12 errores de decoración que cometes y que convierten tu casa en un lugar feo, barato y desordenado

Aberraciones que afean tu casa y de dan un aspecto horrible

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  • Decorar tu casa es una tarea tan importante como delicada. Un solo error puede afear tu piso o darle un aspecto muy barato que dará mucho que hablar entre tus amigos e invitados.
  • Las soluciones explicadas en cada error están pensadas para todo tipo de presupuestos. No necesitas una gran inversión para salvar tu hogar y convertirlo en un lugar acogedor y bonito.
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Decorar tu casa es una tarea tan estimulante como importante. Al fin y al cabo tu objetivo es crear un hogar acogedor no solo para ti, sino también para tus invitados.

Seguro que deseas que, nada más las visitas pongan un pie en tu piso o casa, estas puedan intuir tu personalidad a través de los muebles y decoraciones así como los valores que te importan, como la pulcritud y la sofisticación.

El problema es que es muy fácil cometer una serie de errores que afean tu piso y abaratan la impresión que los demás tengan de él.

¿Notas que tus amigos ponen muchas excusas cuando les invitas a pasar el rato en tu casa? ¿O quizás la gente se va más pronto de lo pensado? Puede que hayas decorado incorrectamente tu hogar y esté dando una sensación de fealdad, extrañeza e incluso inquietud.

Aquí tienes 12 posibles errores de decoración que hayan afeado tu casa, extraídos de LifeHacker yThe Spruce.

1. Paredes blancas

Paredes blancas de un salón feo

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El estilo minimalista puede ser muy chic, pero llegar el concepto demasiado lejos puede dejar tu casa demasiado desnuda. Además, una presencia importante de paredes blancas inconscientemente da a entender de que su dueño es una persona poco creativa, o que tiene una vida tan vacía como los muros de su hogar.

No es necesario que, para solucionar este problema, de repente conviertas cada pared en una explosión de color. A veces un solo detalle hace mucho. Por ejemplo, puedes convertir la pared de la escalera hacia el segundo piso en una galería improvisada. O aprovechar el espacio y añadir estanterías.

2. Arte genérico y producido en masa

Cuadros de Ikea

Ikea

El arte, especialmente cuadros y pinturas, es uno de los elementos más importantes para decorar y dar personalidad a una casa. Es posible que, debido a las prisas o al presupuesto, decidieras llenar las paredes de arte sacado del IKEA y derivados. Eso da a tu piso un toque demasiado genérico, como de habitación de hotel.

No tienes que ser un gran connoisseur artístico o invertir una millonada en un cuadro de un pintor famoso; basta con que visites establecimientos locales y compres arte creado por la gente de la zona. Todo el mundo notará que has colocado un toque único en tu hogar, y poco a poco irás insuflando tu casa de un carácter original y atractivo.

3. Pósteres sin marco

Posters

Colocar pósteres en tu casa no es mala idea. Si son de tus películas, videojuegos o bandas preferidas, revelan parte de tu personalidad y pueden desencadenar conversaciones interesantes con los invitados. Y si son mensajes motivacionales, eslóganes y demás, te ayudarán a mantener tu buen humor en el día a día.

Lo que es una mala idea es dejar un póster sin enmarcar. El celo utilizado no solo queda feo y puede desentonar con la pared; es una práctica habitual en la adolescencia, así que puede denotar una personalidad inmadura, descuidada... Además, enmarcarlos precisamente resaltará lo mucho que valoras todo lo que tienes, aunque sea un póster.

4. Un recibidor atestado de cosas

Recibidor lleno de cosas

Las primeras impresiones siempre son cruciales. En el caso de una casa o piso, el recibidor tiene el papel de dar a los recién llegados una muestra de lo que encontraran dentro. Si la entrada está llena de objetos, muebles, decoración... los invitados se apesadumbrarán desde el primer momento y analizarán tu casa con un prisma más negativo.

¿Quieres que tus invitados te tengan como un anfitrión limpio y sofisticado? Pues ten la entrada lo más limpia y sofisticada posible. Es mejor invertir en pocos muebles y decoraciones, pero que sean únicos, agradables e incluso útiles, que avasallar al recién llegado con un montón de estímulos visuales inconexos entre sí.

5. Ausencia de cultura (o presencia de libros de relleno)

Estanteria

Una sala de estar o un despacho sin libros queda extraño. La visita no se dará cuenta conscientemente (poca gente entra en una casa pensando "¡Libros! ¿Dónde están los libros?"), pero sí notará que falta algo. Si guardas muchos libros en tu dormitorio, en el armario... traslada algunos de ellos en las salas más sociales. 

Si no eres una persona lectora, no pasa nada. Seguro que tienes alguna afición (música, videojuegos, pintura...); reemplaza los libros por discos, videojuegos, juguetes... Así dejarás constancia tu inquietud creativa y cultural. Pero no se te ocurra comprar esos libros falsos de relleno. Todos se darán cuenta de que a) no lees y b) quieres hacer ver que lees de la forma más barata posible.

6. Alfombras muy pequeñas

Alfombra muy pequeña

Una buena alfombra eleva el nivel de calidad de una habitación. Si es mullida, da sensación acogedora. Si tiene colores vivos, puede animar al invitado más tímido

El problema llega cuando la alfombra que has elegido es demasiado pequeña y apenas cubre la mesa central y poca cosa más. Deja una sensación de desequilibrio o asimetría que fruncirá más de un ceño. Además, se convierte en un accesorio flotante, sin un espacio concreto, que dará la sensación de que no tienes gusto para decorar tu casa. ¡Y eso es lo que quieres evitar!

7. Desorden, desorden y más desorden

Garaje desordenado

Evita el desorden en todos los sentidos, escalas y magnitudes. Una encimera de la cocina atestada de platos y accesorios por lavar hace el mismo daño que una pila de revistas exiliada en un rincón de la sala de estar. Cualquier indicio de caos da inmediatamente a tu hogar un toque sucio, desactualizado e incluso viejo.

La solución es simple: todo debe estar bien guardado en su lugar. Y si resulta que algo carece de espacio, quizás ha llegado el momento de tirarlo. Aunque primero te dé pereza, notarás que ordenar y airear tu casa acaba teniendo un impacto positivo en tu salud mental.

8. Cableado visible

Cable visible

Vives en un presente tecnológico. Casi todo lo que tienes en casa es moderno y, por lo tanto, tiene sus enchufes, sus baterías y, sobre todo, sus cables.

Evita precisamente que estos últimos queden muy a la vista. Aunque todo lo demás lo tengas ordenado, los cables campando a sus anchas y enroscándose entre ellos quedarán en la mente de tus invitados y podrán ser utilizados para criticarte o ponerte verde. Además, si recoges o escondes bien los cables, evitarás tropiezos inesperados.

9. Demasiados muebles de una misma marca, diseño o estilo

Mismo sofá

Llenar una habitación de muchos muebles similares provocará que el cuarto en cuestión parezca un copiar/pegar de un catálogo de IKEA y compañía. Parecerás una persona con pocas ideas o que no quiere dedicar tiempo a amueblar de forma original y única su casa.

No debes aumentar tu presupuesto para solucionar este problema. Puedes adquirir muebles de precios similares, solo que asegúrate que son de diferentes estilos, fabricantes... Así darás a tu casa un toque fresco y único que será imposible encontrar plasmado en una revista cualquiera.

10. Habitaciones temáticas

Baño náutico

No decores un cuarto con un tema en concreto. ¿La única excepción? Los dormitorios de los niños. De nuevo, una excesiva abundancia de muebles o accesorios de un mismo tema da la sensación de estar ante una casa de catálogo, o ante un lugar sin alma o genérico como una habitación de hotel.

¿La solución al respecto? Calidad antes que cantidad. Por ejemplo, si quieres que se note que te encanta el mar, no conviertas el cuarto en un barco pirata. Coloca unos pocos objetos náuticos, pero muy relevantes para ti, o bien expón parte de tu colección de conchas. ¡Pero no toda! Solo un muestrario para que no avasalle visualmente y te dé pie así a contar tu historia.

11. Un problema de escala

Sofá muy grande

Ese sofá parece muy cómodo, y seguro que si tus invitados se sientan en él se relajarán enseguida. Pero, si es demasiado grande para tu sala de estar, y parece como un elefante metido en una caja de cerillas, es mejor que busques una alternativa más pequeña y modesta. Las incoherencias de escala afean mucho un espacio habitable.

Aplica lo mismo con el mundo de los televisores. Una pantalla de muchocientas pulgadas puede conseguir que la próxima peli Marvel se vea de fábula... pero si la pantalla sale de la pared y se come parte de la puerta de entrada, tus invitados recordarán ese detalle, y no la elevada resolución de la película que han visto.

12. La iluminación incorrecta

Habitación mal iluminada

Sal de tu casa durante un rato. Entra a tomar un café en un bar, visita a un amigo, ve al cine... Haz lo necesario para desconectar un poco de tu hogar y luego vuelve. Abre la puerta, enciende la luz. ¿Cómo reaccionan tus ojos? Si los debes cerrar de la intensidad, es que la iluminación es demasiado fuerte. Si tienes que forzar la vista, necesitas más luz.

Repite este proceso en el resto de tu casa. Los pasos iniciales eran necesarios para que tus ojos tuvieran que adaptarse de nuevo a un entorno desconocido. También puedes pedir la opinión al respecto a un amigo de confianza. Pero en general cada sala debe tener 3 fuentes de luz equilibradas. Lo ideal es luz por la ventana, luz superior y luz sobre una mesa o mueble.

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