No, la casa de anuncio no existe, aunque hay formas de acercarse a ella: 6 consejos para convertir tu casa en un lugar ideal para el rodaje de películas, series y anuncios, según expertos

Casa madrileña ambientada en la década de los 50 y los 70 disponible para rodajes en Kuarere.
Casa madrileña ambientada en la década de los 50 y los 70 disponible para rodajes en Kuarere.

Kuarere

  • La pandemia trajo consigo un momento paréntesis en el que, aunque se detuvo el alquiler tradicional, se siguieron rodando producciones.
  • Esto abrió a muchos arrendadores las puertas del alquiler de viviendas para grabaciones de anuncios, series de televisión, películas y cortos.
  • Los dueños de las plataformas y de algunos de los inmuebles más cotizados entre las productoras advierten de que no existe la casa perfecta y de que el abanico es amplio, aunque sí hay cosas que tener en cuenta: estos son sus 7 consejos.
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Una casa de anuncio. Desde la popularización en España de las revistas del corazón, tener una casa de anuncio (o de revista) es tener una vivienda amplia, luminosa y primorosamente decorada, parecida a alguna de las que protagonizan las primeras páginas de la prensa rosa.

Lo cierto es, sin embargo, que tener una casa de anuncio en realidad no significa tener un salón de 300 metros cuadrados que rivalice con el de Isabel Preysler. Al menos, no necesariamente.

Muchos dueños de viviendas descubrieron esto durante la pandemia. La llegada del coronavirus detuvo casi por completo el mercado inmobiliario, pues, para evitar la expansión de la enfermedad, durante muchos meses se prohibieron las visitas a casas, entre otras muchas medidas.

A esto se añadió el fenómeno del teletrabajo. Muchas personas que llevaban meses o años viviendo de alquiler volvieron a sus regiones de origen a la espera de acontecimientos.

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Con sus pisos vacíos, cuentan los expertos de plataformas de alquiler de espacios para rodajes como Kuarere o Shoot Estudios, muchos repararon pronto en que la industria audiovisual seguía funcionando. 

La pandemia terminó abriendo las puertas de par en par del alquiler de espacios para rodajes. Y, para sorpresa de muchos, resultó que lo que creían que era una casa de anuncio no era necesariamente una casa de anuncio, y viceversa.

Vale para explicarlo un ejemplo célebre. Hace 15 años, los cineastas Jaume Balagueró y Paco Plaza sorprendieron al público de todo el mundo con Rec, una modesta producción de apenas algo más de un millón de euros que ubicaba la clásica historia de zombis en mitad de Barcelona.

Lo hizo introduciendo dos elementos que conquistaron al público de medio mundo. En primer lugar, al más puro estilo de El proyecto de la bruja de Blair, la película está rodada cámara al hombro, de manera que son los propios personajes los que van relatando lo que ocurre conforme lo van descubriendo.

En segundo lugar, casi como un personaje más, destacó el edificio. Ubicado en mitad de Las Ramblas, este se hizo célebre por su crujiente parqué, su interminable escalera de mármol y su falta de luz, que dieron a Rec, la ambientación perfecta.

Construido en los últimos coletazos del siglo XIX, desde 2004 el piso se había dedicado exclusivamente a rodajes de cine después de que varios localizadores de producciones se interesaran por él.

Para 2009, contó el dueño del inmueble, el empresario Jaume Argeilich a El País, ya habían pasado por él cerca de medio centenar de producciones que se habían enamorado de las posibilidades que ofrecía un lugar así en pleno centro de la ciudad condal.

El edificio de Rec es edificio de película que, desde luego, tenía poco del luminoso encanto que se pensaba que tenía que tener un inmueble para salir en la tele.

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¿Significa esto que absolutamente todas las casas pueden albergar rodajes?

Los expertos del sector aclaran que no, aunque sí pueden hacerlo más de las que uno puede imaginar. Lo más importante es estar dispuesto a ver a una legión de personas poniendo patas arriba un inmueble. A partir de ahí, ya es cuestión de dejarse llevar por la magia de la producción audiovisual.

Estos son 6 consejos que debes tener en cuenta si quieres convertir tu casa en set de rodaje, según expertos del sector y usuarios.

1. Mejor si la casa es grande (casi siempre)

Aunque es verdad que el cine y los anuncios, dependiendo del tipo de producción, tienen capacidad para dar vida a todo tipo de espacios sin importar, por ejemplo, si estos son más modernos o más antiguos, un valor en el que coinciden expertos y usuarios es que el lugar de rodaje debe ser amplio.

Tiene sentido. Incluso el anuncio más modesto cuenta con sus maquilladores, su gente encargada de los decorados, sus directores y sus actores, entre otro mucho personal. Lo ideal es que el lugar de rodaje pueda albergarlos a todos ellos.

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Esta norma, comentan los expertos de Kuarere, solo admite una excepción. De un tiempo a esta parte se han popularizado los alquileres para sesiones rápidas de fotos (apenas un par de horas) de influencers.

Si cuentas, por tanto, con una de esas casas con terraza donde los atardeceres garantizan como poco un buen puñado de likes, es posible que puedas alquilar tu vivienda para Instagram sin necesidad de meter en ella grandes equipos.

2. Los techos altos ayudan

Ligado a lo anterior, los expertos aconsejan que los techos de los inmuebles para rodajes sean altos. En primer lugar, esto facilita el acceso de los equipos de grabación. En segundo lugar, un espacio con techos amplios permite jugar con la luz, algo fundamental para la mayoría de los rodajes.

Esto abre la puerta de par en par al alquiler de estudios de antiguos estudios de pintura o escultura, por ejemplo, o incluso de naves más o menos grandes.

¿El artista de la familia deja en herencia un espacio al que no se sabe muy bien qué uso dar? Tal vez sea el momento de probar a subirlo a alguna de las plataformas que permiten alquilarlo para rodajes.

3. ¿Personalidad? No, gracias

Seguro que alguna vez te has quedado prendado de un piso que no sabes muy bien qué tiene, pero tiene algo. La personalidad es una característica más que deseable para quien busca vivienda.

Para los localizadores de producciones audiovisuales, sin embargo, no lo es en absoluto.

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¿Paredes pintadas en tonos fuertes? ¿Mobiliario singular capaz de llamar la atención aunque uno no se fije en él? ¿Suelos con alguna característica especial? Nada de eso. 

Los directores, por lo general, buscan espacios que puedan transformar a su antojo para que este se pueda adaptar a la producción que tienen en mente. En este sentido, aconsejan las empresas especializadas, cuanto más anodino y olvidable sea el inmueble, mejor.

Ya se encargarán los profesionales de que finalmente no lo sea.

4. La flexibilidad es una poderosa aliada

Una de las grandes obsesiones de la inmensa mayoría de las producciones, incluso de las más grandes y aparatosas, es poder economizar tiempo, dinero y esfuerzo. Todo lo que se pueda grabar en un solo lugar, por ejemplo, se graba en un solo lugar.

En este sentido, no es mala idea que, si el inmueble tiene varias estancias, el dueño juegue con ellas para lograr que cada una pueda terminar respondiendo a una escena distinta.

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Un ejemplo paradigmático de ello es la gran casa que Belén García-Izquierdo, usuaria de Kuarere, tiene en Cuatro Caminos, en Madrid. 

Construida a mediados de siglo pasado, la casa familiar, que ha albergado ya todo tipo de rodajes, tiene capacidad para recrear una década distinta en cada una de sus habitaciones: si el salón remite más a la década de los 60, las habitaciones y la cocina, por ejemplo, pueden ser más un estilo más cercano a los 70 y 80. Todo dependiendo de lo que pida el cliente, claro.

Lo mismo sucede con los grandes espacios que realquilan los profesionales de Shoot Estudios: si en un mismo edificio se pueden recrear, por ejemplo, las casas de varios personajes, mejor que mejor.

5. Una casa que se alquila para muchos rodajes es un lugar casi inhabitable

Conviene tenerlo muy presente. Por muy buena idea que pueda parecer en un principio alquilar un inmueble para rodajes, el recurrente ir y venir de personas, equipos de grabación y sonido y decorados termina deteriorando cualquier lugar.

Es por ello que expertos y usuarios recomiendan reservar para el alquiler recurrente de rodajes aquellos espacios en los que no viva nadie o que, como mucho, solo albergue gente en momentos puntuales del año (que no coincidan con grabaciones, a ser posible).

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"No podría vivir en la casa tal y como está ahora. Debemos de tener varios centímetros extra de grosor de la pared de la cantidad de veces que se ha pintado la casa, por ejemplo. Nuestro plan algún día, de hecho, es vivir en ella, pero cuando lo hagamos ya no la alquilaremos para rodajes", cuenta García-Izquierdo sobre su vivienda en Madrid.

Rodajes y vida cotidiana son, a ojos de quienes conocen el negocio, una mal combinación.

6. Si tienes dudas, prueba

Al final, explican empresas y usuarios, el mundo del alquiler para rodajes es como tantas otras cosas: cuestión de intentarlo.

Aceptados los muchos inconvenientes de meter regularmente a grandes grupos de desconocidos en una casa para que la vuelvan del revés, bien organizado, el alquiler para rodajes puede ser un negocio razonablemente interesante, especialmente con esos espacios heredados que andan cogiendo polvo.

"A quienes se lo estén pensando les diría que probaran. Es la única manera de saber si uno se puede adaptar a este tipo de negocio", concluye Benjamín Tomás, usuario de Kuarere.

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