5 productos peligrosos para tus finanzas personales si no tienes un amplio conocimiento en inversiones

Rodrigo Rato
  • Durante la crisis, fue muy común que muchos clientes acudiesen a sus bancos de confianza para que movieran sus ahorros en productos de inversión.
  • Es por eso por lo que ahora se han instalado unos filtros mayores para hacer que el cliente no tenga la sensación de sentirse engañado, como sucedió en la etapa post crisis. 
  • En un contexto como el actual, con los tipos de interés en el 0% y con los españoles buscando desesperadamente algo de rentabilidad en productos alternativos a los tradicionales depósitos, pueden ser colados como algo que realmente no es. 
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Durante la crisis, fue muy común que muchos clientes acudiesen a sus bancos de confianza para que movieran sus ahorros en productos de inversión. La apuesta por las preferentes se convirtió en denominador común, llevando a muchos ahorradores a perder todo su capital. Se trataba de una apuesta compleja y de un elevado riesgo, pese a que muchas entidades las colocaban como un activo seguro. 

Es por eso por lo que ahora se han instalado unos filtros mayores para hacer que el cliente no tenga la sensación de sentirse engañado, como sucedió en la etapa post crisis. 
Sin embargo, hay una serie de productos que quizás no conozcas y que requieren unos conocimientos sobre la materia elevados. En algunos casos son vehículos cuyo riesgo es demasiado alto. 

En un contexto como el actual, con los tipos de interés en el 0% y con los españoles buscando desesperadamente algo de rentabilidad en productos alternativos a los tradicionales depósitos, pueden ser colados como algo que realmente no es. 

Aquí puedes entender en qué consisten y por qué pueden, en algunos casos, ser nocivos para tus intereses.

Leer más: Por qué es mejor invertir tu dinero en lugar de guardarlo en el banco

1. CoCo´s (bonos convertibles contingentes)

Carteles de bancos en sucursales.

Los llamados CoCo’s, que es posible que te suenen por su reciente creación, surgen por la necesidad de la banca de mejorar su capitalización. Son deuda del propio banco (bonos) que se comercializa, teóricamente, para “inversores con cualificación”. Dicho de otro modo, no puede ofrecerse a aquellos que dispongan de pocos conocimientos financieros.

Con todo, con las enseñanzas que nos dejó la crisis de las preferentes, que como bien se conoce solo podían comercializarse ante ahorradores que fueran casi profesionales de las finanzas, la duda es que terminen, con el paso del tiempo, entrando dentro de la gama de activos corrientes de los bancos. 

Frente a esta opción es fundamental conocer qué son y cuál es el funcionamiento de estos bonos convertibles contingentes.

Estos bonos son susceptibles de convertirse en acciones de la entidad siempre y cuando se den una serie de circunstancias. Principalmente, que las reservas de capital del banco en cuestión se encuentren por debajo del mínimo que se ha fijado.

Por tanto, el tenedor de CoCo´s, recibirá periódicamente el cobro de un cupón por la adquisición de los bonos convertibles, y en caso de que el nivel de reservas de capital se sitúe por debajo del nivel mínimo, el banco forzará a los inversores a convertir su deuda en acciones (capital).

¿Dónde está el riesgo? en los CoCo´s, el banco fuerza al inversor a convertir deuda en acciones. De este modo, el poder de decisión no lo tiene el ahorrador, sino la entidad. Si la compañía tiene problemas de liquidez, esto supone que el valor de sus títulos sufrirá debido a la incertidumbre que existirá sobre su viabilidad, por lo que la conversión forzosa de la deuda en acciones supondría un mal negocio.
 

2. Fondos garantizados

Clasificación de los fondos españoles en Morningstar

Este tipo de fondo de inversión pretende garantizar total o parcialmente el capital invertido en este producto, además de prometer un rendimiento concreto en el caso de que se cumplan una serie de condiciones en el mercado hasta el vencimiento del contrato que se ha firmado.

Este tipo de vehículos se encuentra dentro de los llamados productos estructurados, o lo que es lo mismo, una combinación de dos o más instrumentos financieros que normalmente incluye algún contrato de opción financiera hasta que vence.

Al escuchar la palabra “garantizado”, generalmente se puede pensar que, al menos, no perderemos capital. Esto suele producirse en la mayoría de estos productos, pero hay excepciones, pues hay algunos supuestos en los que el productos garantizan el 90%, el 80% o el 75%

Además, en lo que se refiere a los retornos de estos vehículos, éste suele estar vinculado a la evolución de algún índice de referencia o a la evolución de la cotización de uno o varios valores. Si se cumplen unos determinados requisitos de rentabilidad en esos activos vinculados, el banco pagará la cantidad pactada. Si no se cumplen, pagará una rentabilidad menor o, incluso, no pagará nada.

La realidad es que en raras ocasiones un cliente gana dinero con un fondo garantizado. Los bancos creadores de este tipo de productos calculan las probabilidades de que las condiciones por las que se pagará más rentabilidad sucedan, y eligen aquella que es más difícil de cumplir, lo que supone que normalmente el usuario no genere rendimientos con estos productos. 
 

3. Warrants

Imagen de riesgo

El Warrant es un producto financiero que otorga el derecho, pero no la obligación de comprar un subyacente a un precio determinado en una fecha futura. Ante la previsión de un alza en el precio del subyacente, podemos adquirir un call warrant, mientras que, si prevemos que la cotización del subyacente va a caer, podemos comprar un put warrant.

Los Warrants son muy similares a las opciones financieras, pero tienen algunas diferencias que los hacen especialmente peligrosos. Por un lado, los Warrants no cotizan en un mercado regulado, por lo que en el caso de que exista algún problema no tendremos a ninguna cámara de compensación velando por nuestro interés.

En las opciones el precio de la prima depende de la oferta y la demanda, es decir, del mercado, mientras que en los warrants es una entidad financiera la que fija el precio de venta, lo que supone dejar al comprador del warrant a merced de la entidad financiera que emite el producto.

Dado que no existen múltiples vendedores de warrants, el precio de las primas será mucho más alto que las primas de las opciones financieras, por lo que para el inversor particular le será mucho más costoso invertir a través de warrants que de opciones.

4. Swaps

La gran apuesta

Quien haya visto la película de La gran apuesta se habrá familiarizado con este concepto. Un Swap o permuta financiera, es un acuerdo entre dos partes sobre el intercambio de flujos monetarios representativos de pagos de tipos de interés durante un periodo de tiempo concreto y previamente acordado. Puede variar entre uno y 10 años, exactamente. 

Se trata de un instrumento para cubrirse frente a la posibilidad de fluctuación de los tipos de interés. Funciona de la siguiente manera: una de las partes recibe durante la vigencia del contrato una cantidad monetaria en base a un tipo de interés fijo, mientras que la otra parte percibe un monto en base a un tipo de interés variable, normalmente correlacionado con el euríbor

Imagina que adquieres un préstamo de 300.000 euros a devolver en cinco años y que vives en un momento económico caracterizado por el alza en los tipos de interés, preocupándote la repercusión que puede tener una subida de estos en el coste financiero del crédito.

En aras de cubrirte, adquieres un swap al 1,75% en donde la entidad en cada período pactado te proporcionará un flujo monetario en función de la cotización del Euribor en ese instante. Así, pagarás en concepto de cobertura ante la subida del tipo de interés la cantidad fija del 1,75% sobre el préstamo (300.000 euros). Es decir, 5.250 euros, por cada uno de los años de amortización.

Por su parte, el banco estará obligada a retribuirte con un flujo cuya cifra oscilará en relación con el índice de referencia para las hipotecas.

¿Qué riesgo tiene este producto? Esencialmente radica en no realizar un correcto análisis de la futura evolución de los tipos de interés durante el periodo de vigencia del préstamo que hayas firmado. Hacer en esto un mal pronóstico puede llevarte a comprar un swap a un precio demasiado alto y que los tipos de interés no superen ese nivel, como ha sucedido en los últimos años.
 

5. Participaciones preferentes y deuda subordinada

Rodrigo Rato toca la campana de salida a bolsa de Bankia.

Aquí llegamos al capítulo de los productos financieros que, posiblemente, más conozcas por la fama que han tenido en los últimos ejercicios

¿En qué consiste? La deuda subordinada y participaciones preferentes son una serie de activos que cumplen la función básica de financiar los recursos propios de las entidades financieras que las emiten para cubrir sus necesidades de cumplimiento del ratio de recursos propios. 

Cuando un banco emite deuda subordinada o participaciones preferentes esto acarrea que dicha entidad está sufriendo algún tipo de tensión en su balance.

En el caso de la deuda subordinada, al igual que en los bonos y obligaciones del estado, el inversor recibe periódicamente el cobro de un cupón, pero sólo en los años en que la entidad financiera tenga beneficios.

En lo que se refiere a las participaciones preferentes, éstos son títulos emitidos para cubrir las necesidades de recursos propios de la entidad. Se emiten sin fecha de vencimiento, aunque se deja abierta la posibilidad de que el inversor recupere su dinero (no antes de cinco años desde la firma del contrato) bien a través de dinero en efectivo o bien a través de un canje de acciones; y el cobro del cupón sólo se produce si el banco obtiene beneficios en el ejercicio correspondiente. 

¿Qué riesgo representan? Según se puede observar dependen ampliamente de la situación de la economía en donde la entidad concreta desarrolla su actividad, dado que, si estos productos son emitidos en un momento en que hay crecimiento económico constante, es más probable que cierre sus ejercicios con beneficios que si se encuentra ante una recesión, en cuyo caso es mucho más complicado obtener ganancias, debido a la contracción de su actividad.
 

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