Los 3 peores consejos que me han dado sobre cómo blindar mis finanzas contra una recesión

Jen Glantz.

Cortesía de Jen Glantz

  • Pedí consejo a amigos y expertos sobre cómo preparar mis finanzas para una recesión en 2023.
  • Algunos de sus consejos no encajaban bien conmigo como autónoma y empresaria.
  • No me voy a comprar una casa, dejar de ahorrar para la jubilación ni abrir nuevas tarjetas de crédito para mis gastos.

A principios de este año, cuando empecé a oír hablar de una posible recesión económica en 2023, me vi consumido por la búsqueda de formas de poner mis finanzas a prueba de recesiones.

Después de hablar con varias personas, desde amigos hasta asesores financieros, empecé a darme cuenta de que algunos de los consejos que recibía no servían para todos los casos y que, en mi situación, podrían perjudicar mis finanzas más que protegerlas. No eran malos consejos para todo el mundo, pero sí eran malas recomendaciones para mí.

Estos son los 3 peores consejos que me han dado sobre cómo blindar mis finanzas a prueba de una recesión y lo que decidí hacer en su lugar.

1. Comprar una casa

Un asesor financiero analizó mi cartera de inversiones y se dio cuenta de que tenía mucho dinero en efectivo. Me recomendó que utilizara el 75% del dinero que tenía en mi cuenta de ahorros y en certificados de depósito (CD) a punto de vencer para comprar una casa y no tener que pagar un alquiler todos los meses.

En su opinión, utilizar ese exceso de efectivo (que incluía mi fondo de emergencia y la mayor parte de mis ahorros) para invertir en bienes inmuebles era una forma de hacer crecer mi dinero durante los próximos 10 años.

 

Pero como empresaria y autónoma con ingresos variables, tener mucho efectivo en una recesión me parece un método más seguro. Si la recesión económica afecta al número de clientes con los que puedo trabajar cada mes, disponer de un fondo de emergencia para pagar las facturas me permitiría evitar las deudas.

Lo que haré en su lugar: Utilizar el dinero que tengo en efectivo y encontrar formas de bajo riesgo de hacerlo crecer, al tiempo que lo mantengo en una situación de mayor liquidez que la que tendría en el sector inmobiliario. 

 

Por ejemplo, con la subida de los tipos de interés de los CD, pienso invertir una gran parte del dinero del que dispongo en CD escalonados, comprando certificados a 3, 6, 9 y 12 meses al 4%. De ese modo, ese dinero puede crecer en diferentes fechas de vencimiento, y estar a mi disposición por si necesitara pagar facturas o ayuda financiera en caso de emergencia durante una recesión. 

También pienso mantener el dinero en una cuenta de ahorro de alto rendimiento, donde actualmente gana una tasa de rendimiento anual de 3%. 

Aunque una inversión a largo plazo en bienes raíces podría hacer que este efectivo creciera más, el riesgo asociado y la falta de acceso a los fondos me lleva a pensar que no es la mejor decisión para mis finanzas este año.

2. Dejar de aportar a la cuenta de la jubilación

Después de pasar mis 20 años sin tener una cuenta de jubilación o ahorrar dinero para el futuro, me he puesto como objetivo personal pasar mis 30 años poniéndome al día y haciendo contribuciones mensuales regulares a mi plan para la jubilación (SEP IRA).

Por eso, cuando un amigo, que también es empresario, me cuenta que va a poner en pausa todas las aportaciones para su jubilación durante 2022 y 2023 para utilizar ese dinero en otras cosas, como pagar facturas e invertir en oportunidades a corto plazo como CD y letras del Tesoro, supe que no tenía sentido que yo siguiera ese consejo.

Lo que haré en su lugar: En vez de aportar una cantidad fija cada mes, voy a aportar un porcentaje de mis ingresos de ese mes. Si hay un mes en el que no tengo ingresos, seguiré aportando una pequeña cantidad que sacaré de mi fondo de emergencia. De ese modo, puedo seguir invirtiendo en mi futuro y hacer que ese dinero se acumule con el tiempo.

3. Tener más tarjetas de crédito al 0% TAE

Hace poco, un familiar compartió conmigo una lista de ofertas de tarjetas de crédito al 0% TAE disponibles este mes y me dijo que, ante una posible recesión en 2023, lo más inteligente es conservar el dinero en efectivo y cargar todas las compras y gastos a estas tarjetas de crédito

Su argumento era que podría necesitar el dinero en efectivo para hacer frente a emergencias, y con una TAE del 0% durante 12 o 18 meses, podría pagar cualquier compra con la tarjeta de crédito a largo plazo sin acumular intereses.

 

Este consejo me pareció un poco peligroso, sobre todo porque no quiero volver a tener deudas con las tarjetas de crédito. Ni quiero tener la mentalidad de que puedo cargar todo a una tarjeta de crédito y pagar la deuda más tarde, aunque sea al 0% de interés.

Lo que haré en su lugar: Quiero entrar en una posible recesión con la mentalidad de que tengo que ceñirme a un presupuesto estricto, ahorrar más de lo que gasto y comprar sólo los artículos esenciales que pueda permitirme en ese momento. 

Cualquier gasto extraordinario puedo sacarlo de mi fondo de emergencia. De este modo, no tengo que asumir ninguna potencial deuda para el futuro, aunque disponga de 12 o 18 meses para averiguar cómo pagarla.

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