5 formas en las que ascender hizo mi vida más difícil de lo que había llegado a imaginar

- Un ascenso en el trabajo a menudo trae estatus, poder y, con suerte, un aumento de sueldo.
- Pero también puede conllevar desventajas, como trabajar más horas.
- Aquí hay cinco cosas que no esperaba que vinieran con un ascenso de trabajo.
A menudo pensamos que una promoción traerá más dinero, éxito y estatus, pero hay también inconvenientes en casi cualquier ascenso.
Es posible que te obligue a trabajar más horas. Los problemas que solían ser problemas de otros ahora son tuyos. Y gestionar a los demás puede ser difícil.
Una vez conseguí un ascenso con el que pasé a dirigir un nuevo departamento en una pequeña empresa. El cambio me llevó a afrontar muchos retos interesantes y aumentó mi autoestima, pero también hubo momentos muy duros.
A continuación, los cinco ámbitos en los que ese ascenso hizo mi vida más difícil:
1. Tenía que luchar por mí misma
Antes de mi ascenso, tenía un gran jefe. Me protegía de la dirección, me apoyaba en mi trabajo, me dio oportunidades, y, en general, me cubría las espaldas.
Con el ascenso, pasó a ser mi compañero, y podíamos compadecernos de lo difícil que era ser jefes en esta compañía, pero ya no podía protegerme. Ahora me tocaba a mí hacer frente a los peces gordos y luchar por mi departamento.
2. Trabajaba (aún más) de más
Ya trabajaba muchas horas extra sin pagar, pero aumentaron cuando me ascendieron. Cuando había problemas, mis fines de semana desaparecían. Nunca desconectaba. Necesitaba estar ahí para el cliente, a cualquier hora del día, de la noche o del fin de semana.