11 trucos para evitar rozaduras en los muslos, la pesadilla que te ronda cada verano

Trucos para evitar rozaduras en los muslos

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Como el tinto de verano, el bronceado, los helados o las barbacoas, todos los años vuelven las rozaduras en los muslos, preparadas para amargarte los paseos en época estival. 

Llevar las piernas al aire con pantalón corto o falda, la fricción y las altas temperaturas provocan que aparezcan estas molestas y dolorosas heridas superficiales en la piel.

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¿Es posible evitar las rozaduras en los muslos? La respuesta es sí, tanto a través de productos específicos como las bandas anti-roce o bandelettes (concebidas específicamente para ello) como con remedios de toda la vida como el milagroso aloe vera, la crema hidratante o los polvos de talco.

Antes de desesperar ante la aparición de una nueva rozadura en el muslo, apunta estos trucos y grábalos a fuego para recibir al verano con los brazos abiertos (y las piernas sin irritaciones).

11 trucos y remedios caseros para las rozaduras en los muslos

  • Aloe vera: Entre sus múltiples usos medicinales y cutáneos, el aloe vera es ideal para las rozaduras en los muslos gracias a sus propiedades refrescantes y cicatrizantes. Aplica el gel de la planta en su versión natural, abriendo un trocito de la hoja con un cuchillo y echándolo en la zona irritada.
  • Polvos de talco: Es probablemente el remedio de la abuela más efectivo contras las rozaduras en los muslos, y también uno de los más baratos. Ya que su efecto no es muy duradero, échalo sobre la piel limpia y seca antes de salir a pasear. También sirve para quitar las arenas de la playa de los pies.
  • Cremas especializadas para las rozaduras: Puedes encontrarlas de venta libre en tu farmacia más cercana. Son muy usadas entre deportistas que tienen que emplear prendas muy ajustadas, como los ciclistas. También puedes encontrarlas en formato stick.
  • Bicarbonato de sodio: Reduce el riesgo de infección y desde la Clínica Mayo lo recomiendan para tratar el eccema. Espolvorea un poco de bicarbonato en una tina con agua tibia y sumerge la rozadura, dejando que actúe durante unos minutos y enjuagando con agua fresca. 
  • Aplica frío: Puedes aplicar hielo, especialmente si la zona de la rozadura en el muslo está hinchada. Te servirá para calmar el dolor por sus propiedades analgésicas y también tiene un efecto antiinflamatorio. Recubre hielo con tela y presiona contra el muslo durante unos 5 minutos. También puedes usar compresas frías.
  • Vaselina: Este producto lubricante forma una película ideal para reducir el contacto entre los músculos y por tanto, que haya menos fricción y roce. No solo es preventiva, sino que también vale para atenuar la irritación. Eso sí: no es resistente al agua del mar, así que lleva un bote en la mochila.
  • Aceite de coco: La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos lo recomienda para la dermatitis atópica y para abordar la comezón e irritación del eccema. Lo mejor es que lo eches entre los musos con la piel húmeda después de bañarte y que evites ponerlo si te vas a exponer al sol. 
  • Bandelettes: Son el complemento perfecto para evitar el roce de los muslos. Se trata de bandas antirozaduras que se te puedes poner en los muslos para evitar que rocen entre sí. Son cómodas, reutilizables y especialmente recomendables si tienes una fiesta o vas a dar un largo paseo.
  • Cremas para bebé: Las cremas específicas para las rozaduras de los bebés son otro recurso muy interesante. Son más densas y gruesas que las destinadas a adultos, y también contribuirán a mantener tu epidermis hidratada.
  • Desodorante: Para ayudar a aliviar las rozaduras de los muslos, es mejor que sea roll-on y de forma ideal, que contenga talco, y que no contenga aluminio. Aplica una fina capa entre tus muslos y comprobarás que la zona se lubrica y que el efecto persiste cuando se ha secado. También puedes usar un desodorante natural de piedra de alumbre
  • Aceite de oliva: No solo es el secreto mejor guardado de la dieta mediterránea, sino que el aceite de oliva también sirve para las rozaduras de los muslos, hidratando la piel irritada. Pon unas gotas en la palma de tu mano y aplícalo directamente.

Recuerda que es importante tener la piel limpia, utilizar prendas holgadas, livianas y frescas que permitan la transpiración e hidratar la piel ante la sequedad que provoca el agua salada. No te olvides de aplicar crema de protección solar también estas zonas. 

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