La Policía Nacional detiene a 20 personas en una redada contra una avanzada trama de distribución de pornografía infantil en Internet

Alberto Iglesias Fraga
Estafa ordenador policía
  • La Policía Nacional detiene a 20 personas en una operación con alcance nacional contra el tráfico de material pedófilo en Internet.
  • Los delincuentes usaban plataformas de almacenamiento en la nube para guardar y transmitir estos contenidos, ya que evitaban los límites físicos de otras unidades de almacenamiento y creían que impedían la localización por parte de las autoridades.
  • Entre los detenidos hay dos mujeres, un entrenador de fútbol base y un jubilado de Sevilla, algunos de los cuales tenían conocimientos autodidactas de encriptación.

Cualquier noticia relacionada con la pornografía infantil siempre es dura de contar, pero al menos cuando lo que tenemos que narrar es la caída de una red de intercambio de estos deleznables contenidos la sensación es algo más positiva. Un halo de optimismo en una arena tan oscura como ésta.

En ese sentido, esta semana hemos conocido que la Policía Nacional ha logrado desmantelar una compleja red de intercambio de pornografía infantil a través de servicios de almacenamiento en la nube. En total, los agentes han detenido a 20 personas (incluyendo un entrenador de un equipo de fútbol base de Barcelona y un jubilado de Sevilla) e investigado a otras diez en varias provincias de todo el país.

Además, en Zaragoza se detuvo a dos menores, de dieciséis años de edad. Durante el registro domiciliario, uno de ellos trató de borrar el contenido del material informático en donde se hallaban los archivos pedófilos buscados, teniendo que ser reducido por los agentes y posteriormente detenido. Y, también, se ha identificado a dos mujeres en Madrid y Málaga por posesión de material pedófilo. 

La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una red de intercambio de material pedófilo a través de Internet. Los agentes constataron que los implicados utilizaban plataformas virtuales de almacenamiento para su actividad delictiva, al tener una mayor capacidad que los terminales informáticos usados habitualmente.

Con el uso de las nubes de almacenamiento los pedófilos conseguían una mayor accesibilidad desde cualquier dispositivo, compartir los archivos con gran facilidad y borrarlos rápidamente si fuera necesario.

Además, esta práctica evita que sean localizados con facilidad en el caso de un registro policial o por personas de su entorno cercano, para lo que también empleaban técnicas de encriptado y ocultación cibernética.

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