Este es el ingenioso método que están usando las empresas de EE.UU. para evitar los peores efectos de la guerra comercial de Trump

Esto no le va a gustar al presidente de EE.UU. Donald Trump
Esto no le va a gustar al presidente de EE.UU. Donald TrumpWin McNamee/Getty Images
  • Las empresas estadounidenses podrían haber encontrado una ingeniosa manera de regatear los aranceles que ha impuesto su presidente, Donald Trump, a la importación de productos chinos.
  • Paul Donovan, de UBS, desvela que algunas compañías están canalizando sus importaciones desde China a Estados Unidos través de sus filiales en el extranjero.
  • Esto les permite importar desde el gigante asiático sin tener que pagar los aranceles del 25% sobre los productos chinos.
  • No hay apenas pruebas concretas de estas prácticas, pero hay señales claras de que está sucediendo, según Donovan.

Las empresas estadounidenses podrían haber encontrado una forma ingeniosa de regatear los aranceles impuestos por el presidente de EE.UU. Donald Trump a la importación de productos chinos y de paso evitar el impacto financiero que suponen estas tasas aduaneras del 25%.

Según un artículo de Paul Donovan, el economista jefe a nivel global de UBS Wealth Management, algunas compañías estadounidenses están canalizando sus importaciones de China a través de sus filiales en el extranjero, en países como por ejemplo Canadá, antes de que importarlas definitivamente a EE.UU.. Esto permite a las empresas seguir importando desde China sin tener que pagar más aranceles.

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Este es el párrafo más importante del artículo de Donovan (las negritas las ponemos nosotros):

"Una empresa estadounidense que importa interruptores eléctricos desde China está obligada ahora a pagar la nueva tasa comercial. Una empresa estadounidense que importe algo desde una filial canadiense que incluya interruptores chinos no tiene que pagar la nueva tasa.

"Si las compañías estadounidenses trasladan una parte de su manufactura al extranjero, siempre que sea un país que no sea China, se evita el pago de aranceles. Lo cierto es que EE.UU. está importando interruptores chinos al mismo ritmo que siempre. Pero ahora vienen empaquetados como otra cosa y ese paquete ha sido fabricado en un país que no es China".

Esta manera de regatear los aranceles es más efectiva, según Donovan, en multinacionales con sede en EE.UU., dado que la naturaleza de estas empresas es contar con oficinas y fábricas por todo el mundo. Para estas compañías, trasladar pequeñas partes de su proceso de producción a varias fábricas es un proceso relativamente simple.

Además, es difícil de detectar, lo que significa que es improbable que se refleje en los datos oficiales.

"En muchos casos, sin embargo, no es todo el proceso de producción el que cambia de ubicación, sino solo una parte de él", escribió.

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"En torno al 40% de todo el comercio global se realiza a través de compañías multinacionales. Estas empresas tienen por definición fábricas en más de un país. No es fácil detectarlo en las estadísticas".

Esto quiere decir que no hay pruebas concretas que respalden la teoría de Donovan, pero hay pistas muy claras de que está sucediendo.

"Las exportaciones de interruptores eléctricos chinos a Canadá se han incrementado significativamente tras la aprobación de los aranceles, al tiempo que las importaciones estadounidenses caían" añadió. "Otros productos han registrado aumentos similares en la demanda canadiense. Los modelos de comercio surgidos después de la aprobación de aranceles en julio son realmente sugerentes".

Hasta ahora, EE.UU. y China se han enfrascado en una escalada de aranceles mutuos que acumulan un valor total de 360.000 millones de dólares (unos 316.400 millones de euros), con EE.UU. actuando como el agresor y Trump ha amenazado varias veces con imponer aranceles a todas las importaciones estadounidenses desde China, valoradas en torno a 500.000 millones de dólares (sobre 440.000 millones de euros).

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