Solo el 60% de cada vaca se utiliza para comida; esto es lo que pasa con el 40% restante

El ganado es más conocido por la mayoría como solomillo, falda, costilla o simplemente carne de res. Pero lo que ves en la carnicería es solo una parte del animal. Aproximadamente el 60% se usa con fines alimenticios. El otro 40% termina usándose para fabricar pintalabios o combustible para aviones.

Comencemos con una de las partes más ubicuas: la grasa. La grasa que no termina en el carnicero se convierte en un producto llamado sebo. Los ácidos grasos del sebo le dan una consistencia pegajosa y aceitosa, que se agrega a la textura en algunas cremas corporales, cosméticos, jabones y pasta de dientes.

También se usan como lubricante en anticongelantes, líquidos de frenos hidráulicos y motores a reacción e incluso están siendo probados como biocombustibles para aviones en la Fuerza Aérea de EE UU. Pero impulsar aviones es solo el principio. También dependemos del ganado para ciertos medicamentos que salvan vidas, como la insulina. La insulina bovina es casi idéntica a la de los humanos. Entonces, el páncreas de vaca a menudo se usa para inyectar insulina a los diabéticos.

Del mismo modo, las glándulas suprarrenales se utilizan en ciertos medicamentos esteroides. El cartílago ayuda a fabricar medicamentos para las personas que sufren de osteoartritis y los pulmones se usan en anticoagulantes como la heparina.

Aparte de para la medicina, utilizamos restos de ganado para la cirugía plástica. El colágeno, del cuero, se purifica y se inyecta en la cara para una apariencia más joven. Pero, resulta que la cirugía plástica no es el uso más común para el colágeno.

Ese uso es para la gelatina, que está hecha de huesos de vaca hervidos y cuero. La gelatina le da esa textura gomosa distintiva a alimentos como ciertos malvaviscos, caramelos, gominolas y mermeladas. Hay más de 727.000 granjas de carne de vacuna en EE UU que sacrifican aproximadamente 30 millones de cabezas de ganado por año. Si bien solemos pensar en la carne que termina en la parrilla, las partes que ignoramos están presentes en nuestra vida cotidiana. 

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