3 motivos psicológicos por los que no duermes bien (y cómo remediarlo)

Andrea Núñez-Torrón Stock
| Traducido por: 
Dormir bien

Existen numerosos hábitos enemigos del sueño reparador que deberías intentar corregir para no amanecer al día siguiente exhausto, con ojeras,  falta de concentración, jaquecas, ansiedad o nerviosismo. Dormir es esencial para tu cuerpo y mente, exige una rutina definida de sueño acorde a tus ritmos circadianos, un número mínimo de horas -que en la población adulta se estiman entre siete y ocho-, una postura adecuada y un contexto propicio de descanso, sin tecnología ni ruido, tranquilo y cómodo.

Pese a que una enfermedad, tener que trabajar, un viaje nocturno, los efectos del Jet Lag o algún tipo de problema físico puedan estar tras la pérdida de horas de sueño, en muchas ocasiones son los motivos psicológicos los responsables de lastrar tu descanso. Ahondamos en las principales razones y pensamientos que no te dejan dormir, y cómo remediarlos antes de sufrir en tu propia carne sus devastadoras consecuencias.

Tienes mil preocupaciones en la cabeza

La presión profesional es uno de los principales motivos de dormir mal –y también de la aparición de problemas como el estrés o la ansiedad-. Si en cama no le paras de dar vueltas a los correos electrónicos sin responder, a la próxima deadline del proyecto que debes entregar como freelance, a la reunión de mañana o a la bronca que te ha caído de tu jefe, es normal que no puedas alcanzar el descanso adecuado.

Es importante respetar tu tiempo libre y de descanso, comunicarte de forma más clara sobre tus límites y habilidades en el trabajo, renegociar plazos en la medida de lo posible, delegar tareas, apostar porque la planificación sea un esfuerzo de equipo y tienes empleados a tu cargo, hablar abiertamente y fomentar el trabajo colaborativo. Te recomendamos escribir un diario de gratitud y dedicar un rato a la meditación antes de dormir.

Necesitas un descanso urgente

Si llevas semanas sin disfrutar siquiera de un pequeño rato de ocio, te has echado a la espalda jornadas maratonianas de trabajo o tienes excesiva dependencia de la tecnología, puede que tu cuerpo te esté pidiendo a gritos un poco de descanso y un rato lúdico para ti mismo.

Retoma un hobby, practica deporte a diario, haz yoga antes de dormir, disfruta de una buena sesión de cine, programa pequeños descansos en tu agenda diaria -en los que optarás por ignorar el smartphone-, mejora tu organización a través de métodos o herramientas como las listas, utiliza técnicas como Kanban y Pomodoro y descárgate alguna aplicación para optimizar tu tiempo. Es importante poner el reloj de tu parte para dedicarte tiempo a ti mismo.

Existen dilemas que resolver

Puede que estés pensando en cambiar de trabajo, te encuentres en situación de desempleo, quieras atreverte a lanzar un nuevo proyecto, experimentes un bloqueo creativo o tengas problemas para conciliar tu vida laboral con la familiar. Sea como fuere, estar en una época de transición puede alterar tus hábitos de sueño.

Escribe listas de pros y contras, intenta aclarar tus propósitos a corto, medio y largo plazo, busca tu pasión, haz pruebas de ensayo y error, evalúa los riesgos, pide consejo e intenta relajarte antes de dormir mediante técnicas como la de visualización, el escaneo corporal o la respiración profunda. 

[Fuente: Inc]

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.

Etiquetas: