Prevenir el envejecimiento: estos son los hábitos alimenticios que debes evitar si quieres envejecer de manera saludable

envejecer

Getty Images

El envejecimiento de la población es uno de los fenómenos sociales de mayor impacto de este siglo. Según la OMS, en el siglo XX se produjo una revolución de la longevidad. La esperanza media de vida al nacer aumentó 20 años desde 1950 y llegó a 66 años, y se prevé que para el año 2050 haya aumentado 10 años más.

Pese a que la esperanza de vida haya aumentado, el envejecimiento sigue siendo el mismo, la suma de todos los cambios que se producen en el ser humano con el paso del tiempo y que conducen a un deterioro funcional y a la muerte

El término comprende aquellos cambios que se producen en cualquier célula o sistema orgánico en función del tiempo, independientemente de cualquier influencia externa o patológica como la enfermedad. Es decir, es inevitable

5 razones por las que pasarte al queso 'cottage'

Pero que sea inevitable no quiere decir que no pueda ser llevado de la mejor manera posible, es decir, existen actividades que propician un envejecimiento peor, más dañino para el organismo y otras que lo previenen.

Para poner en contexto lo que ocurre en tu cuerpo cuando envejece es que los telómeros (los extremos de los cromosomas cuya función principal es proteger el material genético que porta el resto del cromosoma) se acortan. 

A medida que las células del cuerpo se van dividiendo para multiplicarse y así ir regenerando tejidos y órganos, estos se van haciendo más cortos hasta que ya no pueden proteger el ADN. 

Ahora bien, entre esos factores que pueden acelerar o no el envejecimiento, uno de los que tienen mayor impacto es la nutrición. Los alimentos y productos que proporcionas a tu cuerpo tienen un impacto directo sobre este, y algunos, son muy negativos. 

Estos son los hábitos alimenticios más perjudiciales para el envejecimiento:

1. Consumir alcohol

El mito de que el alcohol es bueno (una copa de vino tinto al día o incluso una cerveza después de un entrenamiento) es completamente falso. Que pueda llegar a tener algún beneficio por la procedencia de sus ingredientes, como la uva, no le confiere ningún poder sobre el organismo. 

Sobre todo porque la balanza entre sus propiedades positivas contra las negativas, se inclina muchísimo hacia esta última. 

Y entre las causas se encuentra, el estrés oxidativo que produce el etanol y el daño por radicales libres de hidroxietilo generados durante el metabolismo de este. 

Además, está probado que causa daños cerebrales y deterioro cognitivo, no solo en adultos, sino en también en adolescentes con problemas como una respuesta neuroinflamatoria intermedia en el hipocampo y la corteza frontal, que puede persistir hasta la edad adulta, explican en El Español.

Una ingesta prolongada de alcohol se relaciona con un mayor riesgo de sufrir demencia.

2. No consumir suficiente calcio

La intolerancia a la lactosa, la predilección por otros alimentos o simplemente el desconocimiento, hace que las personas no consuman suficiente calcio. Esto no es solo por los lácteos, sino que tampoco se suple esta carencia con otros alimentos. 

8 estrategias para aprender a comer más consciente, según esta nutricionista

El calcio es esencial para los huesos y, junto a la vitamina D, se ha demostrado que pueden proteger contra la osteoporosis y reducen la tasa de pérdida ósea en los últimos años de vida. Por ello, es necesario aumentar el consumo de alimentos ricos en estos micronutrientes. 

Algunos ejemplos son: sardinas, aceitunas, alcachofas, coles, judías verdes, almendras, langostinos...

3. Consumir ultraprocesados

Los ultraprocesados no son solo las galletas, los dulces y los alimentos ricos en aceites vegetales de baja calidad. Los ultraprocesados también pueden ser malos embutidos, productos cárnicos y otros alimentos que no son tan evidentemente malos. 

Según un análisis elaborados por investigadores del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de México, un alto consumo de carne procesada se asocia con el acortamiento de los telómeros. 

Además, otro estudio revela que un consumo alto de ultraprocesados, más de 3 raciones al día, acelera el envejecimiento celular. 

4. Ingerir pocas proteínas

Las proteínas son las encargadas de la regeneración celular, tienen funciones enzimáticas, transportadoras, inmunológicas, es decir, ¡su consumo es esencial! 

Son las encargadas (las de origen animal) de que puedas absorber la famosa vitamina B12, importante para el metabolismo de estas, que ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central.

La recomendación óptima de consumo de proteínas está entre 1,1 y 1,8 gramos por kilo de peso. Para entenderlo, podemos coger el ejemplo de Carolina Durán, técnico superior en dietética. Si pesas 70 kg, deberás consumir entre 84 y 126 gramos de proteína al día (dependiendo de tus requerimientos). 

Con esto evitarás el deterioro de tu salud inmunológica, metabólica y la pérdida de masa muscular. 

5. Tomar demasiada azúcar

El azúcar es uno de los alimentos favoritos de las células tumorales, más concretamente, la glucosa. En SiNC, explican que hasta hace poco no se conocía cómo la célula sana pasaba de un consumo energético equilibrado a depender del fast food calórico en la célula tumoral. 

Pero un artículo publicado por Nature Communications demuestra que en uno de cada 4 tumores humanos existe un exceso del receptor de glucosa en la cara externa de su membrana celular. 

Esta proteína actúa como un imán atrayendo toda la glucosa que, desde el torrente sanguíneo, pasa cerca del tumor.

Además de hacer que el tumor en cuestión pueda avanzar más rápido, también es la causante de un proceso llamado glicación, que se da cuando la glucosa se puede unir a proteínas como el colágeno y la elastina, provocando la aparición de AGE (Advanced Glycation End Products), causantes de inflamación, oxidación y deterioro a nivel celular. 

 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.