6 razones por las que Europa nunca ha visto nacer ninguna gran compañía tecnológica como Facebook, Google o Amazon

Mark Zuckerberg, Sundar Pichai y Jeff Bezos, los CEO de Facebook, Google y Amazon
Mark Zuckerberg, Sundar Pichai y Jeff Bezos, los CEO de Facebook, Google y Amazon
  • Las mayores compañías mundiales de tecnología de consumo son estadounidenses y, cada vez más, chinas.
  • A pesar del éxito de Spotify o Farfetch, Europa no ha generado una compañía global que pueda rivalizar con Google, Facebook o Alibaba.
  • 7 inversores explican a Business Insider cuáles pueden ser los motivos de que Europa no haya sido capaz de crear su propio Silicon Valley.

Las compañías tecnológicas chinas, como Huawei, Alibaba, Tencent o TikTok, están creciendo cada vez más y ya compiten de igual a igual con los gigantes estadounidenses del sector, como Apple, Amazon, Google o Facebook. Mientras las dos grandes potencias económicas copan el mercado global, ¿dónde están las grandes compañías tecnológicas europeas?

Pero Europa no carece de potencial en tecnología. De hecho, 9 de las 50 mejores universidades técnicas del mundo están en este continente pero, desde que la finlandesa Nokia fue superada por las fabricantes asiáticas y estadounidenses de móviles, Europa no ha contado con una empresa del mismo tamaño e importancia mundial.

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Como excepciones, cabe mencionar a Skype, creada en Estonia en 2003 por un danés y un sueco y comprada por la estadounidense Microsoft en 2011. Entre las que todavía están en manos europeas, destaca el gigante sueco del streaming musical Spotify, la fabricante de software corporativo alemana SAP, la minorista de moda de lujo Farfetch o la fintech Revolut, ambas de Reino Unido.

Para conocer las verdaderas razones de esa ausencia europea en el sector de las grandes tecnológicas, Shona Gosh de Business Insider ha contactado con 7 inversores de capital riesgo, entre los que figuran algunos de los que han invertido en varios negocios europeos de éxito. 

Estas son las 6 razones por las que los expertos consideran que Europa no tiene una gran compañía tecnológica a la altura de Facebook, Google o Amazon.

#1– En Europa no hay el mismo acceso a financiación que en EE.UU.

Para Richard Anton, cofundador de la compañía de capital riesgo Oxx, las startups europeas se enfrenta a lo que se conoce como "el valle de la muerte". Es decir, esas compañías captan financiación inicial, pero no consiguen atraer capital suficientemente grande para completar su crecimiento y dar el salto a un nivel superior.

En la misma línea, el antiguo director financiero de Google, Patrick Pichette, que ahora dirige la filial europea del fondo de inversión canadiense iNovia, asegura que en Europa se nota la falta de fondos de crecimiento.

"En Reino Unido, si buscas recaudar entre 500.000 y 3 millones de dólares, tienes que trabajar en ello, pero no es muy difícil. Pero si necesitas 50 millones, es muy complicado. Lo normal es que termines en Silicon Valley. Aquí no hay muchos fondos de crecimiento, ni hay mucha experiencia en crear empresas", asegura.

#2– Faltan directivos con experiencia que puedan convertir una startup en un éxito mundial

La falta de fuentes de financiación tiene consecuencias inesperadas y una de ellas es la falta de talento disponible, como asegura Patrick Pichette. Esta carencia se explica porque las startups europeas tienden a venderse antes que las de EE.UU., lo que suele suponer que sus equipos de trasladen a Silicon Valley para no volver.

Por su parte, Mark Tluszcz, CEO y fundador del fondo que invirtió en los orígenes de Skype y la israelí Wix, señala que el problema es la falta de costumbre de las empresas europeas de ofrecer stock options a sus empleados, es decir, opciones de compra de acciones de la compañía como recompensa a sus méritos.

Tluszcz afirma que en EE.UU., muchas empresas ofrecen a sus trabajadores esta remuneración como una forma de fidelizarles y, si la compañía tiene éxito, pueden acabar siendo millonarios. En Europa, este concepto no está muy extendido, aunque recientemente 500 emprendedores europeos firmaron una carta abierta pidiendo una regulación comunitaria sobre las stock options.

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#3– Los inversores europeos tienen mayor aversión al riesgo que los de EE.UU.

El inversor británico afincado en EE.UU. Will Eastcott asegura que "en lo que Europa se queda atrás es en el dinero disponible para las startups". En su caso, reconoce haber tenido problemas para recaudar fondos para la startup PlayCanvas en Europa antes de vendérsela a Snap en 2016, pero asegura que, tras ese éxito, no está teniendo problemas para conseguir fondos en el Viejo Continente para otros proyectos.

Otros fundadores de startups europeos también están haciendo el camino hacia América que hizo Eastcott para buscar financiación en la aceleradora más prestigiosa de Silicon Valley, Y Combinator. Sin embargo, la mayoría de ellos están regresando a Europa a desarrollar sus startups, como en el caso de la holandesa MessageBird.

#4– Europa no es un mercado homogéneo como EE.UU. o China

En China o EE.UU., es más fácil que una compañía crezca masivamente, debido al enorme tamaño de su mercado nativo. Sin embargo, una empresa de Francia puede llegar a controlar su mercado, pero se limita a una población de 70 millones de personas, muy lejos de los 327 millones de habitantes de EE.UU. o los 1.300 millones de China.

Sonali De Rycker, socia de Accel e inversor en Spotify desde sus inicios, afirma que "no es fácil construir un negocio de 50.000 o 100.000 millones de dólares en Europa porque el mercado local es en realidad muchos mercados" con hábitos de consumo muy diferentes. Sin embargo, Richard Anton señala que este fenómeno no afecta a algunos sectores sin barreras geográficas, como el del software corporativo.

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#5– Silicon Valley lleva funcionando desde mucho antes que la mayoría de hubs tecnológicos europeos

El origen de Silicon Valley está ligado a las universidades que lo rodean, como Stanford, a sus vínculos con la industria militar y de semiconductores y al éxito de las primeras firmas de capital riesgo en los años 60. En Europa no existe un caldo de cultivo similar, a pesar de que algunas de sus compañías, como Nokia, tengan más de 150 años de historia.

Sonali De Rycker señala que Europa carece de la "memoria muscular" para crear y desarrollar empresas con la que cuenta Silicon Valley. Además, afirma que la ley comunitaria de protección de datos, conocida como GDPR, también juega un papel, aunque todavía es pronto para evaluar su impacto económico en las startups europeas.

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#6– Las startups europeas necesitan pensar globalmente

Anton y Tluszcz aseguran que Europa está bien posicionada para dominar sectores como el educativo, el sanitario, los recursos humanos, el asegurador o el farmacéutico. Sin embargo, Hussein Kanji, socio de Hoxton Ventures, niega que Europa cuenten con ventajas competitivas y recalca que las startups, sean de donde sean, deben tener un planteamiento global si quieren triunfar a lo grande.

Un buen ejemplo de ello es la startup educativa británica BridgeU. Su fundadora, Lucy Stonehill, asegura a Business Insider que, desde el principio, se enfocó en el crecimiento internacional en lugar de intentar dominar un mercado concreto, lo que le ha permitido estar presente en 63 países.

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