17 formas de volverte más inteligente, según varios estudios científicos

Entrenar tu cerebro, como lo harías con cualquiera de tus músculos para lucir bien, de forma regular e incluso divertida, puede hacerte cada vez un poquito más inteligente. 

Sobre todo para entender y comunicarte mejor, resolver problemas e incluso reducir la aparición de enfermedades como la demencia. 

Tus capacidades cognitivas pueden verse más limitadas con el tiempo —ya que el hipocampo se reduce entre uno y 2% cada año, conforme a una investigación de The Neuroscientist—.  

Pero estudios como en el que participaron 11.430 espectadores de un famoso programa de BBC, demuestran que la ejercitación mental podría retrasar algunos de los efectos del envejecimiento en el cerebro. Los sujetos de 60 años o más mostraron una mejora significativa en el razonamiento verbal.

17 acertijos mentales con respuestas incluidas para mantener tu cerebro en forma

Tanto esta, como las investigaciones que han conseguido demostrar que aquellos que confían en que su inteligencia es variable obtienen mejores resultados en las pruebas de los experimentos, corroboran que algunas técnicas podrían llevar a alcanzar el máximo potencial de la capacidad cognitiva de una persona —aunque no cambie la inteligencia innata—.

De igual manera, cabe destacar que no hace falta que te sientes delante de un crucigrama o un cuaderno de acertijos mentales para poner a prueba la neuroplasticidad de tu cerebro. De facto, has de saber que hasta el ejercicio físico podría ayudarte a mejorar la función cognitiva. 

Estas son 17 de las actividades por las que podrías volverte un poquito más inteligente de lo que ya eres, según varios estudios científicos. 

Echándote una siesta

Está científicamente demostrado que echarte una siesta de entre 45 y 90 minutos podría mejorar tus capacidades cognitivas, para el aprendizaje y retener información. 

Una de estas evidencias científicas se identificó en un experimento de la Universidad de California (Estados Unidos). Un grupo de estudiantes se dividía entre durmientes y no durmientes. Después de una primera prueba, una parte del grupo se echó una siesta de 90 minutos que resultó completamente renovadora en comparación con los que se quedaron despiertos hasta el siguiente examen. 

Tomando notas a mano

La Universidad de Princeton y la Universidad de California en Los Ángeles (EEUU) han puesto a prueba a un grupo de estudiantes que tomaban notas en una conferencia. Unos de ellos lo hacían a mano, mientras que el resto recogían los apuntes con el ordenador. 

¿Adivina qué? Sí, recoger los apuntes con tu portátil —pudiendo tomar más notas y compartirlo en línea al momento— dificulta que tú retengas la información. Aquellos que lo hicieron a mano habían entendido mejor las lecciones y obtuvieron mejores resultados en las pruebas de comprobación. 

Estudiando otro idioma

EL bilingüismo distingue en un mismo a grupo a personas que son más ágiles para actividades de monitoreo (según la Universidad Pompeu Fabra), a bebés que son capaces de identificar mejor cambios en la percepción de las cosas (de acuerdo con la Escuela Internacional de Estudios Avanzados en Trieste, Italia) y a personas mayores con menor riesgo de demencia (en la Universidad de California).

Conforme a las explicaciones del investigador de la Universidad Pompeu Fabra, Albert Costa, a The New York Times, dado que estos están acostumbrados a cambiar de idioma con bastante frecuencia, pueden ser más eficientes que los monolingües para monitorear o hacer seguimiento de tareas. 

Leyendo libros

La lectura no sólo te hace más inteligente porque conoces más cosas sobre aquello que lees —aunque sea una novela e incluso un cómic—. 

También beneficia algunas funciones cognitivas, como la capacidad para resolver problemas e incluso tu inteligencia emocional. 

Haciendo ejercicio aeróbico y de resistencia

La investigación anteriormente mencionada, en la que se estudió a personas mayores con deterioro cognitivo, encontró que el entrenamiento de resistencia y aeróbico mejora por igual la memoria espacial. 

Los hallazgos también evidenciaron diferencias entre sexos, dado que las mujeres que realizaron ejercicios aeróbicos también mejoraron su memoria verbal. 

Practicando la atención plena

La práctica de la atención plena cada vez es un reto más y más grande con todos los nuevos dispositivos y los casi infinitos tipos de notificaciones del mundo virtual y real. 

Sin embargo, centrar la atención en una única tarea está científicamente demostrado que es más que beneficioso para varias funciones cognitivas. En una investigación publicada por Psychological Science, los investigadores encontraron que el aumento de la atención plena reduce la tendencia a permitir que los sesgos de los costes pasados influyan en las decisiones actuales. 

Tocando un instrumento

Tocar un instrumento como hobby puede mejorar las habilidades cognitivas de las personas, independientemente de la edad, según un estudio publicado en F1000: Open Research Publishing.

Dado que las áreas del cerebro responsables de procesar y producir música son las mismas que las de las habilidades motoras, la audición y la memoria, la regularidad de esta actividad podría cambiar la forma y la capacidad cognitiva. 

Quedando con amigos

Hacer ejercicio se hace menos tedioso si después del entrenamiento se puede compartir un zumo de piña con unos amigos y mejorar también las funciones cognitivas.

Según investigadores de la Universidad de Michigan, también en EEUU, las personas que participan en interacciones sociales suelen mostrar un mayor rendimiento cognitivo que las que se privan de ello.

Teniendo sexo

No es una excusa, es una evidencia científica de la Universidad de Coventry (Reino Unido). 

Los investigadores han encontrado un vínculo positivo entre la frecuencia sexual y la inteligencia. Aquellos que afirmaban practicar sexo con regularidad, obtuvieron mejores resultados en las pruebas que los que reconocían que no lo disfrutaban con la misma asiduidad. 

Comiendo chicle

Nutritional Neuroscience encontró en un experimento que masticar chicle se asocia a un mayor estado de alerta, menos tiempos de reacción y a una mayor atención.

Para ello, los investigadores separaron a un grupo de participantes en 2 habitaciones —una de ellas muy silenciosa y la otra ruidosa con chillidos constantes—. A la mitad de los participantes de cada habitación se les dio un chicle.    

Tomando café

Al parecer, la cafeína no sólo te mantiene despierto. También mejora la velocidad de procesamiento verbal de una persona. 

Según un estudio recogido en Plos One,  200 mg de cafeína —una taza de café— por la mañana mejora la comprensión y a velocidad en tareas de reconocimiento de palabras. Aunque cabe destacar que el café en exceso, como casi todo, podría realmente dañar tu cerebro. 

Soñando despierto

Pensar en las musarañas de vez en cuando puede ser beneficioso para tu cerebro, según un experimento realizado por el Instituto de Tecnología de Georgia (EEUU). 

En él, un grupo de expertos analizaron los patrones cerebrales de 100 voluntarios a través de una resonancia magnética. Después de realizar una prueba que medía sus habilidades creativas e intelectuales, los que entretanto habían soñado despiertos obtuvieron resultados significativamente más altos que los que tenían siempre los pies en la tierra.  

Viajando

Viajar potencia tu creatividad y te ayuda a resolver de una forma más eficiente los problemas que se te presentan. 

Según una investigación publicada en Social Psychological and Personality Science, existe un vínculo entre el compromiso multicultural, el grado de adaptación y la capacidad para reconocer diferentes perspectivas. 

Asimismo, defendieron investigadores que publicaron en Journal of Experimental Social Psychology, lageneración creativa se beneficia de una mayor distancia espacial. 

Oliendo romero

Sí, es una evidencia científica revisada por pares. 

Una investigación de Therapeutic Advances in Psychopharmacology encontró que el aroma del romero puede aumentar la agilidad mental y el rendimiento.

Jugando a juegos de mesa

Los juegos de mesa mejoran las habilidades de pensamiento lógico y aprendizaje. De facto, también reducen el riesgo de desarrollar trastornos cognitivos relacionados con la edad y la demencia. 

Así lo confirmó una investigación que analizó como en un mismo grupo de estudiantes con necesidades especiales, 15 de 30 alumnos que recibieron clases de ajedrez consiguieron puntuaciones en las pruebas estandarizadas y calificaciones en matemáticas más altos que el resto. 

Durmiendo lo suficiente

La falta de sueño puede tener consecuencias devastadoras para tu salud en general, pero sobre todo para tu cerebro. Una investigación que vio la luz en 2019, encontró que incluso la privación leve del sueño influye negativamente en la memoria de trabajo. 

Por el contrario, se ha demostrado que dormir bien mejora la capacidad del cerebro para aprender nueva información al despertar.

Convenciéndote de que eres inteligente

Tal y como se mencionaba al inicio del artículo, en un experimento de la profesora de psicología de la Universidad de Stanford (California, EEUU) del que se hace eco The New York Times, los alumnos a los que se les dijo antes de la prueba que su inteligencia era maleable obtuvieron mejores resultados que los del grupo de control.