7 consejos para adiestrar a tu perro, según una marine que ha entrenado perros para detectar bombas

- Los perros militares están adiestrados para realizar trabajos difíciles en condiciones difíciles, pero aún así siguen siendo perros.
- Aunque su entrenamiento es muy especializado, existen muchos aspectos universales que se pueden aplicar sin importar lo que trates de enseñar a tu perro.
- Lee más historias en Business Insider España.
Como entrenadora de perros en las fuerzas americanas de marine, tuve que trabajar con los perros mejor adiestrados del mundo.
Estos perros pueden oler bombas enterradas, drogas escondidas en los techos de algunas casas, derribar a hombres que superan tres veces su tamaño, encontrar personas desaparecidas o encontrar a sospechosos.
Como adiestradora de un perro capaz de detectar explosivos, mi trabajo era entrenarle, mejorar sus habilidades, mantenerle sano y asegurarme de que hacía ejercicio. Tras graduarme como entrenadora de perros, me emparejaron con mi primer perro: Kuko
Lo primero que tuve que hacer al trabajar con un perro experimentado fue ponerme a su nivel. Cuando lo logré, pude empezar a enseñarle otras cosas para llevarlo al siguiente nivel.
Aunque no estés entrenando a un perro para encontrar bombas o drogas escondidas en el parachoques de un coche, existen muchos trucos que puedes enseñarle a tu perro.
1. Tienes que construir una relación

Lo primer que tienes que hacer es establecer una buena relación. Si te llevas a casa a un nuevo cachorro, tienes que empezar tu entrenamiento haciendo esto. Con tantos perros en la perrera de la unidad, los adiestradores hacen turnos dejándoles la comida dos veces al día.
Pero cuando un entrenador empieza su trabajo con un nuevo perro, es una buena idea que sea él el que le lleve la comida durante unos días para establecer ciertos lazos. De esta manera el perro asociará al adiestrador con cosas buenas.
Esto es realmente importante con los perros más rabiosos. Aunque nuestros perros no están entrenados para ser malos, tampoco son amigables.
He visto a entrenadores ser mordidos por sus propios perros algunas veces. Dos de los mejores adiestradores de perros de mi primera unidad tenían cicatrices de sus perros. Tratar de entrenar a un perro muy rápido o muy duro no trae buenos resultados y es posible que genere cierta frustración en ambas partes.
2. Cepilla a tu perro todos los días

Cepillar a tu perro ayuda a construir la relación, lo mantiene limpio y sano y te permite comprobar si algún problema. Muchos perros tienen tanto pelo que si no lo cepillas no vas a poder si tiene algún problema.
Si tu perro corre por áreas boscosas, comprueba sus orejas, patas y almohadillas por si hay alguna garrapata. Incluso con medicina preventiva, las garrapatas pueden morder a los perros e infectarlos con muchas enfermedades que pueden ser devastadoras. Puede que un pequeño corte en una pata se convierta en algo mucho más grave si no se trata y los perros que no se sienten bien, no son buenos estudiantes.
Uno de nuestros perros estuvo a punto de morir por una infección de garrapatas. Aunque nunca encontramos la garrapata, el perro dio positivo en Babesia. Sobrevivió porque su adiestrador notó que estaba más letárgico con el paso de los días.
Gracias a que lo vigilaba muy de cerca se dio cuenta de que su lengua y encías estaban pálidas, lo que indica un serio problema. Lo llevaron al veterinario donde pasó un tratamiento muy agresivo que salvó su vida. Su recuperación fue lenta y difícil y tuvo que retirarse. Los veterinarios se preocupan por los perros y los salvarán si les es posible hacerlo.
3. La consistencia es la clave

Mientras se construye la relación, empieza a sentar las bases de lo que quieres enseñar a tu perro.
No dejes que haga cosas que no vas a aceptar más tarde. Premia su buen comportamiento con premios, atención, juegos o tratos. Una vez empiece el entrenamiento, la consistencia va a ser la clave de los buenos resultados.
Si estás tratando de enseñar a un perro que se siente, hazlo siempre en el mismo sitio. No cambies el tono de tu voz. No cambies el modo en el que se lo ordenas. No le ordenes nada a menos que tengas preparada la recompensa.
4. Entrenar lleva su tiempo

No puedes apresurar el entrenamiento del perro. Algunos cogen las cosas más rápidos que otros. Los perros militares son entrenados durante cuatro a siete meses en cosas básicas antes de entrar a formar parte del cuerpo. Si tu perro no asume las conductas básicas, no puedes pasar a las avanzadas. La obediencia básica (siéntate, abajo, quieto) es la base de todo el entrenamiento posterior.
Tómate el tiempo que necesites para perfeccionar los puntos básicos y refréscalos de vez en cuando. Los perros militares son profesionales con años de experiencia y se les refrescan las lecciones básicas casi todos los días. Es mucho más fácil mantener ese nivel de exigencia que solventar un problema que tiene el perro desde hace demasiado tiempo.
5. Los perros también tienen malos días

Digamos que llevas entrenando a tu perro durante semanas. Él lo hace perfectamente y de repente, un día, decide que no quiere trabajar. No se sienta. Parece aburrido, ansioso, cansado o simplemente perezoso.
No te vuelvas loco y no continues corrigiendo a tu perro si no funciona. Ellos también tienen sus días. Muchas veces no quieren trabajar y si tratas de forzarlos se frustrarán y enfadarán, lo que hará mucho más difícil conseguir buenos resultados. Es importante que compruebes si se trata de un problema médico. Los perros enfermos no son buenos estudiantes.
Durante la evaluación en mi anterior base, un perro no quería sentarse. El adiestrador no consiguió que el perro se estuviese quieto tras muchas correcciones. Optó por echar una mirada en profundidad al perro y resulto que estaba encima de un hormiguero de hormigas de fuego que le estaban comiendo las patas. Si seguía corrigiéndolo sería muy poco efectivo y seguramente dañaría la relación entre ambos.
Tienes que tener claro que tu perro es una criatura que vive, respira y tiene sus sentimientos y emociones.
6. Los perros necesitan divertirse

Tu perro necesita divertirse. Si únicamente te dedicas a entrenarle te perderás gran parte de la relación que puedes crear con él.
Llévate al perro a correr contigo, que juegue con juguetes, se tumbe a disfrutar del sol, se tome un respiro y que sea simplemente un perro. De esta forma será un perro feliz que querrá complacerte cuando estáis entrenando. El placer que siente un perro por complacer a su dueño se compara en muchos casos con los de un juguete o una golosina.
Mi primer perro no era especialmente cariñoso y no creo que me quisiese del mismo modo que una mascota ama a su dueño. Él ya había tenido adiestradores antes y tendría más después, pero todavía tenemos un estrecho vínculo que nos hizo formar un gran equipo.
Lo paseaba, le dejaba jugar, le lanzaba una pelota, le permitía tumbarse para disfrutar del sol y lo llevaba conmigo a largas caminatas sin darle ninguna orden. Él sabe cuándo es el momento de jugar y cuándo el de trabajar y confiaba en que si hacía lo que le pedía, vendrían cosas buenas.
7. No todos los perros podrán aprenderlo todo

Entre la cuidadosa selección de perros de Europa y los criados en la base aérea de Lackland, el ejército tiene muchos perros y no todos acaban por entrar en el cuerpo. Muchos fallan por multitud de motivos: desde problemas de salud hasta problemas de comportamiento. Muchos perros no pasan el corte para el tipo de trabajo que necesitamos de ellos.
Tuvimos un perro que no quería morder a la gente. Si tu perro no lo entiende, podría ser que no quiere o no puede.
Aunque seguramente no quieras entrenar a tu perro para que muerda a la gente, puede que veas que no quiere sentarse, no te trae la pelota o no se queda quieto por más de un segundo. Ten en cuenta que algunas razas de perros tienen voluntad de aprender y otras muchas no.
No tengas un perro que necesite salir al exterior y lo mantengas dentro de casa sin hacer ejercicio. Eso es lo que destruye las casas. Es importante que investigues qué tipo de perro se puede adaptar a tu estilo de vida y no vayas a por el primer perro que viste en una película y pensaste que era muy cool.