6 señales que podrían indicar algún problema en tu intestino

Intestino humano

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Una buena salud intestinal puede ser el camino para un mejor bienestar general. Cada vez son más las evidencias que apuntan a cómo el intestino y la microbiota impactan en muchas otras áreas de tu cuerpo.

La microbiota hace referencia a todos los microorganismos que viven en tu organismo, por ejemplo en tu intestino. Entre sus tareas están mantener tu intestino saludable frente a las infecciones, ayudar a digerir los alimentos y aprovechar sus micronutrientes, contribuir a mantener un sistema inmunitario equilibrado o constituir una parte importante del eje intestino-cerebro.

"Cuando hablamos de salud intestinal, hay enfermedades intestinales obvias que nos vienen a la mente, como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn y la ileocolitis, e indican de manera muy obvia que algo anda mal en el tracto gastrointestinal", explica la naturópata Amie Skilton a The Huffington Post Australia. "Sin embargo, no todas las personas con un intestino inflamado necesariamente padecen síntomas relacionados. Por ejemplo, el revestimiento dañado del intestino a menudo aparece como intolerancia a la lactosa".

Hinchazón de tripa después de comer, dermatitis atópica, una ansiedad galopante o incluso unos kilos de más pueden ser situaciones generadas por una disbiosis, o lo que es lo mismo, un desequilibrio de la microbiota, como señaló previamente a Business Insider España Sari Arponen, doctora en Ciencias Biomédicas, especialista en Medicina Interna, profesora universitaria, experta en microbiota.

Las 13 dudas que siempre quisiste resolver sobre microbiota y salud intestinal, según una experta en medicina digestiva

Para una óptima salud intestinal nada mejor que un poco de ejercicio y sobre todo una dieta saludable. Según Arponen comer a base de verduras, frutas, frutos secos, setas, pescados y aceite de oliva asegurará dar a este órgano todo lo que necesita. Mientras que una alimentación rica en azúcares refinados y grasas poco saludables puede comprometerlo.

A continuación, y tomando como referencia el listado de Healthline,6 de las maneras más comunes en las que tu intestino podría decirte que algo no anda bien.

1. Malestar estomacal

Dolor de estómago.

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Los problemas estomacales como gases, hinchazón,estreñimiento, diarrea y acidez estomacal pueden ser signos de un intestino poco saludable. 

De hecho muchos de estos síntomas se asocian al síndrome del intestino irritable (SII), también conocido como colon irritable. Un trastorno causado por una infección intestinal, un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino o una afección de salud mental como ansiedad o depresión.

Si bien puede tratarse con medicamentos, cambios en el estilo de vida incluyendo la dieta pueden mejorar sus efectos en el organismo.

2. Cambios de peso sin motivo

Por qué tu peso cambia cada día

Cuando el intestino no está sano esto puede afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes, regular el azúcar en la sangre y almacenar grasa. Lo que a su vez puede traducirse en ganancia o pérdida de peso injustificada.

La pérdida de peso puede ser causada por el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO). Lo que supone un aumento anormal de bacterias en el intestino delgado, según explica la Clínica Mayo. Puede darse como consecuencia de una cirugía en la zona o por ciertas afecciones como la  enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca o la diabetes entre otras.

El aumento de peso puede ser causado por la resistencia a la insulina o la necesidad de comer en exceso debido a una pérdida en la absorción de nutrientes, indica Healthline.

3. Fatiga constante o cambios en tu estado de ánimo

fatiga, cansancio

Experimentar cansancio de manera generalizada podrían ser signos de que algo no va bien en tu intestino.

De hecho varias investigaciones han apuntando a cómo un desequilibrio de la microbiota parece vincularse a trastornos de fatiga crónica.

En un estudio de 2016 los investigadores descubrieron marcadores específicos de inflamación en la sangre de los pacientes con este problema. Lo que podría deberse a problemas intestinales que generen un intestino permeable que permite entrar a las bacterias al torrente sanguíneo.

Tener problemas de insomnio asimismo podría ser otra señal de alarma. Buena parte de la serotonina, que afecta el estado de ánimo es gestionada por bacterias intestinales. Por lo que cuando hay problemas el intestino, esto también puede verse afectado.

4. Irritación de la piel

Erupciones en la piel.

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"Si alguien con una afección de la piel, como eccema, psoriasis o acné, visitó a un dermatólogo y trató de tratar el problema con medicamentos tópicos u orales tradicionales y no funcionó o volvió después de terminar el medicamento, entonces claramente hay una fuente más profunda del problema que debe identificarse", afirma Skilton aconsejando que el próximo paso debería ser "acudir a un especialista de salud intestinal".

No obstante si bien existe un vínculo entre la microbiota intestinal y las enfermedades dermatológicas, el mecanismo exacto no se conoce bien. 

Laevidencia actual sugiere que es probable que se deba a una combinación de causas neurológicas e inmunológicas que da como resultado una inflamación sistémica crónica que termina afectando a  la piel.

5. Condiciones autoinmunes

jóvenes salud, médico

Se cree que un intestino no saludable puede aumentar la inflamación sistémica y alterar el funcionamiento adecuado del sistema inmunitario. Dando lugar a enfermedades autoinmunes caracterizadas por el ataque del sistema inmunológico al tejido sano

De hecho una investigación de 2020 de la Universidad de Brown (EEUU) encontró la manera en la que se relacionan flora bacteriana, sistema inmune e inflamación. Según su descubrimiento ciertas bacterias son capaces de regular la cantidad de vitamina A en el interior de nuestro tracto digestivo. A su vez esta vitamina regula las respuestas inmunitarias en el intestino.

6. Intolerancias alimentarias

Productos sin gluten

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Las intolerancias alimentarias conllevan una dificultad para digerir ciertos alimentos, lo cual difiere de las alergias alimentarias (en las que entra en escena la respuesta inmune).

Entre las más habituales, a los lácteos, la fructosa, el gluten o a aquellos productos con  histamina, como el chocolate, la piña, o las legumbres.

Dolor, diarreas o calambres abdominales son síntomas de una intolerancia, la cual pueden producirse cuando el sistema digestivo no se ha optimizado para los componentes del alimento que está dividiendo o debido a la calidad de la flora intestinal.

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