Imagina un mundo sin cerveza, café, chocolate o pasta: el cambio climático podría privarte de los alimentos que consumes hoy
- El último panel IPCC nos enfrenta a una realidad que no siempre comprendemos cómo afecta al día a día: el estrés hídrico al que someterá el cambio climático a la tierra hará inviable la pervivencia de cultivos básicos como cereales y otras plantas, y en consecuencia, ponen en peligro de extinción alimentos como la pasta italiana, el café o el chocolate.
- Se prevé que la producción mundial de estos alimentos, algunos de ellos básicos, genere un encarecimiento que haga más profunda la brecha entre ricos y pobres.
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El cambio climático derivado del aumento de la temperatura global en 2 grados para 2050 parece algo lejano. ¿Te imaginas un mundo sin chocolate, sin pasta o sin cerveza?
Aunque la existencia de fenómenos extremos como las lluvias torrenciales en una parte del mundo, los incendios bestiales en otra y la sequía en una tercera son señales evidentes de la degradación de la Tierra, se considera como algo que no tiene que ver con uno mismo.
Ahora bien, cuando esto se traduce en la pérdida de alimentos básicos como el bacalao o la pasta, se activa la conciencia de lo que puede suponer para el día a día la realidad del cambio climático.
Los recursos del mundo están siendo sobreexplotados a niveles “sin precedentes”, y si se une a la crisis climática irreversible en la que se está inmerso, la capacidad para generar alimentos para toda la población se reduce, como avisa las Naciones Unidas en un informe de 2019.
El dióxido de carbono creciente en la atmósfera (el gas de efecto invernadero) empobrecerá la calidad de los alimentos; las temperaturas en aumento reducirán el rendimiento de las cosechas; la desertificación aumentará la presión migratoria.
¿Qué alimentos se encuentran en peligro de extinción o se convertirán en productos de lujo solo al alcance de unos pocos? Algunos de ellos te sorprenderán, pues forman parte de tu dieta diaria.
El cacao (y todos sus derivados, chocolates incluidos)
Costa de Marfil, el mayor productor de cacao del mundo, ha perdido el 30% de sus bosques de producción en los últimos 50 años, según diversos estudios de la Universidad de California y el Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT).
Esto deja un panorama nada halagüeño: se estima que en 2030, el chocolate comenzará a ser un producto tan exclusivo como el caviar hoy en día. La planta de cacao, apuntan dichos informes, no sobrevivirá al aumento de temperaturas, la desertificación y la sobreexplotación si esta sigue al ritmo actual.
Sin cereales no hay pan ni pasta
En el caso de los cereales, existe la agravante de que son alimentos de primera necesidad. Productos como el arroz, el trigo o el maíz están seriamente amenazados por los efectos del cambio climático en la capacidad de la Tierra para producirlos.
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Sin cereales, el mundo carecerá de alimentos como elpan, en todas sus variedades, o la pasta, con todas sus polémicas sobre cómo hacer salsa carbonara o cuál es el punto de cocción ideal para cada tipo de pasta. Y esto incluye a las pizzas o las cervezas.
Adiós al café
Según un estudio del Real Jardín Botánico de Kew (Reino Unido), publicado en Science Advances, el 60% de especies de café están amenazadas por los efectos del cambio climático y la producción masiva.
El Instituto de Climatología de Australia pone fecha (probable) a la 'extinción' del café en la Tierra: el año 2080.
Imagina una España sin vino y sin aceite
Otra de las consecuencias del aumento de la temperatura global pasa por la aparición de nuevas plagas y epidemias. Enemigos que afectan tanto a las personas como a las plantas.
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El aumento de la aridez del suelo a causa de la disminución de las lluvias junto con la aparición de nuevas enfermedades amenazan seriamente a la biodiversidad de los países del Mediterráneo, España entre ellos. Así ocurriría con la producción de vino y aceite de oliva.
Aguacate y la quinoa: superalimentos de moda que generar sobreproducción
Cuando un alimento se pone de moda, los propietarios de explotaciones buscan nuevos terrenos aptos para el cultivo que les doten de mayor beneficio. Zonas de Estados Unidos y Nueva Zelanda en el caso del aguacate, y en el sur de Asia en el de la quinoahan visto reducida su masa forestal para aumentar la producción y suplir la demanda.
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A esto se le suman los peligros de empobrecer el suelo, sometido a las escorrentías y la sobreexplotación de sus minerales, y el agua, que junto con la aparición de nuevas plagas ponen en serio riesgo la producción en un futuro cercano.
La solución pasa por adaptar el consumo y la producción a las circunstancias. La adaptación todavía es posible, o debería serlo, al menos en los cultivos más importantes, apunta la FAO.
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