18 cosas que podrías haber hecho estos 2 años de no haber existido la pandemia

Mujer, con el móvil, en un carnaval de fiesta.

 REUTERS/Ueslei Marcelino

Primero en Upday Cintillo

Dos años después de la pandemia, aún no termina de volver la vieja normalidad y nuevas variantes del coronavirus amenazan con más olas de COVID-19 mientras se relajan las restricciones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado varias advertencias relacionadas, haciendo especial hincapié en que los casos de coronavirus que se están viendo son la punta del iceberg y que una nueva variante podría surgir en las poblaciones menos inmunizadas —ya sea por infección natural o con alguna de las vacunas autorizadas—.

Sin embargo, la pandemia parece estar lejos de volver a privar a la población de todo lo que se perdió a lo largo de 2020 e incluso 2021. 

A partir de este mismo lunes, en España ya no será obligatorio hacer cuarentenas para casos asintomáticos o leves del COVID-19. Y las mascarillas en interiores podrían estar muy cerca de su fin, desde que el presidente del Gobierno anunció que se estaba estudiando su eliminación. 

No obstante, los expertos creen que se debería esperar a niveles más bajos de riesgo y recordar lo que la peor fase de la pandemia no nos dejó vivir

Ver a tu futuro hijo en una ecografía junto a tu pareja

Ecografía

Getty Images

Las embarazadas tenían que pasar solas a realizar las correspondientes revisiones.

La restricción se extendía incluso cuando de conocer el sexo del bebé se trataba o en situaciones de riesgo, donde la embarazada tenía que hacer pruebas extraordinarias.

Celebrar la boda de tu mejor amigo —e incluso puede que la tuya—

Boda cara

Que alguno de tus amigos haya tenido que reagendar su boda 3 veces ya parece hasta normal, cuando antes podría ser algún tipo de señal del universo. 

Cuando se impuso el 14 de marzo de 2020 el confinamiento más estricto, las bodas que se celebraban ese mismo fin de semana quedaban totalmente canceladas. Y, como no podía ser de otra manera, también las que estaba programadas al menos en el primer semestre del año. 

Luego vinieron los retrasos por las medidas de las mascarillas, los contagios...

Prescindir de sesiones de escritura terapéutica 

Un padre le lee un cuento a su hijo.

gettyimages

Los clubs de lectura, de escritura terapéutica, las quedadas de amigos y niños más pequeños para jugar incluso al aire libre y las clases de yoga desaparecieron de los calendarios durante meses. 

Aunque en un breve periodo de tiempo, como ya se hacía con las clases de inglés, por ejemplo, muchas de ellas se retomaron vía online

Ir a un monólogo de John Cleese, de los Monty Python

Chistes monólogos

La última oportunidad de verme antes de que la palme era el nombre del monólogo que presentaba John Cleese, de los Monty Python, el año que el COVID-19 se declaró pandemia.

A día de hoy, hay quien sigue esperando una nueva fecha para el monólogo que podría incumplir con su título.

Mudarte a otro país

Una mujer recoge una maleta en la cinta del aeropuerto.

REUTERS/Louiza Vradi

Todas las mudanzas en medio de la pandemia fueron una odisea

Pero muchos de los que tenían en mente irse a vivir al extranjero o disfrutar de una beca en un país vecino tuvieron que aterrizar sus sueños rápidamente.

Trasladarte entre comunidades

Tren de Renfe

Coger un avión parecía misión imposible, pero también moverte entre comunidades autónomas dentro del mismo país. 

Primero, las restricciones de movimiento por el confinamiento más estricto. Luego, por zonas de riesgo. Y, por último, con el pasaporte COVID.

Despedir a un ser querido siguiendo la tradición

Un trabajador funerario con traje protector saca un ataúd de la morgue del Hospital Severo Ochoa.

Las visitas al tanatorio, los funerales y los entierros —cuando muchas personas seguían perdiendo a familiares incluso por causas ajenas al COVID-19— se limitaron a núcleos familiares. 

E incluso se impidieron y retrasaron durante los primeros meses de pandemia.

Celebrar tu cumpleaños durante el confinamiento

100 cumpleaños de una mujer mayor.

Getty Images

En medio de una pandemia mundial, no poder celebrar tu cumpleaños y estar mal por ello podría parecer una tontería. Pero era realmente uno de esos momentos en los que notabas la ausencia de los seres queridos, de los allegados y amigos.

Aunque la gente en medio del confinamiento más estricto se volvió muy creativa y encontró muchas de las mejores formas de celebrar desde casa con la familia

Asistir a clases de preparación de parto en los centros de salud

Antojos mujer embarazada

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Un embarazo sólo se vive una vez y muchas embarazadas primerizas se encontraron también por primera vez con una pandemia mundial que borró de su planning todas las actividades de preparación.

Aunque los centros de salud dispusieron sus mejores recursos para asistir de la mejor manera posible en estos momentos críticos de pandemia. 

Viajar a la otra punta del mundo

Mujer durmiendo en avión

Getty

Los vuelos fueron unas de las primeras vías de transporte que se cerraron al mundo cuando empezó la pandemia, sobre todo con los países donde parecía propagarse con más intensidad. 

A día de hoy, muchas de las restricciones impuestas —las cuarentenas para los recién llegados, los test de COVID-19 negativos o los pasaportes de vacunación— siguen siendo imprescindibles para pasar las vacaciones en muchas partes del mundo.

Acompañar a un familiar en el hospital

Pacientes hospitalizados con COVID-19.

REUTERS/Tyrone Siu

Dadas las probabilidades de contagio que supone la estancia en un hospital —aunque se intentaba aislar con las máximas precauciones a los casos de COVID-19— se prohibieron las visitas a los hospitales

Esta medida aplicaba sin miramientos a todos los pacientes, incluso a los que estaban más graves y llegaron a fallecer en el hospital.

Competir en deportes —o simplemente divertirte haciendo deporte con otros amigos o en equipo—

Futbolistas del Real Madrid y del FC Barcelona disputan un balón de cabeza.
Futbolistas del Real Madrid y del FC Barcelona disputan un balón de cabeza.

Paul Hanna/Reuters

Durante el primer año de la propagación del SARS-CoV-2 por todo el mundo no se recomendaba realizar actividades en grupo en las etapas de relajación de restricciones por los riesgos de contagio.

También se cancelaron las competiciones de las grandes ligas y hasta los Juegos Olímpicos, que se retrasaron durante todo un año.

Asistir a uno de los mejores conciertos de muchos artistas, desde Extremoduro hasta Green Day

Organizador de un festival de conciertos.

REUTERS/Jason Cairnduff

Las cancelaciones se extendieron también a los estrenos de cine, a los teatros y los conciertos más esperados del año.

Hay quienes se quedaron sin ver a Green Day en un país vecino, sin disfrutar de la última gira anunciada de Extremoduro o sin siquiera comprar las entradas de todos los últimos álbumes que habían salido. 

Ir al festival de moda

El festival de música Cruilla, que requería pruebas de antígeno, en Barcelona.
El festival de música Cruilla, que requería pruebas de antígeno, en Barcelona.

REUTERS/Albert Gea

 Los festivales no fueron menos. 

Se recuperaron muy lentamente a lo largo de 2021. Pero muchos de ellos también decidieron posponerse hasta nuevo aviso —o simplemente hasta que las mascarillas en interiores y los aforos ya no fuesen un requisito—.

Hacer rutas de senderismo planificadas para durante días en otro continente

NIños haciendo senderismo

Si vives cerca de los Pirineos, la ruta del Cares o los campos de Castilla, has de saber que fuiste una de las personas más afortunadas del mundo durante la pandemia. Y no sólo por el momento en el que llegó la desescalada y podías ir más allá de un kilómetro a la redonda de tu casa.

Hay quienes normalmente no sólo no viven cerca, sino que tienen que pasarse meses planificando una excursión que se quedó en el aire por culpa de la pandemia.

Vivir la vida moderna de la ciudad

mudanza, casa ordenada

De hecho, esta situación excepcional, que pilló a muchos en medio de la capital, también hizo a otros replantearse su calidad de vida en la gran ciudad

Lo que ha dado lugar a un considerable número de mudanzas de la ciudad al campo, el éxodo del revés.

Recibir pedidos hechos a medida en casa, como muebles, vestidos de boda...

Una pareja en el trastero de casa en medio de una mudanza.

Getty

La pandemia impulsó el consumo doméstico hacia un consumo de bienes. 

Pero cada vez tardaban más en llegar, porque la pandemia también saturó las cadenas de suministro —especialmente después de los meses más estrictos de confinamiento— por los cuellos de botella que surgieron a raíz de las restricciones de movimiento y de los cierres de fábricas en todo el mundo.  

Cenar con la familia en Navidad

Abuelo y nieta se abrazan en Navidad

Getty Images

Durante las primeras navidades en pandemia, sólo se podían reunir allegados y las restricciones de movilidad eran mucho más estrictas. Luego, impactaron en las mesas de Navidad las cuarentenas.

Los positivos en COVID-19 son más comunes en las temporadas de otoño e invierno, porque la gente se reúne en interiores poco ventilados, tal y como sucede con la gripe cada año. Y muchos se quedaron, el mismo 24 de diciembre, Nochebuena, con un test de antígeno positivo en mano encerrados en casa sin poder visitar a los mayores más vulnerables.

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