La edad es un factor que ralentiza el metabolismo pero no es determinante: 15 maneras de seguir en forma después de cumplir los 40

Deporte al aire libre

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  • Sí, tu metabolismo y todo lo que este controla en tu cuerpo se ve ralentizado según vas cumpliendo años, pero eso no determina tu estado físico. 
  • En vez de culpar a la edad y quejarte por ello, adopta una posición de consciencia de tu cuerpo, lo que necesita y lo que está en tu mano para hacerte sentir bien. 
  • Puedes comenzar por estos 15 consejos para perder peso y mantenerte sano después de los 40. 
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Cuando eres adolescente o acabas de entrar en la edad adulta, parece que no hay reto al que no puedas someter a tu cuerpo. Si quieres perder peso basta con reducir tu ingesta de calorías o ir un poco más al gimnasio, pero pasada cierta edad, tu metabolismo se ralentiza. 

Lo más importante es entender que el metabolismo no solo está relacionado con la alimentación, de hecho controla la temperatura corporal, la circulación, el funcionamiento del cerebro, de los nervios e incluso la contracción de los músculos.

Por eso, hay muchos factores que dependen de él y que están interrelacionados entre sí. Es importante poner el foco en las actividades que se realizan cuando se alcanza una edad adulta. La obligaciones, familia, el tiempo que se pasa sentado trabajando o coger el coche con frecuencia para llegar a todo. Lo que antes hacías caminando, ahora es imposible. 

Si quieres quemar grasa más rápido, olvídate del ejercicio cardiovascular y dedica más tiempo a las pesas, aconsejan los entrenadores

Eso también determina que cuando vas cumpliendo años, sientes que engordas o te dejas, y la mayoría de las veces no es culpa de tu metabolismo (pese a que sí influye), es simplemente que no tienes el tiempo para ti que tenías antes. 

Por ello, focaliza en qué está en tu mano para cambiar y apunta estos consejos para verte increíble tengas, 20, 30, 40 u 80 años: 

1. Pásate a los ejercicios con peso

Pesas

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Salir a caminar o ir a clases colectivas en el gimnasio (lo que se conoce como entrenamiento de cardio) está bien, pero si no sometes a estímulos nuevos de resistencia a tu cuerpo, no va a esforzarse de más, por lo que no va a mejorar. 

Desarrollar algo de músculo con una rutina de entrenamiento con pesas, es decir, entrenamiento de fuerza, puede matar dos pájaros de un tiro: quemará calorías haciendo los ejercicios y una investigación publicada en el Journal of Applied Physiologyrevela que, aunque la pérdida de peso a menudo se asocia con un metabolismo más lento, las personas que integraron el entrenamiento de resistencia a su rutina mejoraron su tasa metabólica en reposo. 

2. Escribe un diario

Diario

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Al menos mientras estés empezando, luego naturalizarás los procesos y te saldrá solo. Pero al principio, escribir en un diario lo que comes hará que puedas analizar en qué estás fallando, por ejemplo, con la ayuda de un profesional. Es decir, quizás creías que cierta comida era perfecta para bajar de peso, pero lo cierto es que no. 

3. Di un rotundo no a los edulcorantes y endulzantes artificiales

edulcorantes

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Hay una única verdad respecto a esto y es que no los necesitas. El paladar también se "entrena" y si lo acostumbras a sabores increíblemente dulces va a seguir exigiendo ese grado todo el tiempo. Cuanto antes acostumbres a tu paladar a sabores naturales, antes te desintoxicarás de estos edulcorantes. 

Sin ir más lejos una investigación de la Universidad de Yale vinculaba el consumo de edulcorantes con un mayor índice de obesidad.

4. Los horarios son buenos

Horarios

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Mantener un horario de alimentación regular podría ser la clave para controlar tu peso. Seguir una rutina de alimentación constante también puede ayudarte a combatir esos pequeños atracones o esas comidas impulsivas llenas de antojos. 

5. Toma calcio

calcio

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Los resultados de un estudio realizado en la Universidad de Tennessee, Knoxville, revelan que las personas obesas que consumieron más calcio (a través de 3 raciones de yogur ) perdieron 4 kilos más de grasa corporal en un período de 1 año. Además, aumentar la ingesta de calcio puede ayudar a tus huesos ayudándote a estar más sano y con más fuerza para afrontar el ejercicio y el día a día.

6. Pásate a lo integral

Integral

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Ya se ha hablado en numerosas ocasiones de por qué las harinas blancas no son buenas. Gracias al enriquecimiento de la información respecto a nutrición hay muchos más productos y más saludables al alcance de todos.  

Por ello, no hay excusa para no pasarte a lo integral. Los granos integrales son más ricos en fibra, lo que no solo te ayudará a mantenerte satisfecho por más tiempo, sino que también puede ser un medio eficaz para combatir los efectos de la menopausia (en el caso de las mujeres) sobre la hinchazón del vientre.

7. Bebe más agua

Agua

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Cuando se trata de perder peso, lo que bebes es tan importante como lo que comes. Un estudio de 2016 publicado en el Journal of Human Nutrition and Dietetics revela que las personas bien hidratadas consumieron hasta 206 calorías menos cada día. 

8. No te olvides de la proteína

Proteína

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La proteína es la mejor aliada de la recuperación de los músculos. Y unos músculos fuertes acompañados de un estilo de vida saludable limitan la retención de grasa. No existe una única manera de consumirla y no solo se encuentra en la carne, así que no hay excusa. 

9. Revisa tu consumo de alcohol

Alcohol

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Con la edad, los planes sociales suelen estar cargados de eventos donde se consume alcohol. Debes revisar este tipo de ocio y si tienes compromisos, lo mejor es que optes por pedir bebidas 0,0 o simplemente agua. No seas víctima de la presión social. 

10. Duerme bien

duerme bien

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El descanso es fundamental para el correcto funcionamiento de tu organismo. Los resultados del Nurses Health Study revelan que, entre un grupo de 60.000 mujeres estudiadas durante 16 años, las que dormían 5 horas o menos por la noche aumentaron su riesgo de volverse obesas en un 15%. 

11. Mantente ocupado

Sudoku

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Cuando estás haciendo cosas concentrado tu mente focaliza en la actividad que realizas y no siente ese estímulo de "comer por comer". Los expertos además recomiendan que la actividad suponga tener las manos ocupadas, pintar, tejer, hacer sopas de letras, origami... Lo que quieras, pero que mantenga tu mente alejada de la gula.

12. Stop distracciones al comer

Distracciones al comer

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Una revisión publicada en el American Journal of Clinical Nutrition revela que las personas que realizaban sus comidas mientras miraban la televisión comían un 10% más que las que se concentraban en su comida. 

Sé consciente de lo que pones en tu plato y de cuánto debes comer. 

13. La salud mental es la base para poder estar bien por fuera

Salud mental

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Pese a que es una obviedad, la mayoría de la gente se preocupa más de su aspecto físico que de su estado mental o emocional, y el estrés, la ansiedad o la depresión están íntimamente relacionados con la alimentación emocional. 

Analiza cómo estás por dentro para potenciar lo mejor que puedas dar hacia fuera. 

14. No te prohíbas alimentos

Señal de prohibido

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Es un sinsentido comer bien una semana de una manera súper estricta y eliminando ciertos alimentos de tu dieta, ya no solo los dulces ultraprocesados, sino alimentos que necesitas como los carbohidratos, para perder peso. 

Lo estarás haciendo de manera obligada y sin un plan a largo plazo y eso conlleva atracones y efectos rebote. 

Nútrete, relaciónate bien con la comida y no te castigues. Si hoy te has pasado comiendo, compensa haciendo algo de ejercicio, muévete y retoma al día siguiente con tu nutrición saludable. 

15.  Cuida tus expectativas

Feliz

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¿Qué metas te pones a ti mismo o misma? ¿Son reales? ¿Puedes tener el mismo cuerpo que cuando tenías 20 años? 

Lo primero, no tengas prisa por adelgazar, porque no es tu fin o meta. Adelgazar es una consecuencia en el camino, con la que vas a sentirte bien y más sano dentro de un proceso mucho más grande que es llevar un estilo de vida saludable.

Háblate bien, mímate y entiende en qué momento vital estas. Date tiempo y sé consciente de las cosas positivas. Los procesos duraderos normalmente llevan más tiempo, pero se mantienen en el largo plazo. 

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