Esto es lo que se juega Barcelona con el Mobile World Congress: 465 millones de ingresos para la ciudad

MWC Barcelona 2018

Los números hablan por sí solos de la enorme importancia del Mobile World Congress, cuyo impacto económico para Barcelona es indiscutible tanto a nivel de inversión como de empleo y, además, es una de las claves para que la ciudad se haya convertido en la nueva meca europea para cientos de startups que llevan por bandera la innovación y la tecnología.

La inestabilidad política de los últimos meses, sobre todo a raíz de la declaración de independencia, ha extendido las dudas sobre la continuidad de la feria en Barcelona, sede del evento desde el 2006. El fuego se aviva con el boicot institucional al Rey antes del Mobile World Congress, una situación que ha agita la calle en un momento en el que la ciudad recibe a miles de periodistas de todo el mundo. 

"La GSMA no es una organización política sino empresarial", subrayaba hace unos días Michael O'Hara, responsable de marketing de la GSMA, la asociación que se dedica a organizar el evento y que está formada por más de 800 operadores de telefonía móvil y 200 empresas del sector como Samsung, Huawei, Facebook, Microsoft, LG, Nokia, Qualcomm, Vodafone o Telefónica.

La GSMA ha firmado con Barcelona un contrato para la celebración del Mobile World Congress en la ciudad hasta 2023. No es ningún secreto que la organización está encantada con la ciudad, que además de ciertas ventajas fiscales le ofrece todo su músculo para acoger uno de los eventos mundiales más importantes del sector tecnológico, entre otras cosas por las dimensiones del recinto situado en Hospitalet y por el elevado número de plazas de alojamiento que ofrece la ciudad.

Todo esto en una de las ciudades más turísticas del mundo, con la playa a un par de pasos y un clima que siempre es un reclamo para los visitantes internacionales por mucho que se celebre a finales del mes de febrero. Eso sí, a lo largo de los últimos meses la organización ha dejado la puerta abierta a un cambio de aires si las circunstancias políticas repercuten en la feria, motivo por el que podrían romper el contrato que les une a Barcelona.

Esa situación, por ahora, no se ha producido porque el ruido de la calle no ha traspasado las paredes del recinto ferial: no hay noticias de que ninguna empresa haya decidido no acudir al evento por culpa de las tensiones políticas, algo que sí sería un problema mayúsculo para la organización. En cambio, para hablar del Mobile World Congress los políticos de uno y otro lado sí parecían ponerse de acuerdo con el objetivo de que la feria siga siendo un éxito hasta hace unas pocas semanas. 

«Barcelona lo tiene todo para ser un hub de referencia europeo que lidere los cambios tecnológicos», ha llegado a asegurar la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau. El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, pedía a principios de este mes que el Mobile World Congress funcione "bien" para  que sea un éxito y evitar que peligre su futuro en Barcelona.

Todo un caramelo para la ciudad

La organización prevé reunir a 2.300 expositores en el Mobile World Congress 2018, una cifra récord que en primer lugar supone unos ingresos cuantiosos para la GSMA, sobre todo si tenemos en cuenta el elevadísimo coste que supone montar un stand en la feria.

Por la moqueta del recinto ferial se pasearán más de 100.000 personas de 200 países diferentes, una cifra que no llega al nivel por ejemplo de FITUR pero que juega en otra liga en términos económicos: la propia GSMA cifra el impacto económico del Mobile World Congress 2018  directo e indirecto en unos 465 millones de euros, generando además alrededor de 13.000 puestos de trabajo temporales.

Estadística: Evolución del impacto del Mobile World Congress (MWC) en la economía de Barcelona de 2006 a 2017 (en millones de euros) | Statista
Las necesidades de una feria como el MWC son variopintas, con perfiles que van desde las azafatas de los stands hasta chóferes, arquitectos, informáticos, cocineros, técnicos audiovisuales o cientos de montadores para que todo salga a la perfección en una feria que apenas dura cuatro días pero tarda más de una semana en montarse.

El perfil del asistente al evento es una de las claves del alto impacto económico para la ciudad: más de la mitad de los que acuden al Mobile World Congress ostenta cargos de dirección en sus respectivas empresas y según la GSMA acudirán más de 6.100 CEO a la edición de este año.

Uno de los puntos de la ciudad que más nota el Mobile World Congress es el aeropuerto de El Prat, que por ejemplo el año pasado experimentó un aumento del 139% en el número de vuelos privados operados respecto a cualquier otra semana del mes de febrero.

Y, por supuesto, se nota a nivel de alojamiento. Según un estudio de la startup Hostmaker los precios del alquiler turístico se disparan un 260% sobre los precios de la temporada más alta. "En agosto la tarifa media por día es de 172 euros, mientras que durante el Mobile World Congress es de 448 euros diarios", explica la general manager de la compañía, Inés Nobre.

De hecho durante la feria las reservas turísticas en Hospitalet -la localidad en la que se ubica el recinto principal del MWC- son superiores a las de Barcelona. Airbnb, por su parte, estima que más de 45.000 personas utilizarán sus servicios para alojarse en la zona durante los días de la feria, lo que supone un impacto económico de 40 millones de euros y alrededor de 5 millones de ingresos para los anfitriones.

Aires de innovación

El MWC supone el 40% de los ingresos de la Fira de Barcelona según datos de El Periódico. Pero además es un negocio para la propia GSMA e incluso para las marcas que exponen en la ciudad ya que durante unos días concentran la atención mediática y empresarial de todo el sector.

Además, los expositores disfrutan de ciertas ventajas fiscales incluidas en el contrato entre la organización y la ciudad para albergar el evento según explica La Vanguardia que van de una deducción fiscal de hasta el 15% por inversión en publicidad hasta bonificaciones para personas físicas y ventajas todavía mayores para las personas que realicen donaciones a entidades sin ánimo de lucro.

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Pero el impacto del Mobile World Congress 2018 no se acaba cuando se quita el último stand de la feria, sino que los aires de innovación que han traído tanto los gigantes corporativos como las startups que acuden a la feria para garantizar su propia existencia han construido un entorno muy atractivo para la inversión.

Según la asociación Barcelona Tech City las empresas tecnológicas con base en la ciudad ya facturan más de 6.000 millones de euros al año y emplean a más de 10.000 personas, con empresas de la talla de King, Badi, Typeform o Red Points por bandera.

De hecho, de manera paralela al MWC ha crecido en Barcelona otra feria orientada específicamente a inversores y emprendedores, 4 Years From Now (4YFN), a la que se prevé que asistan este año más de 12.000 personas y que ya ha pasado a formar parte del MWC. 

Donde se celebrará en el futuro el MWC

Salvo que la situación política se complique -todavía más- Barcelona seguirá siendo la sede del Mobile World Congress hasta 2023.  "La ciudad de Barcelona funciona muy bien y queremos que continúe siendo la sede”, ha subrayado O’Hara en la semana previa a la feria.

Los rumores sobre los ofrecimientos de ciudades como París, Múnich o Milán se han intensificado en los últimos meses, aunque ha cobrado fuerza sobre todo la posibilidad de que el evento se traslade más pronto que tarde a Dubái, inmersa en la construcción de una megainfraestructura con 438 hectáreas de superficie para la Exposición Universal de 2020 que podría reutilizarse para albergar el MWC.

Y podría ser una alternativa inmediata si la situación política acaba saltando por los aires en Cataluña.

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