5 trucos para mitigar el mal olor de la basura

Tener malos olores en casa puede llegar a ser realmente molesto, sobre todo si has intentado deshacerte del mismo y no hay forma de conseguirlo.

Es muy posible que el mal olor en casa provenga de la basura. Aunque la tires todos los días al contenedor hay ciertos olores que se quedan durante horas y que resultan complicados de quitar.

Este inconveniente se vuelve todavía más preocupante si tienes invitados en casa y se percatan de ello, por eso es tan importante conseguir que tu casa resulte agradable para todos los sentidos, incluido el del olfato.  

Por suerte existen algunos trucos que puedes poner en práctica y que te van a ayudar a aliviar este problema. A continuación, se muestran 5 consejos para mitigar el mal olor de la basura:

Utiliza arena para gatos

Si tienes un gato en casa debes aprovechar este producto. La arena para gatos es capaz de neutralizar los malos olores no sólo en la propia basura, también en aquello que la rodea. 

Deja un poco de arena para gatos en el fondo del cubo y sustitúyela cuando se haya humedecido. No esperes más de una semana para cambiarla, ya que su efecto se podría reducir. 

El bicarbonato de sodio te puede ayudar

Una de las propiedades del bicarbonato es la de combatir los malos olores. Puedes esparcir un poco en el cubo y esperar a que haga efecto. Si también añades ralladura de limón conseguirás incluso perfumar algo la estancia. 

El té verde elimina los malos olores

El té verde es bueno para la salud y su consumo aporta beneficios para tu organismo. Además, el tanino y la clorofila de las hojas del té verde funcionan para despejar los malos olores. Tienes la opción de esparcir los granos en el cubo o incluso utilizar el té ya infusionado. 

El algodón es tu aliado

Este es uno de los trucos más sencillos y baratos para evitar los hedores en casa. Sólo tienes que impregnar el algodón con eucalipto, esencia de té o perfume (cualquier producto con una esencia que te guste) y restregarlo por la bolsa antes de llenarla. También puedes dejar el algodón en el fondo del cubo. 

Recurre a la lejía si no aguantas más

En ocasiones el mal olor no se va porque hay demasiados gérmenes en el cubo. En estos casos lo mejor que puedes hacer es desinfectar con lejía. Eso sí, debes tener especial cuidado al utilizarla: ventila bien la estancia antes e intenta que no acabe dañando el cubo.