas y abrigos ha comenzado apenas una semana y cada vez el frío y la lluvia se van notando más en la temperatura de los hogares. 

Mucho se ha hablado y debatido sobre cómo pasaremos este invierno debido a las amenazas de Putin y al recorte de suministro energético como consecuencia de la guerra en Ucrania. Mientras que desde el Gobierno se insta a reducir el consumo, las bajas temperaturas comienzan a llegar. 

Ahora que el cambio de armario es definitivo, muchos están aguantando a poner la calefacción. La factura de la luz y el consumo de gas de este último año, con los precios disparados, tienen en alerta a los hogares sobre cómo afrontar este invierno. 

Aunque la Agencia Estatal de Meteorología avisan de que el tiempo de este otoño será más cálido de lo habitual, no poner la calefacción este año puede ser –casi– misión imposible. 

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Para poder hacer frente al frío este invierno, es necesario preparar nuestros radiadores y evitar ciertos hábitos que resultan en un incremento innecesario de la factura. 

1.   Apagar y encender constantemente la calefacción

Uno de los errores más comunes es apagar la calefacción cuando se cree que la casa ya está a una temperatura ideal para ahorrar dinero. Sin embargo, al encenderla de nuevo, se consumen más recursos y la factura aumentará. Si encenderla y apagarla es por razones de tener calor, es necesario abrigarse y encontrar la temperatura perfecta para nuestro hogar. 

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2. Poner la temperatura más alta de lo necesario

Es importante encontrar el equilibrio. Lo bueno del invierno es que se pueden llevar varias capas para mitigar el frío mientras que poner la calefacción demasiado alta, al final puede llevar a malgastar energía y a que, incluso, se tenga calor. 

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3. Encender la calefacción donde no es realmente necesaria

Muchos hogares tienen espacios en la casa a los que no entran con frecuencia. Este tipo de habitaciones suelen ser el cuarto de invitados, un tercer baño que apenas se utiliza o el mismo pasillo si cuenta con radiador. Para ahorrar en la factura de gas, es recomendable apagar la calefacción en este tipo de espacios. 

4. No aprovechar el calor natural

Uno de los recursos naturales para calentar la casa es la luz que entra por la ventana. A ciertas horas, principalmente por la mañana, el sol sigue proporcionando calor en los días despejados. Si se cuenta con ventanas grandes, harán que el espacio donde está dando el sol se caliente enseguida, por lo que a estas horas, no es necesario poner la calefacción en esa habitación. 

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5. Dejar la calefacción encendida toda la noche

Esta práctica es uno de los mayores errores que se suelen cometer. Por la noche no es necesario utilizar ningún tipo de aclimatación, ya que al dormir arropados, la temperatura del cuerpo debajo del edredón puede mantenerse entre 15 y 17 grados. La clave está en cerrar bien las ventanas para que no entre el frío en casa. 

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6. Dejar toda la casa a la misma temperatura

Al igual que se recomienda cerrar los radiadores en las habitaciones que no se utilizan, para poder ahorrar y consumir con responsabilidad, se puede ajustar la temperatura en los diferentes espacios de la casa en función de su uso. Si en las habitaciones en las que da el sol no es necesario poner la calefacción (o ponerla a menor temperatura), se puede aprovechar y calentar otros cuartos más fríos.

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7. No revisar los radiadores

Es importante purgar los radiadores y sacar el aire acumulado cada año cuando se vaya a encender la calefacción por primera vez. Esto es necesario para comprobar que los aparatos funcionan de forma óptima y no se consume más de lo debido. También es fundamental que los radiadores no estén obstruidos por ningún mueble que impide que salga el aire caliente. 

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8. No darle importancia al aislamiento de la casa

El aislamiento de la casa es fundamental para conservar el calor. Cuando se piensa en los errores que se pueden evitar para cuidar los radiadores y que no se gaste de más, no suele venir a la mente el aislamiento. Es necesario para evitar pagar demás, revisar también el aislamiento de las ventanas y las puertas para evitar las posibles corrientes de aire. 

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9. No revisar la tarifa de gas contratada

Una vez evitados todos los errores más comunes, revisar la factura de la tarifa de gas es el siguiente paso. A finales de otoño o principios de invierno suele ser un buen momento para examinar las condiciones de la compañía y comparar precios, además de buscar ofertas para reducir el coste de gas.

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10. Ventilar la casa a deshoras

Igual que es importante ventilar la casa, lo es también hacerlo a la hora adecuada para que no se escape el calor. Normalmente, los hogares se ventilan por la mañana, pero en invierno puede hacer que la temperatura mantenida durante la noche se pierda. La mejor hora para ventilar la casa, y que no se tenga que poner la calefacción justo después, es en las horas de más luz, cuando el sol calienta la casa de forma natural. 

11. Tapar los radiadores con ropa

Mucha gente utiliza los radiadores a modo de secadora. Es un error muy típico y una práctica que se debe abandonar para conseguir un mejor rendimiento y para que el calor se distribuya por toda la habitación. Además, la ropa mojada en el radiador aumenta el nivel de humedad en el hogar, por ello, si no hay más remedio, es mejor hacerlo en habitaciones poco frecuentadas de la casa.