13 errores de la ciencia que aprendiste en el colegio y que no son verdad

Parece que los postulados de la ciencia son incuestionables. Se trata de una disciplina rigurosa, que se basa en el método científico, por lo que sus resultados no suelen cuestionarse.

Sin embargo, aquí también hay espacio para el error. Durante mucho tiempo se pensó que La Tierra era plana, por ejemplo. Algo erróneo, pero difundido y asumido como conocimiento universal. 

En el colegio, también se aprenden cosas que, después, resultan no ser ciertas. O quizás eran diferentes a como las aprendimos. A veces, simplemente repetimos fórmulas que se han contado entre generaciones, y otras, los avances científicos nos muestran que estábamos equivocados. 

Los humanos usamos más del 10% de nuestro cerebro

La afirmación de que los humanos solo usamos una décima parte de nuestro cerebro es simplemente un mito. Este está en funcionamiento todo el día y también durante la noche. Muchas partes de este órgano pasan mucho tiempo trabajando, sumando bastante más que el famoso 10%.

Siempre puedes aprovechar una mayor capacidad, en función de lo que aprendas. Por ejemplo, si desempeñas una nueva tarea o intentas recordar una cara estarás estimulando de una forma diferente el cerebro, pero no estás usando una parte que estaba inactiva. Solo estás recurriendo a una parte activa para un nuevo propósito, según la revista The Best Schools. 

El alcohol no mata las neuronas

El alcohol no mata las neuronas. Si eres de los que reproduce esa frase, debes saber que no es cierta. Según el centro de psicólogos, psiquiatras y terapeutas Centro Montau, se necesitan una concentración de esta sustancia próxima al 100% para destruir cualquier célula. 

Dos investigadores compararon la cantidad de neuronas presentes en la materia gris de bebedores y abstemios. Y los resultados fueron idénticos. Sin embargo, las células nerviosas que quedaban en buen estado en la materia blanca eran menos en la de los primeros. Sin embargo, estas estaban atrofiadas y no muertas, por lo que sus daños eran reversibles, como se publicó en la prestigiosa revista médica The Lancet.

Las personas tenemos más de 5 sentidos

Si te pidieran cerrar los ojos y tocarte una parte del cuerpo, podrías hacerlo sin ninguna dificultad. Esto ocurre gracias a un sentido conocido como propiocepción, que nos hace saber cómo se distribuye nuestra figura. Los husos neuromusculares son unos receptores de los músculos que permiten saber al cerebro la longitud y la capacidad de estiramiento, como explica la BCC.

Además, el listado de los sentidos puede variar en función de unas u otras clasificaciones. Las personas también tenemos la capacidad de conocer nuestra posición corporal y su variación respecto con la gravedad. El sistema vestibular nos permite entender nuestros movimientos, conectándose con nuestros ojos. 

El frío causa resfriados

La respuesta a por qué estás resfriado suele aludir al frío. Sin embargo, esto no es así. Esta dolencia se debe a un virus, que se transmite a través de las gotículas que despedimos al hablar, toser o estornudar, como explica la OCU. Lo que sí es cierto que es más frecuente contagiarse en los meses de invierno, ya que solemos estar más tiempo en espacios cerrados y en los colegios, donde más fácilmente se pasa de unos a otros. 

El agua no se mueve en distintos sentidos en cada hemisferio

Es probable que hayas escuchado que el agua del inodoro se moverá en un sentido u otro, en función de si te encuentras en el hemisferio norte o sur. Sin embargo, esta afirmación no es verdad. Eso dependerá del diseño, de las tuberías o de la presión del agua.

La confusión viene por el efecto coriolis. La rotación de La Tierra puede tener efectos en las corrientes. Esto ocurre en grandes cantidades de agua y en fenómenos meteorológicos como los huracanes, pero no en la cisterna del retrete. 

Los murciélagos no son ciegos

La creencia de que los murciélagos son ciegos está muy generalizada, algo tan poco de cierto como lo arraigado que está el mito. Este mamífero tiene una buena visión, mejor que la de otros de sus homólogos vertebrados. Sin embargo, no es este sentido el que usa para desplazarse en las distancias cortas. 

Los murciélagos ven por un sistema de ecolocación. Según Experto animal, esta habilidad les permite visualizar objetos gracias a sonidos de baja frecuencia. El mamífero emite ese ruido, que rebota en los objetos, para ser captado de nuevo por sus orejas. Así se orientan, como recibiendo el eco de sus voces. Eso sí, recurren a la visión cuando vuelan largas distancias.

Plutón no es un planeta

Probablemente, en el colegio te hayan hecho contar Plutón como un planeta más. Eso no te lo discutimos porque, efectivamente, así era considerado hasta 2006, cuando se le excluyó de ese listado. La Unión Astronómica Internacional (UAI) así lo decidió, contado un total de 8: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. 

El azúcar no hace que los niños sean hiperactivos

No, el azúcar no tiene que ver con la hiperactividad de tus hijos. Esta idea se basa en un estudio antiguo, fechado en 1970, que vincula la retirada de este edulcorante de la dieta de un niño y su conducta, concluyendo una mejora en su actitud. Sin embargo, las investigaciones posteriores no han podido demostrar esta afirmación. 

El sol no es amarillo

Aunque te sorprenda, el sol es blanco. Su luz está compuesta por varios colores, siendo estos los mismos que los del arco iris, que se emiten a la vez. Cuando se desplazan por la atmósfera, unos tonos se ven más que otros, como explica Science Insider. 

Desde La Tierra se aprecian menos los fotones azules y se observan mejor aquellos amarillos, verdes y rojos, que llegan antes a nuestros ojos. Toda esta mezcla hace que percibamos así su color.

No se ha podido demostrar que la leche sea buena para los huesos

Que la leche sea buena o no para los huesos es algo que no se ha podido demostrar. No existe un vínculo directo entre la ingesta de esta bebida y una menor predisposición a las fracturas. Lo que sí es cierto es que el calcio aumenta la densidad mineral ósea. 

De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Harvard, que hizo un seguimiento a 77.000 personas durante 10 años, no logró demostrar ese extremo. No se encontraron diferencias significativas entre aquellos que bebían un vaso de leche a la semana y quienes tomaban 2 o más. 

Los camaleones no cambian de color para camuflarse

Los camaleones cambian de color gracias a unas células que afectan a cómo se refleja la luz en su cuerpo. Sin embargo, según Reader's Digest, no lo hacen para camuflarse, sino para expresarse. Por ejemplo, estos adquieren una tonalidad más oscura para comunicar cierta agresividad cuando las hembras no quiere copular. En otras ocasiones, un reflejo más claro tiene que ver con su temperatura corporal, significando que esta es alta. 

El calor no se desprende esencialmente por la cabeza

No es verdad que el calor se desprende esencialmente por la cabeza. Esto ocurrirá en la misma medida que para el resto de tu cuerpo, teniendo en cuenta que siempre estuvieras vestido o protegido de igual forma de arriba abajo. Es decir, que acumulemos o perdamos más temperatura dependerá del grado de exposición de nuestro cuerpo. 

La raza no depende de tus genes

Según el National Human Genome Research Institute, genes y raza no están vinculados. Los seres humanos compartimos el 99,9% de nuestros genes y el 0,1% restante no tiene nada que ver son las características raciales de cada uno.