Un 40% de los parados no cobra prestación por desempleo, la peor cifra desde 2018, después de que los ERTE elevasen la tasa de cobertura al 134% hace 12 meses

El impacto del coronavirus en el mercado laboral, que durante la pandemia se ha medido tanto por la evolución de las tasas de desempleo, de afiliación a la Seguridad Social y de ingreso en el régimen de los ERTE, comienza a reflejarse en las prestaciones que están percibiendo los parados durante los primeros meses del año, o más bien en cuántos de ellos han dejado de cobrarlas o no han cotizado lo suficiente como para percibirlas.

En concreto, la proporción de desempleados con derecho a prestación, la denominada tasa de cobertura, ha caído al 59,6% en abril, su nivel más bajo desde el 58,2% que registró en 2018 y los niveles de entre el 55% y el 56% que alcanzó entre 2015 y 2017, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) recogidos por La Información, que destaca que un 40% de los parados no cobran ninguna prestación.

Esas cifras implican que, de los 3,9 millones de parados que figuraban en los registros del SEPE el mes pasado, en torno a 1,7 millones no reciben ningún subsidio por desempleo, ya sea por haber agotado el tiempo cotizado que da derecho a percibirlas o porque no habían acumulado cotización suficiente para acceder a esas prestaciones, lo que revela el impacto a largo plazo del coronavirus en los parados de larga duración y los colectivos con mayor precariedad laboral.

No obstante, de los 2,17 millones de desempleados que perciben prestación actualmente, menos de la mitad, en torno a 1 millón de parados, cobra una ayuda contributiva en función de lo cotizado, mientras que los 1,16 millones de desempleados restantes perciben alguna de las 8 prestaciones no contributivas de nivel asistencial, como las ayudas para mayores de 52 años, los subsidios por cotización insuficiente o la renta activa de inserción, según el digital.

Este gráfico explica cómo los ERTE han ayudado a que se destruya menos empleo durante la pandemia que en la crisis financiera de 2008

El Gobierno ha incluido en su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia una medida para unificar esas 8 prestaciones de desempleo no contributivas en un único subsidio de 452 euros que percibirán los desempleados que hayan agotado sus prestaciones contributivas a partir de 2022, cuando empezará a implantarse esta medida, segúnEl Periódico, que señala que esta reforma implica suprimir la reducción de la prestación de paro al 50% a partir del sexto mes cobrándolo.

Por otra parte, el descenso de la tasa de cobertura a su nivel más bajo en 3 años se produce justo 12 meses después de que esta tasa alcanzase su máximo histórico con una cobertura del 134%, debido a la inclusión en el sistema de los trabajadores incluidos en ERTE, que no están desempleados pero perciben prestaciones no contributivas mientras sus empresas les mantienen en este régimen de suspensión temporal de empleo.

Así, la tasa de cobertura se ha ido reduciendo paulatinamente desde el 134% de abril de 2020 al mismo ritmo que han ido disminuyendo las cifras de afectados por ERTE y que el mercado laboral ha vuelto a crear empleo, pasando a un 109% en junio, un 71% en septiembre y octubre, para situarse a partir de diciembre por debajo de sus registros previos a la pandemia con un 63% y moverse entre el 64% de enero y el 59% de abril desde el inicio de 2021.