Pagos en B, contrato de falso autónomo o abuso del ERTE: 5 situaciones en la que tu empresa te está estafando

Una mujer exhausta delante del ordenador mientras trabaja.

Getty

Primero en Upday Cintillo

Una parte de las empresas aprovechan el desconocimiento general que tienen los trabajadores de sus propios derechos laborales para evitar el pago de impuestos o ahorrarse parte del salario de sus empleados. 

Estas prácticas, que van desde la no declaración del salario real, hasta una sucesión de contratos temporales, perjudican siempre al trabajador, que deja de ingresar un dinero que le corresponde y también deja de cotizar un dinero que podrá necesitar en el futuro. 

Business Insider España ha recopilado 5 prácticas que pueden indicarte que tu empresa te está estafando.

1. Te paga parte de tu salario en B

Un hombre revisando la factura de la luz

Una de las estafas más comunes que las empresas llevan a cabo es la de no declarar todo el salario que perciben sus trabajadores. Este tipo de prácticas solo benefician a la empresa, que se ahorra impuestos. 

Pero a los trabajadores les perjudica enormemente, porque deja de cotizar parte de su sueldo —que definirá en un futuro, por ejemplo, su pensión–.

14 millones de personas 'pican' en ofertas de trabajo falsas cada año: así puedes detectar un fraude y proteger tu información personal, según una experta de LinkedIn

Cobrar en B también te perjudica como empleado en otros supuestos no tan a largo plazo, como en el despido. La empresa va a calcular la indemnización solo conforme al salario que cobras en nómina, olvidándose de la parte en negro. Por esta misma razón no podrás reclamar nada porque a ojos de la Seguridad Social es lo que supuestamente ingresas. 

Además, también se te pagará menos cuando te des de baja por enfermedad o cuando solicites la baja por maternidad o paternidad. 

2. No te paga las vacaciones que te corresponden

Una pareja revisa sus cuentas y sus facturas.

Getty

Como normal general, no se pueden pagar las vacaciones en vez de disfrutarlas, pero hay una excepción que muchos trabajadores no conocen y del que se aprovechan las empresas: cuando te vas de ella sin haberlas disfrutado.

Por ejemplo, si empiezas a trabajar el 1 de enero y te despiden el 30 de junio —has trabajado 6 meses— tienes derecho a la mitad de las vacaciones por haber trabajado la mitad del año. Por lo que, con el finiquito, la empresa deberá pagarte los 15 días que has generado de vacaciones. 

Siempre es bueno que todo trabajador tenga unos conocimiento básicos en materia socio-laboral. De lo contrario, aunque cuente con asesoramiento, el desconocimiento de los derechos y deberes en materia laboral puede acarrearle más de un quebradero de cabeza. 

3. Te hace un contrato de falso autónomo

Mujer cansada sentada en el ordenador estudiando o trabajando.

Getty

Si eres autónomo, pero trabajas de manera habitual para un mismo cliente,  estás sometido a las órdenes de la empresa —que es quien controla tu trabajo–. Es decir, no eres tú quién acepta o no los encargos, sino que es el empresario quien decide tu carga de trabajo. Y, por ello, te están estafando. 

El nombre por el que se conoce esta práctica es falso autónomo, una especie de contrato en la que la empresa te pide que te des de alta como trabajador por cuenta ajena —para que te pagues tus propios impuestos— y que no te permite disfrutar de las ventajas de ser asalariado —como tener vacaciones o cobrar el paro una vez se acabe el contrato—. 

Cómo identificar que eres un falso autónomo

Un caso muy mediático es el de los riders. En septiembre de 2020, el Tribunal Supremo sentenció que los repartidores de glovo eran falsos autónomos. De hecho, Deliveroo cesó su actividad en España después de tener que regularizar a sus riders por orden de otra sentencia. 

Si la empresa que utiliza falsos autónomos es pillada por la Seguridad Social, se verá obligada a regularizar al trabajador de manera indefinida y pagar todas las cuotas no abonadas con un recargo. Además, las sanciones económicas por este tipo de prácticas van desde los 3.126 euros hasta 10.000 euros.

4. Sucesión de contratos temporales

Entregar contrato, curriculum, papeles

En España es muy común ver que un empresario contrata de manera temporal por una obra o servicio determinado, no especificando de manera clara y precisa en qué consiste, para que días después la empresa dé por finalizado el contrato y dé de alta a los pocos días otro contrato de obra similar al primero. 

Un ejemplo práctico es el que ha enfrentado durante años muchos camareros. El empresario contrataba a una persona un jueves, que trabajaba durante todo el fin de semana, para acabar su contrato el domingo. La semana siguiente volvía a empezar el mismo proceso. De este modo, muchas personas han estado años trabajando para la misma empresa. 

El problema es que al trabajador no se le acumulan los años de antigüedad que realmente le corresponden —que es la del primer contrato que se le hizo–. De esta manera, la empresa evita formalizar un contrato indefinido y tener que pagar una indemnización mayor cuando el empleado es despedido.

La reforma laboral de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha puesto un límitemáximo de duración a estos contratos de 6 meses y ha dejado solo 2 tipos de contrato temporal: por circunstancias de la producción y por sustitución.

5. Estar en ERTE parcial y trabajar más de lo debido

Mujer en el ordenador con dolor en el cuello.

Getty

Uno de los abusos más frecuentes que han hecho las empresas durante la pandemia ha consistido en mantener la actividad del negocio y que sus empleados tuvieran que trabajar más horas de las reconocidas en los ERTE parciales de reducción de jornada. 

Un ERTE se realiza por disminución de la actividad y, por ello, está prohibida la realización de horas extra mientras se mantenga a trabajadores afectados en el expediente de regulación de empleo.

Batería de medidas laborales en el Consejo de ministros de hoy: salario mínimo, prórroga de ERTE o ayudas extraordinarias para autónomos

También se ha dado el caso más extremo de que el trabajador estuviera completamente en ERTE pero aún así trabajara sin haberlo comunicado al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Las sanciones por incumplir con la normativa de los ERTE oscila entre 1.000 a 2.000 euros en su grado mínimo, de 2.001 a 5.000 euros en su grado medio y de 5.001 a 10.000 euros en el máximo, por cada trabajador contratado. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.

Etiquetas: