12 razones avaladas por la ciencia para pasar más tiempo al aire libre, desde combatir la depresión a reducir la hipertensión
- Pasar tiempo en los bosques, hacer senderismo en las montañas o simplemente estar al aire libre puede reportar importantes beneficios para tu salud.
- Diferentes estudios han demostrado que pasear por zonas naturales puede mejorar la tensión arterial, prevenir la depresión, calmar la ansiedad y reducir el riesgo de cáncer.
- Los baños de bosque, muy famosos en Japón, también pueden hacer mucho por tu salud.
Mucha gente pasa sus días de trabajo en el interior, bajo luces fluorescentes y frente al brillo de su ordenador. Cuando se hace de noche, vuelven a casa a disfrutar del resplandor de las pantallas de televisión, desconectados de los ciclos de luz natural que regulan los ritmos circadianos.
Pero las investigaciones sugieren que también es importante sacar tiempo para salir al aire libre, ya que hacerlo es beneficioso, o más bien esencial, para la salud humana. Psicólogos e investigadores de la salud encuentran cada vez más razones científicas para disfrutar de la naturaleza e invertir tiempo en ella.
En su libro The Nature Fix: Por qué la naturaleza nos hace más felices, más sanos y más creativos, la periodista Florence Williams escribe que empezó a investigar los beneficios de la naturaleza para la salud después de mudarse del terreno montañoso de Boulder (Colorado) a lo que ella describe como "la anti-Arcadia que es la capital del país": Washington DC.
"Me sentía desorientada, abrumada, deprimida", escribió. "Me costaba concentrarme. No podía terminar los pensamientos. No era capaz de tomar decisiones y no tenía ganas de levantarme de la cama".
No todos necesitamos trasladarnos a lugares tan hermosos, ya que muchas personas necesitan o desean vivir en ciudades más grandes.
Pero los seres humanos sí necesitan pasar tiempo en entornos naturales si quieren mejorar su salud física y mental. Eso podría significar aprovechar las rutas de senderismo cerca de casa, jugar en la nieve, nadar en el océano o simplemente pasar tiempo cada semana en un parque local.
He aquí 12 razones por las que es tan importante.
Caminar por la naturaleza podría mejorar tu memoria a corto plazo
Varios estudios demuestran que los paseos por la naturaleza tienen un particular efecti para favorecer y potenciar a la memoria, más allá de caminarr.
En una investigación, se sometió a estudiantes de la Universidad de Michigan a una breve prueba de memoria y luego se les dividió en dos grupos. Un grupo dio un paseo por una zona arbolada y el otro por una calle de la ciudad.
Cuando los participantes regresaron y volvieron a hacer la prueba, los que habían paseado entre árboles obtuvieron casi un 20% mejores resultados que la primera vez. En cambio, los que habían paseado por las vistas de la ciudad no mejoraron sistemáticamente.
Otro estudio similar sobre personas deprimidas descubrió que los paseos por la naturaleza potenciaban la memoria de trabajo mucho más que las caminatas por entornos urbanos.
Estar al aire libre apaga tu estrés
Hay algo en el hecho de estar al aire libre que cambia la expresión física del estrés en el cuerpo.
Un estudio descubrió que los estudiantes enviados al bosque durante dos noches tenían niveles más bajos de cortisol —la hormona del estrés por excelencia— que los que pasaron ese tiempo en una ciudad.
En otro estudio, los investigadores observaron una disminución tanto de la frecuencia cardiaca como de los niveles de cortisol de los participantes que pasaron tiempo en el bosque en comparación con los que lo hicieron en un entorno urbano.
"Los estados de estrés pueden aliviarse con la terapia forestal", fue la principal conclusión de los investigadores.
Entre las personas que trabajan dentro de una oficina, incluso una vista de la naturaleza a través de una ventana se asocia con un menor estrés y una mayor satisfacción laboral.
Pasar tiempo en el exterior reduce la inflamación
Cuando la inflamación se dispara en el organismo o se convierte en crónica, aparecen muchas papeletas de padecer una larga lista de males, como trastornos autoinmunes, enfermedad inflamatoria intestinal, depresión y cáncer. Pasar tiempo en la naturaleza puede ser una forma de mantenerla bajo control.
En un estudio, los estudiantes que pasaban tiempo en el bosque tenían niveles más bajos de inflamación que los que lo hacían en la ciudad. En otro, los pacientes ancianos que habían realizado una excursión de una semana al bosque mostraron menos signos de inflamación. También hubo indicios de que la excursión al bosque tuvo un efecto positivo en los niveles de hipertensión.
Ayuda a eliminar la fatiga mental
¿Conoces esa sensación cuando su cerebro parece detenerse en seco? Los investigadores lo llaman fatiga mental, e implica un agotamiento de tu energía diaria disponible, niebla mental o problemas de concentración.
Una cosa que puede ayudar a que tu mente vuelva a funcionar es exponerla a entornos reparadores como la montaña, el mar o el bosque. Su poder es tal que incluso un estudio arrojó que la energía mental de las personas se recuperaba incluso tan solo con mirar imágenes de la naturaleza.
La ciencia también ha averiguado que la belleza natural puede provocar sentimientos de asombro, que es una de las formas más seguras de experimentar un estímulo mental.
Estar al aire libre previene la depresión y la ansiedad
La ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental pueden aliviarse pasando algún tiempo en la naturaleza, sobre todo si se combinan con la práctica de ejercicio físico.
Un estudio descubrió que los paseos por el bosque se asociaban a una disminución de los niveles de ansiedad y mal humor, mientras que otro informe consideró que caminar al aire libre tiene una gran "utilidad clínica como complemento de los tratamientos existentes" para el trastorno depresivo mayor.
Además, una revisión de 10 estudios sobre el ejercicio verde o al aire libre recalcó que este tipo de actividad potencial la autoestima y el estado de ánimo. Una de las mayores mejoras de autoestima se produjo en las personas con alguna clase de enfermedad mental.
¿Y el extra perfecto? La presencia de agua potenciaba aún más los efectos positivos, sugerían las conclusiones, por lo que si puedes añadir a la ecuación ríos, lagos o mares, ya sabes.
La naturaleza cuida de tus ojos
Al menos en el caso de los niños, un amplio cuerpo de investigaciones ha descubierto que la actividad al aire libre puede tener un efecto protector sobre los ojos y reducir el riesgo de desarrollar miopía.
"Aumentar el tiempo que se pasa al aire libre puede ser una estrategia sencilla para reducir el riesgo de desarrollar miopía y su progresión en niños y adolescentes", sintetizaba la revisión de la investigación realizada en 2012.
En Taiwán, científicos estudiaron dos colegios cercanos en los que la miopía era igual de común. Indicaron a un colegio que fomentara la actividad al aire libre durante el recreo y supervisaron al otro como control. Al cabo de un año, la tasa de miopía en la escuela de control era del 17,65%, mientras que en la escuela que "jugaba al aire libre", era solo del 8,41%.
Reduce la presión sanguínea
Si quieres prevenir la hipertensión, nada mejor que un paseo por tu parque favorito, una buena excursión o un día de caminata por la playa.
Varios estudios demuestran que caminar al aire libre reduce la presión arterial. Un estudio intensivo de 280 participantes en Japón descubrió que, además de reducir las concentraciones de la hormona del estrés en más de un 15%, un paseo por el bosque disminuía el pulso medio de los participantes en casi un 4% y la tensión arterial en algo más del 2%.
Puede mejorar tu capacidad de concentración
Sabemos que el entorno natural es "reconstituyente", y eso se aplica incluso a tu atención, una capacidad menguante en un entorno hipersaturado de estímulos.
Un estudio probó a reducir la capacidad de concentración de los participantes. A continuación, algunos dieron un paseo por la naturaleza, otros por la ciudad y el resto simplemente se relajó. Cuando todos regresaron, el grupo de la naturaleza obtuvo la mejor puntuación en una tarea de corrección de pruebas.
El efecto de mejora de la atención de la naturaleza es tan fuerte que incluso podría ayudar a los niños con TDAH: se ha descubierto que se concentran mejor después de sólo 20 minutos en un parque.
Los síntomas de los trastornos de déficit de atención podrían controlarse con estas dosis o píldoras de naturaleza: seguras, baratas y accesibles, según los investigadores.
Puedes rendir mejor en tareas creativas después de estar al aire libre
"Imagínate una terapia sin efectos secundarios conocidos, de fácil acceso y capaz de mejorar su funcionamiento cognitivo a coste cero". Así comienza un artículo de 2008 que describe la promesa de la llamada "terapia de la naturaleza" o, como la llamarían los no académicos, pasar tiempo al aire libre.
Otro estudio descubrió que las personas inmersas en la naturaleza durante 4 días mejoraban su rendimiento en un test de resolución creativa de problemas en un 50%.
El contacto con la naturaleza ayuda a prevenir el cáncer
La investigación sobre esta conexión está aún en sus fases iniciales, pero varios estudios preliminares han sugerido que pasar tiempo en la naturaleza —en los bosques, en particular— puede estimular la producción de proteínas anticancerígenas.
El aumento de los niveles de estas proteínas que se obtiene al estar en el bosque puede durar hasta 7 días después del viaje.
Estudios realizados en Japón, donde el shinrin-yoku o "baño de bosque" se considera una forma de medicina preventiva, también han descubierto que las zonas con mayor cobertura forestal presentan tasas de mortalidad más bajas por una amplia variedad de cánceres.
Aunque hay demasiados factores de confusión para llegar a una conclusión definitiva sobre lo que esto podría significar, es un área prometedora para futuras investigaciones.
Los bosques también pueden reforzar el sistema inmunitario
La actividad celular asociada a los posibles efectos anticancerígenos de un bosque es también indicativa de un refuerzo general del sistema inmunitario, aumentando la capacidad natural del organismo para combatir males menos graves como resfriados, gripes y otras infecciones.
Una revisión de 2010 de las investigaciones relacionadas con este efecto señalaba que "todos estos hallazgos sugieren firmemente que los entornos forestales tienen efectos beneficiosos sobre la función inmunitaria humana". No obstante, los investigadores reconocieron que aún es necesario seguir investigando esta relación.
Más esperanza de vida: el tiempo al aire libre se asocia a un menor riesgo general de muerte prematura
No solo afecta a los habitantes del rural, sino que los espacios verdes cercanos parecen ser especialmente importantes para los residentes en entornos urbanos, según un estudio holandés realizado a 250.782 personas.
Un estudio de seguimiento realizado por el mismo equipo de investigación descubrió que una gran variedad de enfermedades eran menos frecuentes entre las personas que vivían cerca de espacios verdes.
Un estudio reciente publicado en Environmental Health Perspectives halló una conexión similar: una mayor exposición al verdor se asociaba a una tasa de mortalidad un 12% menor. Las mayores mejoras estaban relacionadas con la reducción del riesgo de muerte por cáncer, enfermedad pulmonar y enfermedad renal.
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