3 cosas que debes saber antes de aceptar un préstamo preconcedido

Cómo funciona un préstamo preconcedido

Suena el teléfono, descuelgas sin mirar y ahí lo tienes. Es tu banco con 30.000 euros para ti sin necesidad de demasiadas explicaciones. Es un dinero que no has solicitado, pero no es fácil hacerle ascos a un caramelo. ¿Qué deberías hacer?

Esta es la duda razonable que los préstamos preconcedidos siembran en el común de los consumidores. Antes de responder deberías tener claras tres cuestiones.

Qué es un préstamo preaprobado, cómo funciona y sus riesgos.

Qué es un préstamo preconcedido

Los préstamos preconcedidos son los préstamos rápidos de los bancos. En este sentido no se diferencian tanto de lo que encontrarás en empresas especializadas como Cofidis o Cetelem, por ejemplo.

Lo que diferencia a los préstamos preaprobados de las ofertas de financiación tradicionales es la forma en la que se conceden y sus condiciones. Como norma general se trata de préstamos con importes limitados, que rara vez superan los 30.000 euros y que se conceden con una operativa más ágil de lo habitual.

Cómo funciona de verdad un préstamo preaprobado

¿Alguna vez te has preguntado por qué el banco confía tanto en ti como para prestarte 30.000 euros casi a ojos cerrados? La clave está en todos los datos que la entidad tiene sobre ti y tus finanzas.

Lo creas o no, la banca analiza cuestiones como tus ingresos y gastos o el saldo medio de tu cuenta para preparar sus ofertas. En el caso de los préstamos preconcedidos, se suelen ofrecer a clientes que cumplan las siguientes características:

  • Tengan cuenta abierta desde hace un tiempo.
  • Tengan dinero la cuenta y un buen historial con saldos favorables.
  • Tengan un buen historial crediticio, sin descubiertos en la tarjeta de crédito ni impagos.

Hay bancos que también limitan esta oferta a clientes con la nómina domiciliada y tarjetas del banco, porque así disponen de más datos para hacer la selección de clientes.

De forma resumida, los créditos preconcedidos son para clientes modelo con poco o ningún riesgo de impago. En otras palabras, personas que normalmente no van a necesitar ese dinero para nada.

El proceso de un préstamo de este tipo es relativamente sencillo y empieza con esa llamada, correo electrónico o SMS. Una vez aceptes tu solicitud pasará al departamento de riesgos, que evaluará tu perfil con algo más de detenimiento aunque de forma más rápida que en un préstamo al uso. Si aprueban la solicitud, tendrás el dinero en tu cuenta y podrás hacer con él lo que quieras.

Los riesgos de los préstamos preconcedidos

¿Y las condiciones del préstamo? Siempre debes preguntar por ellas. Nunca debes firmar sin saber la TAE de la oferta, comisiones de apertura o de estudio y, por supuesto, las comisiones en caso de que te retrases en un pago.

A la hora de decidir olvídate de la cuota mensual que vas a pagar. Ese es el primer dato que te darán en el banco, pero es el más irrelevante. Lo que de verdad importa es el tipo de interés del préstamo, que es lo que te permitirá compararlo con otras ofertas de financiación para saber si es cara o barata.

¿Conviene aceptar los préstamos preconcedidos? 

Este tipo de préstamos rápidos se conceden a clientes solventes que como norma general no necesitan el dinero y aprovechando el caramelo que supone saber que tienes hasta 30.000 euros para reformar la casa, hacer un máster… En este sentido lo primero que debes preguntarte es para qué vas a usar ese capital y si se trata de un gasto que no puede esperar.

Cualquier tipo de deuda te hará pagar de más por eso que vas a comprar. Si es la reforma de la casa, te saldrá más cara por los intereses y lo mismo ocurre con los estudios o ese viaje que quieres financiar. Además, en el caso de los préstamos preconcedidos los intereses no serán precisamente pequeños.

La mayoría de ofertas de préstamos preconcedidos cuentan con tipos superiores a los que puedes encontrar con un préstamo personal al uso. En cualquier caso, siempre es imprescindible que compares antes de aceptar.

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