3 movimientos financieros que hacer si te despiden

Una mujer trabaja en una oficina
  • La caída de ingresos al quedarte sin trabajo puede llevarte a tomar malas decisiones.
  • Si estás ahorrando, deberías seguir haciéndolo aunque bajen tus ingresos
  • Hay pocos momentos mejores para revisar tus gastos y recortarlos.
  • La indemnización por despido puede ayudarte a cambiar tu vida profesional.

¿Y ahora qué? La pregunta resume el primer pensamiento que se te pasa por la cabeza cuando te dicen que estás despedido. Perder el trabajo no es plato de buen gusto, pero tampoco tiene por qué ser el fin del mundo.

Las dos mayores preocupaciones al quedarte sin trabajo son el dinero y la carrera profesional. En ambos casos, el despido puede ser una oportunidad para avanzar hacia tus metas. La clave está en no entrar en pánico, ni dejarse que las necesidades más inmediatas nublen tu juicio.

En este sentido, hay tres movimientos financieros que puedes hacer si te despiden y que te ayudarán a corto y a largo plazo.

1. Seguir ahorrando, si ya lo estabas haciendo

Al perder el trabajo tus ingresos se reducen. Vas a cobrar el paro, pero lo que recibas siempre será menor que tu salario. Una de las soluciones inmediatas que se te pasarán por la cabeza es dejar de ahorrar. Debes evitarlo a toda costa.

Lo más complicado de ahorrar es empezar a hacerlo. Por eso mismo, si ya ahorras, sigue haciéndolo, sobre todo si ahorras de forma automática con una transferencia a otra cuenta corriente a principio de cada mes.

Si dejas de ahorrar, es fácil que después encuentres excusas para no volver a hacerlo. Además, si lo que te preocupa es que ahora ganas menos, hay otras formas de recuperar el equilibrio en tus finanzas personales. En esa línea se mueve el segundo consejo sobre dinero para quienes han perdido su trabajo.

2. Aprovechar para poner en orden tus finanzas

Ahora que no tienes trabajo es el momento ideal para revisar tu presupuesto, ver cuáles son tus gastos y tomar medidas al respecto. Como ingresas menos dinero, vas a estar más motivado para recortar gastos que no consideres imprescindibles o que realmente no te importen tanto.

El error que cometen la mayoría de personas es empezar por los gastos variables, los que tienen que ver con el ocio. En lugar de eso, empieza por tus gastos fijos, sobre todo los que pueden suponer un ahorro inmediato.

A modo de ejemplo, revisa si puedes ahorrar en la factura de la luz cambiando de compañía, actualizando tu tarifa o reduciendo la potencia contratada –aquí puedes ver cuánta necesitas-. Sigue con lo que pagas por el móvil, internet y televisión, el gasto en seguro o en suscripciones que no utilizas.

La ventaja de recortar esos gastos fijos, es que muchos de ellos no tienen un impacto directo en tu día a día ni en tu estilo de vida.

Para que lo entiendas mejor, seguramente te de igual tener la electricidad contratada con Endesa o con Repsol porque ninguna te aporta un gran valor añadido. Sin embargo, renunciar al cine del viernes o a salir a tomar algo el fin de semana, sí que tiene un impacto real en tu vida y en tu felicidad.

3. No desperdiciar el dinero de la indemnización

Salvo que tu despido haya sido disciplinario te corresponderá una indemnización por despido más el finiquito. Ese dinero puede marcar la diferencia a largo plazo si sabes aprovecharlo.

Hay dos cosas que puedes hacer con el dinero de la indemnización. La primera es utilizarlo para impulsar tu carrera profesional. En otras palabras, puedes invertirlo en tu formación. Ahora que estás en paro, tienes tiempo y encima tienes liquidez, puede ser el momento de cursar ese máster en el que llevabas tiempo pensando

En cualquier caso, no se trata de gastar la indemnización en cualquier curso, sino de pararte a pensar detenidamente cuáles son tus metas profesionales y qué másteres pueden ayudarte a lograrla. Y es que ganarás más o menos según el máster que estudies.

La segunda cosa que puedes hacer es aprovechar la indemnización para generar libertad financiera. Aunque en realidad no hace falta mucho dinero para invertir, una buena cantidad inicial siempre hará que el efecto del interés compuesto funcione mejor.

Para que lo entiendas mejor, si inviertes los 10.000 euros de la idemnización y los 100 euros que vas a seguir ahorrando todos los meses, al cabo de 20 años tendrás 68.629 euros con un perfil moderado y 29.157 euros serán sólo intereses.

¿Es el mejor momento para invertir estando en paro? Si te haces esa pregunta piensa que sólo estás sin trabajo de forma coyuntural y que tus necesidades a largo plazo van a seguir siendo las mismas. Es decir, vas a seguir necesitando un complemento para tu jubilación, entre otras cosas.

Por último, un error muy habitual es usar el dinero de la indemnización e incluso el del paro para emprender. Quedarte sin trabajo puede ser el impulso que necesitabas para crear tu propio negocio, pero no deberías hacerlo si no cuentas con más recursos que ese dinero. Y es que emprender sin un colchón adecuado es uno de los errores más habituales al crear una empresa.

Sigue estos tres pasos y habrás convertido tu despido en una oportunidad para mejorar tu situación financiera.

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