Las 5 mejores posturas de yoga para niños para empezar a practicar con ellos en casa

Hacer yoga todos los días es una estupenda fuente de beneficios para la salud física y mental, y los niños no son una excepción. 

Practicando yoga desde la infancia y con regularidad, los más pequeños pueden aprender a manejar su ansiedad, mejorar el control de sus emociones, aumentar su autoestima, desarrollar su fuerza, equilibrio y flexibilidad o ganar en conciencia corporal, atención plena y capacidad para relajarse. 

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Desde Indian Express, el maestro Ashkar, fundador y presidente de la Escuela Internacional de Akshar Yoga, aporta una guía básica de algunas asanas que puedes practicar con tu hijo. Estas posturas de yoga para niños que imitan o evocan a animales y otras formas de la naturaleza les proporcionarán un equilibrio óptimo para el cuerpo y la mente. 

Las asanas o posturas también ayudan en su crecimiento físico, mientras que las prácticas de pranayama o respiración son estupendas para la concentración, calma, crecimiento espiritual o mejora de la calidad del sueño. 

Postura del gato-vaca

Se trata de una secuencia de 2 asanas en movimientos.

Hacerla es muy sencilla: ponte de rodillas, inclina la pelvis y coloca el pecho paralelo al suelo mientras pones las palmas de las manos en el suelo.

Inhala mientras miras hacia adelante y asegúrate de que tu columna esté arqueada hacia adentro, descargando su peso y mirando hacia arriba con los ojos, sin forzar las cejas. 

Exhala mientras miras hacia abajo y encorvas la espalda. Repítela durante unos minutos. Tal y como explica la profesora Xuan Lan, esta postura previene los dolores de espalda, tanto los cervicales como los lumbares; brinda flexibilidad a tu columna, tonifica los músculos y mejora la digestión. También estimula la circulación en las vértebras. 

Postura del perro cabeza abajo

También conocida como la montaña, es una postura ideal para calmar la mente, estirar el cuerpo y la parte posterior de las piernas y espalda, y fortalecer especialmente brazos y hombros.

Separa los pies paralelos a lo ancho de la cadera, con los dedos (y más adelante, la planta entera del pie si es posible) apoyados en el suelo. Pon las palmas de las manos también en el suelo, apoya las rodillas para levantarte a 4 patas, y sube las caderas en dirección al techo, estirando al máximo tanto los brazos como las piernas. La cabeza debe estar colgando, totalmente relajada. 

La forma de la postura debe quedar como una V invertida. 

Postura de la cobra

La postura de la cobra es otra de las más básicas e importantes del yoga para niños. Es espléndida para el sistema nervioso, aporta flexibilidad en toda la columna vertebral, purifica y estimula los riñones. Es muy buena para la musculatura de la espalda, especialmente cervicales y zona dorsal y para los órganos de la cavidad abdominal. 

Para hacer la cobra hay que acostarse boca abajo, poner las palmas de las manos apoyadas en el suelo y por detrás de la línea de los hombros, y con el pubis apoyado en el suelo, levantar el pecho del suelo mientras inhalas con suavidad, mirando hacia arriba. 

No pegues los hombros a las orejas. Como consejos, los brazos deben estar doblados por los codo, el cuello ligeramente arqueado hacia atrás y el ombligo presionar contra el suelo.

Postura del pez

Esta posición tiene por objetivo la apertura y la extensión del pecho. Para hacer la postura del pez, acuéstate boca arriba con las piernas estiradas en el suelo, y con el apoyo de los brazos, levanta la cabeza y el cuello y apoya la coronilla de nuevo en el suelo.

Pon tus brazos al lado del cuerpo en el suelo, cierra los ojos con suavidad y practica la respiración torácica. También puedes juntar las plantas de los pies en la postura de la mariposa. 

Cabe destacar que la postura del pez se suele hacer como contrapostura de la postura de la vela o del arado, compensando y equilibrando los efectos de ambas. 

Postura del árbol

El asana por excelencia para comenzar a mejorar el equilibrio es la postura del árbol, que se realiza de pie, respirando por la nariz de forma calmada y parpadeando, o con la vista blanda,

Junta las manos, palma contra palma, frente al pecho. Levanta uno de tus pies y apoya la planta sobre la cara interna del muslo derecho o sobre la pantorrilla, nunca contra la rodilla. Mantén la cadera recta, los hombros relajados y la cabeza recta. Si puedes, sube las manos con los codos estirados por encima de la cabeza. 

Después, deberás repetir la postura del otro lado. 

Hay muchas más posturas básicas de yoga que puedes probar a hacer con niños, como los saludos al sol y a la luna, el arado y la vela, el cuervo o el embrión.