Estos son los 3 errores más comunes que cometes al educar a tus hijos

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- Ser padres no es una tarea fácil y menos en todo lo que se refiere a educación de los hijos.
- Validar sus sentimientos, escuchar e imponer la autoridad desde un espacio seguro y empático, pueden ser las claves para mejorar tu relación con los más pequeños.
- Presta atención a los 3 errores más comunes en la educación de los hijos y cómo no caer en ellos.
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Nadie nace con un manual de cómo ser padre o madre bajo el brazo.
La educación de los hijos es de todo menos algo lineal, por lo que tampoco tendría mucho sentido aplicar las mismas normas para todos, pero quizás sí tener unas bases claras para reforzar vuestra relación y que sea lo más sana posible para ambos.
En la educación de los hijos no solo influye la función de los progenitores, sino todo un contexto social y educativo que interfiere en todo su proceso de crecimiento.
Existen ciertos aspectos que se pueden tener en cuenta a la hora e abordar la educación de los más pequeños. Estos son los errores que no debes cometer a la hora de educar a tus hijos:
1. ¿Cómo impones la autoridad?

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Los expertos psiquiatría infantil y juvenil de MiniMind, explican que la autoridad es importante, pero lo es aún más es lugar desde el que se enfoca.
Es decir, en lugar de imponer un modelo autoritario, en el que tu hijo o hija te hará caso porque si no lo hace tiene una repercusión negativa (utilizas algo punitivo), es decir, responde por miedo, intenta crear un vínculo seguro de autoridad.
Se va creando en situaciones de empatía, juego y experiencias positivas. "Esto permite que el niño obedezca, no por temor, sino porque se fía de ti. Aunque no me guste lo que me ordenan, lo hago porque sé que esta persona quiere cosas buenas para mí", explican en MiniMind.
2. No le quites hierro a algo que le preocupa a tu hijo/a

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Si es importante para ellos, escúchalos. No son 'cosas de niños', son preocupaciones que deben ser validadas.
'Validar' es escuchar con atención al otro/a, reconocer su emoción y hacerle saber que es importante, explican en MiniMind.
Si le quitas peso a sus sentimientos tu hijo pensará que no merece la pena hablar de esas emociones. Pero, en cambio, si recibe tu atención y con ello, se siente comprendido, incluso encuentre una solución a aquello que le preocupa, aprenderá de ello y se sentirá con la capacidad de resolverlo por él mismo cuando vuelva a ocurrir.
3. Tu hijo/a es independiente y no tiene por qué seguir tus pasos

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A veces los padres sienten un orgullo profundo por sus hijos, tanto, que intentan depositar en ellos frustraciones propias para que éstos las completen.
Esto no debe ser así, en el blog de Etapa Infantil, explican que un hijo nunca debe ser una extensión de uno mismo.
Es una persona independiente que tiene sus propias aspiraciones, gustos y sueños. Crear vínculos y compartirlos no tiene por qué suponer necesariamente que estos sean los mismos.
Tú puedes ser un gran aficionado del tenis e intentar que a tu hijo o hija también le guste, pero si no es así, abraza sus gustos, sean cuales sean, y refuérzale en esa decisión de seguir haciendo lo que le gusta.
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