3 formas rentables de invertir en sostenibilidad y medio ambiente

Un hombre vestido con traje en el campo.
  • Las llamadas inversiones responsables pueden hacerse a través de fondos especializados, índices o acciones.
  • Además del análisis financiero tradicional, hay carteras que incorporan aspectos sociales, ambientales o de gobierno corporativo.
  • Apostar por este enfoque no significa necesariamente sacrificar rendimientos, ya que ayuda a que las empresas o los fondos tengan mayor visibilidad y sostenibilidad a largo plazo.

"El desarrollo sostenible es aquel que responde a las necesidades actuales sin poner en riesgo la capacidad de las generaciones venideras de satisfacer las suyas propias". Así quedó definida la sostenibilidad en el informe Our Common Future en 1987, abriendo una nueva perspectiva que también ha llegado al mundo de la inversión.

Así, el principio de este movimiento en cadena surgió en el ciudadano, en la conciencia del respeto social y ambiental. Después se trasladó las instituciones y a los gobiernos, que en el camino hacia la soberanía energética descubrieron un aliado poderoso en la sostenibilidad.

A continuación, a las empresas, que detectaron esa preocupación en un consumidor que no sólo tiene en cuenta criterios económicos, y se dieron cuenta de la incidencia que asociarse o separarse de esos valores puede tener en su reputación. Es decir, de forma indirecta, también en su cuenta de resultados y en su cotización en bolsa.

Inversiones responsables

Finalmente, en la última década, esa perspectiva desembarcó en las carteras, incorporando aspectos sociales, medioambientales y de gobernanza a las inversiones, poniendo sobre la mesa la posibilidad de lograr ganancias de manera sostenible.

En otras palabras, una estrategia y un enfoque que se resume en lo que se ha dado en llamar inversiones responsables.

Apostar por la sostenibilidad

Obviamente, el criterio de la rentabilidad sigue siendo básico. Se trata de añadir valor a largo plazo y competir en el mercado de otra manera. ¿Cómo puedes efectuar esas inversiones responsables? Pues, básicamente, a través de fondos especializados, índices y acciones.

Te contamos 3 formas de invertir en sostenibilidad.

1. Los sellos ISR y ASG

En primer lugar, puedes apostar por emisiones de renta variable o fija con sello ISR (inversiones socialmente responsables) o que atiendan a criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) como una tipología diferenciada de inversión.

Con un enfoque activo y táctico, puede permitir a los inversores obtener beneficios y proteger rentabilidades. En este caso, al análisis financiero tradicional habrá que unirle los criterios ISR y ASG, etiquetas que sólo pueden lucir aquellos activos que encajen en los parámetros ya mencionados.

Los fondos de inversión representan, en general, una de las vías más prácticas para que el pequeño ahorrador se beneficie del conocimiento de expertos. Estos vehículos -aquí te contamos qué son y cómo funcionan los fondos de inversión- son una herramienta colectiva, ya que se juntan los ahorros de muchas personas, gestionados por profesionales que intentan obtener una buena rentabilidad.

En lo que se refiere a las inversiones responsables, esa cuestión es aún más relevante, dado que para los especialistas resulta más sencillo valorar esos criterios ISR y ASG.

2. Índices bursátiles de sostenibilidad

El Dow Jones Sustainability World Index (DJSI World) y el FTSE4 Good Global 100 Index son dos de los índices bursátiles de sostenibilidad más conocidos y valorados. De forma simplificada, se trata de indicadores que incluyen a miles de compañías que mezclan los buenos resultados financieros con el desarrollo sostenible en los aspectos ya citados.

Si quieres entrar en esos índices de sostenibilidad o en otros similares, puedes hacerlo, por ejemplo, a través de fondos de inversión o de un Exchange Trade Fund (que se traduce al castellano como fondo cotizado), más conocido por el acrónimoETF y cuyas ventajas respecto a las acciones puedes descubrir aquí.

3. Comprar títulos de empresas sostenibles

En último lugar, también tienes la opción de adquirir acciones de compañías que acrediten tener en cuenta la sostenibilidad, que consideren el impacto de su actividad sobre la vida humana y el planeta, y que, de alguna manera, sean activos en devolver a la sociedad parte de lo que ésta les ha dado previamente.

La clave desde el punto de vista inversor reside en la combinación del análisis financiero y el extrafinanciero en la formación de la cartera, agregando a los habituales puntos de rentabilidad, crecimiento, potencial y valoración de una empresa, cuestiones como el respeto al medio ambiente, la defensa de los derechos humanos, la implicación en la comunidad o el gobierno corporativo.

Finalmente, cabe destacar que, si te surge el temor de que las inversiones responsables puedan mermar tus beneficios, realmente no tiene por qué ser así. De hecho, invertir considerando el enfoque ISR o ASG no significa necesariamente sacrificar rendimientos, ya que esa perspectiva ayuda a que las empresas o los fondos tengan mayor visibilidad y sostenibilidad a largo plazo.

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