6 estrategias para cumplir todos tus propósitos de año nuevo de una manera realista, según el autor del libro 'Hábitos Atómicos'

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  • Se acaba diciembre y la lista de propósitos a cumplir en enero cada vez es más larga, y quizás ese sea el primer problema. 
  • Un estudio asegura que solo el 8% llega a implementarlos en sus vidas de manera permanente.
  • A continuación puedes leer 6 estrategias para poder conseguir tus propósitos de año nuevo basados en las enseñanzas del libro Hábitos Atómicos. 

Diciembre suele ser un mes de reflexión. El fin de año supone para muchos un punto y final para dejar atrás ciertos hábitos que consideraban que no eran buenos y adoptar nuevas conductas o rutinas para mejorar su calidad de vida. 

Lo cierto es que pese a que las intenciones son muy buenas, los propósitos de año nuevo no suelen tener mucho éxito a largo plazo. 

Según un estudio de la Universidad de Scranton (Pennsylvania) y el instituto de investigaciones Statistic Brain, solamente 8% de las personas que se plantean propósitos, logra cumplirlos e implementarlos en sus vidas. 

Es más, el estudio plantea que el 25% de la muestra no los cumplieron ni siquiera la primera semana de enero; 55% los abandonó antes de terminar el primer mes del año y 20% después de 6 meses. 

¿Por qué si se tiene tan buena voluntad no es posible cambiar? Lo primero es que puede que tus objetivos no sean realistas, que no se adapten realmente a tu estilo de vida, o que quieras adoptar en tu vida lo que ves en las de otros (cosa que ocurre mucho con las redes sociales).

 

Y esta situación lleva a frustraciones con uno mismo, a sentirte inmerso en una espiral de fracaso y a inseguridades sobre tus capacidades. Pero no quiere decir que siempre vaya a ser así. 

Estas son algunas estrategias para conseguir, de verdad, tus propósitos de año nuevo:

1. No te pongas muchas metas, sé honesto con lo que puedes abarcar

persona redactando

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Efectivamente, si te pones 12 propósitos lo más probable es que no puedas alcanzarlos todos. Porque ya es difícil adquirir un nuevo hábito como para hacerlo más y encima todos a la vez. 

Los cambios radicales no suelen funcionar, en cambio, las pequeñas variaciones que eres capaz de implementar en tu día a día, los que puedes repetir sin que te cueste muchísimo, son los que más éxito tendrán

Es la teoría del 1% que recoge el libro Hábitos atómicos. Si quieres dejar de fumar, hacer deporte y leer más, lo más probable es que si comienzas a hacer todo de golpe, colapses. Elige uno, y no implementes cambios radicales. 

Cuando lo consigas te sentirás tan bien que podrás asumir un nuevo cambio.

2. Olvídate de la impaciencia

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Ningún cambio de hábitos se produce de la noche a la mañana y la clave del éxito está en el largo plazo. Lo que ocurre es que muchas personas se sienten desmotivadas si no ven cambios en el corto plazo. 

Aún cuando hayas olvidado hacer tu nuevo hábito, no lo dejes. Simplemente retoma. No todo va a ser automático. No pasa nada. Si al final del mes has conseguido hacer 20 días sí y 10 no, ya habrás ganado mucho. 

3. No tienes por qué romper con todo lo anterior 

abrazarse a uno mismo

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Otro error muy común que hará que no formes parte de ese 8% de personas con éxito es que dejes de hacer las cosas que antes normalmente hacías. 

Es decir, puede que antes tuvieras lo que se denomina "malos hábitos" o "habitos que no te gustaban tanto" pero tienen por qué ser eliminados de raíz. De hecho, cualquier prohibición que te pongas será susceptible de convertirse en un deseo, en algo que ocupará tu cabeza más de lo debido. 

No tiene por qué comenzar con un "yo ya nunca más voy a...", puedes empezar con hoy haré esto menos y además implantaré esto otro. 

Ejemplo: "hoy estiraré antes de tomarme mi café y así reduciré el tiempo con el móvil antes de levantarme". (Pero no en necesario que no uses más el móvil).

4. No te falta motivación, te falta constancia

Calendario

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La motivación no es una acción, es un sentimiento. Te sientes motivado, pero puede que otro día no. Por eso es absurdo que tus propósitos dependan de lo motivado/a que estés. 

En su lugar, las acciones son capaces de modificar esos sentimientos, es decir, puede que comiences una tarea totalmente desganado, pero al terminarla el hecho de sentirte realizado te hará estar mejor, el sentimiento ha cambiado. 

Crear ese patrón hará que te sientas motivado a hacerlo la próxima vez, porque ya conoces la sensación al finalizar esa tarea.

5. Los hábitos que quieres incluir, ¿quién los impulsa?

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Por normal general se suelen querer incluir hábitos relacionados con la salud, dejar de fumar, hacer deporte, comer mejor, organizarte más... Todos son geniales pero, ¿qué expectativas tienes sobre ellos?

La redes sociales hacen que estos hábitos se vean muy fáciles de alcanzar pero realmente requieren mucho tiempo para que tomen parte de ti y tus rutinas, además no serán tan estéticos como ves en la pantalla. 

Separa la realidad de lo que se ha creado para ser estético y sé honesto/a contigo mismo/a. Si no te gusta el yoga, por ejemplo, no va a ser un hábito para ti, y no pasa nada por muy bueno que te digan que sea o por muy de moda que esté. Encuentra la manera de adaptarlo a tus gustos. 

6. Anticípate a tus emociones

Leer en la cama

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Sí, hacer algo nuevo como leer en vez de estar con el móvil en la cama, da pereza, porque tu cerebro ya está acostumbrado a algo no quiere que se lo cambien. 

Pero una estrategia muy buena es anticiparte a ese sentimiento de rechazo o pereza, en vez de focalizar en el acto como tal, piensa en el futuro al más corto plazo, es decir, ¿cómo me voy a sentir al terminar de leer?

Probablemente en un estado de relajación, habrás desconectado, tendrás un sueño más placentero y te sentirás bien por haber avanzado en este nuevo hábito. Eso es lo que te impulsará a hacerlo.

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