6 tendencias que darán forma al futuro medioambiental y energético del planeta en los próximos 20 años

- La penetración de las renovables avanza más rápido de lo previsto por algunos expertos pero demasiado lento para cumplir con el Acuerdo de París.
- Esa es una de las conclusiones del informe anual World Energy Outlook en el que se recogen las tendencias del sector energético de cara al año 2040.
- El documento profundiza en la penetración de las renovables, el papel de la eólica marina o en la mayor dependencia energética de la producción de Oriente Medio.
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La penetración de las energías renovables avanza a una velocidad mayor de lo que algunos expertos habían previsto, aunque más lento de lo necesario para cumplir el objetivo de reducir las emisiones de efecto invernadero del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Es una de las conclusiones que se pueden extraer del informe anual World Energy Outlook, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía, en el que se recogen las tendencias del sector energético de cara al año 2040. El organismo advierte, además, de que las políticas energéticas adoptadas hasta la fecha propiciarán que las emisiones de gases de efecto invernadero continúen creciendo durante los próximos 20 años.
No sólo no se detendrá sino que aumentará exponencialmente la demanda energética en el mundo en el horizonte dibujado por este organismo hasta 2040. Por un lado, por el papel que juegan las economías emergentes, y muy especialmente las asiáticas, con sistemas de la producción energética intensivos en carbón y con plantas cuya vida útil todavía se extenderá, como mínimo, 12 años más.
Pero el documento pone el foco también en un continente africano en desarrollo, cuya población urbana explotará en los próximos años potenciando con ello el consumo energético. La esperanza se encuentra en la adopción de la energía solar en un mercado especialmente atractivo para esta tecnología.
Más allá de los pormenores geográficos de la demanda energética, el documento profundiza en la penetración de las renovables en la balanza energética, el papel de la energía eólica marina, la necesidad de mejorar la eficiencia o una tendencia de consumo hacia coches grandes así como una mayor dependencia energética de la producción de Oriente Medio.
Te contamos a continuación las seis tendencias que configurarán el futuro medioambiental y energético del planeta.
La solar y la eólica se comerán la mitad de la tarta energética

Hasta el año 2040 la demanda de energía aumentará un 1,3% al año. Un crecimiento en parte propiciado por la creciente demanda de servicios energéticos. La cifra se encuentra, sin embargo, por debajo de la subida del 2,3% que experimentó en 2018 y refleja una tendencia al alza en las emisiones derivadas de la producción de energía. Tanto es así que las emisiones derivadas de la producción de energía alcanzaron un nuevo máximo histórico en 2018.
Estiman, desde la Agencia Internacional de la Energía, que las fuentes bajas en carbono, especialmente las tecnologías eólica y fotovoltaica, conformarán la mitad de la tarta energética El gas natural se encargará de otro tercio del abastecimiento energético, la demanda de petróleo se mantendrá estable y el consumo de carbón descenderá.
“Algunos países, especialmente aquellos con ambición de alcanzar el objetivo cero emisiones, reformularán su oferta y consumo”, apunta el documento aunque advierte de que las perspectivas energéticas mundiales hasta la fecha no serán suficientes para compensar una economía y una población en expansión.
La eólica marina, el negocio del trillón de dólares hasta 2040

Hay más buenas noticias en el terreno de las renovables y es que tras la eólica marina se esconde aún un gran potencial de crecimiento verde.
La reducción de sus costes y la experiencia adquirida en el Mar del Norte la está convirtiendo en una alternativa cada vez más viable para satisfacer la creciente demanda de electricidad. “Ofrece factores de capacidad mayores que la solar y la eólica terrestre. Con turbinas cada vez más grandes que alcanzan velocidades más altas incluso a grandes distancias de la costa”, apunta el informe.
El sector alberga un potencial para atraer hasta un trillón de dólares en inversiones hasta 2040 y es que a experiencia en Europa ha atraído el interés de China y Estados Unidos. En el escenario que plantea la Agencia Internacional de la Energía, la eólica marina y su versión terrestre se convertirán en la principal fuente de generación de electricidad en la Unión Europea, “abriendo el camino para la descarbonización total de sector de la energía en Europa”.
El mundo sólo tendrá ojos para los combustibles fósiles de Oriente Medio

Estados Unidos incrementará su producción de petróleo, un hecho que no hará sino reducir la participación de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC) y Rusia en la producción total de crudo. Parece que esto es la antesala de un cambio en el equilibrio de los mercados petrolíferos. En cualquier caso, hace hincapié el informe, el mundo continuará teniendo una gran dependencia de la producción petrolífera de Oriente Medio.
Rompiendo prejuicios, Oriente Medio todavía se encuentra lejos de ser el principal proveedor de petróleo del mundo, aunque su rol en la exportación de gas natural licuado es muy relevante.
Por ello, concluye el documento, el estrecho de Ormuz, continuará siendo un enclave fundamental en el comercio mundial de energía y adquirirá una mayor relevancia en el comercio de energía hacia países asiáticos como China, India, Japón y Corea. Tanto es así que el 80% del comercio internacional de petróleo en 2040 tendrá lugar en Asia, impulsado por las necesidades de importación de la India que serán dos veces mayores que las actuales.
Y África adelantará a China en consumo de petróleo en 2040

En las tendencias energéticas globales, África juega un papel cada vez más relevante y es que se prevé que el crecimiento del consumo de petróleo en este continente supere al de China en 2040. También crecerá el consumo de gas natural gracias a los yacimientos descubiertos en los últimos años.
Pero las renovables tienen mucho que decir en este escenario, concretamente la energía solar. Y es que la clave radica en cuán rápido se desarrollará la infraestructura de las tecnologías fotovoltaicas, especialmente baratas, en un continente “dotado de los mayores recursos del mundo aunque apenas instaló 5GW de paneles fotovoltaicos”, o lo que es lo mismo, el 1% del total mundial.
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Además, la población urbana africana tendrá medio billón de nuevos habitantes hasta 2040, lo que supone un crecimiento más exponencial que el que experimentó la población china entre 1990 y 2010.
Los consumidores prefieren los coches grandes, no los eléctricos

Lo cierto es que se está gestando un creciente interés por los coches grandes en detrimento de los coches eléctricos, una tendencia que redundaría un aumento del consumo de petróleo. Y es que los vehículos grandes no acostumbran a ser eléctricos y su consumo por kilómetro es más elevado. De continuar esta tendencia, a priori al alza, serán necesarios más de 2 millones de barriles de petróleo al día para poder satisfacer la demanda en 2040.
Será mejor cerrar el ciclo del acero, aluminio, cemento y los plásticos

No deja pasar por alto el análisis la necesidad de mejorar en eficiencia tanto energética. En este paquete incluyen también los esfuerzos para un reciclaje eficiente de materiales como el acero, el aluminio, el cemento o diversos tipos de plásticos. “Esa mejora en la eficiencia de los materiales podría, por sí sóla, ser suficiente para contener el aumento de las emisiones en estos sectores”, destaca el informe. Aboga también por utilizar herramientas digitales para aumentar la eficiencia de la electricidad por horarios, que sea más barata y emita menos.
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