8 lugares del mundo en los que no deberías veranear porque existen muchas probabilidades de que acabes muriendo

El verano es una época de relajación y tranquilidad, pero una preocupación que suele traer consigo esta etapa del año es escoger el lugar en el que pasar las tan ansiadas vacaciones. 

A la hora de seleccionar el destino parar veranear se suelen tener en cuenta factores como el precio, tanto del alojamiento como del desplazamiento y de la estancia en sí, el número de días de los que se disponen para visitar el lugar escogido o la oferta cultural o gastronómica de la que se va a poder disfrutar. 

Sin embargo, otra cuestión que se debe tener en cuenta y que, a veces, se pasa por alto es la peligrosidad del destino vacacional. 

La seguridad —o la sensación de seguridad— al ir de vacaciones es una de esas cosas que muchas veces no se tienen en cuenta hasta que se echan en falta. Lo último que se quiere cuando se está visitando un destino es tener la sensación de que el peligro acecha. 

Entre las estadísticas que se pueden tener en cuenta para medir la peligrosidad de un lugar de vacaciones está la tasa de asesinatos por cada 100.000 habitantes. Por ejemplo, en lo que llevamos de 2022, 4 de las 5 ciudades más peligrosas del mundo a este respecto se corresponden con Méjico.

Aunque la peligrosidad del lugar de vacaciones se puede medir de esta forma, esta no es la única manera de valorarla. Se puede ver también en las particularidades de la zona en la que se encuentra, los accidentes que han tenido lugar en ese punto en concreto o las condiciones climáticas que lo caracterizan.

Por este motivo, desde Business Insider España hemos querido recopilar los 10 lugares del mundo en los que no deberías veranear si no quieres acabar mal parado:

1. El lago Nyos en Camerún: un lago explosivo 

Este lago se considera uno de los más peligrosos de la Tierra por lo que se debería evitar como lugar de baño en vacaciones. No porque tenga mucha profundidad, ni porque cuente con corrientes subacuáticas, ni si quiera porque esté infestado de pirañas. 

El lago Nyos en Camerún es un lago volcánico que el 21 de agosto de 1986 causó la muerte de cerca de 1.800 personas. El motivo: una nube de dióxido de carbono generada por el propio lago que terminó explotando como si de una bomba se tratase, causando así una tragedia. 

2. La roca Kjerag en Noruega: una piedra que cuelga sobre 1.000 metros 

Uno de esos lugares que se planifican para hacer la foto que después de las vacaciones se irá enseñando por ahí. 

En los fiordos noruegos, concretamente en el fiordo de Lyse, hay un lugar extremadamente peligroso. Como colocada por alguien entre 2 paredes verticales, se encuentra la roca Kjerag, una piedra que cuelga a 1.000 metros de altitud. Es uno de esos sitios en los que te harías una foto para la posteridad, ahora bien, ¿merecería la pena?

3. El desierto de Danakil en Etiopía: el lugar más caliente del planeta

Con la ola de calor que asola Europa —y que parece ser solo un preludio de lo que vendrá— probablemente no se te ocurra veranear en un desierto, pero en este quizá todavía menos. 

En la Depresión de Afar, en Etiopía, se encuentra uno de los lugares más calientes del planeta: El desierto de Danakil. En este punto de la Tierra se suelen superar los 55 grados durante el día, lo que genera un paisaje inhóspito al verse condicionado por ser una de las zonas más activas tectónicamente de todo el planeta. 

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4. The Poison Garden en Reino Unido: el jardín más peligroso del mundo

Para refugiarte del calor pensarías que lo conveniente es resguardarte en una zona verde como un parque o un jardín botánico, pero cuidado con el jardín que escoges. En el Jardín del Veneno de The Alnwick Gardenhay casi 100 plantas venenosas que podrían matarte. 

Este lugar, que se encuentra en la localidad de Northumberland (Reino Unido), solo puede visitarse bajo estrictas normas de seguridad y sus jardineros deben trabajar con un traje y una máscara de protección para no verse afectados por el veneno de las plantas.

5. La cueva Gouffre Berger en Francia: la cueva de la muerte

En el país vecino también se pueden encontrar lugares peligrosos en los que pasar el tiempo en verano. Al sureste de Francia aguarda este viaje al centro de la Tierra, una caverna de más de 1.200 metros de profundidad. 

La cueva cuenta con un lago en su interior, ya que el agua ha ido perforando la roca caliza que la conforma. Se dice que varias personas han perdido la vida en ella, ya que cuando llueve, la caverna se inunda. 

6. La Piscina del Diablo en Zambia: un baño que podría acabar en tragedia

Con el calor te podría apetecer visitar las Cataratas Victoria para refrescarte. Junto a ellas se encuentra una de las piscinas naturales más peligrosas del mundo, la Devil´s Pool o Piscina del Diablo. 

Esta piscina ha sido generada por la erosión del agua que cae de las famosas cataratas. Su peligro reside en que se encuentra al borde de las mismas y un paso en falso haría caer al bañista desde más de 100 metros de altura. Normalmente hay una pared de roca que impide el accidente, pero si el nivel del agua sube, esa pared no sería suficiente evitar la tragedia. 

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7. Gansbaai en Sudáfrica: una playa infestada de tiburones

Gansbaai es un pequeño pueblo pesquero que se encuentra en Sudáfrica y que debe su fama a ser considerada la capital del tiburón blanco. 

En la "bahía de los gansos", como se conoce comúnmente al territorio, la actividad turística estrella es el buceo en jaula. De esta forma se pueden ver a estos gigantes marinos que podrían acabar con la vida de los visitantes en un segundo.

8. El cráter de Darvaza en Turkmenistán: una puerta al infierno 

Este es otro de esos lugares en lo que se puede ir a buscar la foto y salir mal parado. En el desierto de Karakum, Turkmenistán, se localiza el cráter de Darvaza, conocido como "la puerta del infierno". 

Con 20 metros de profundidad y 60 de diámetro, este cráter es un espectáculo en llamas que se supuestamente se originó cuando unos geólogos soviéticos descubrieron una cámara de gas. Temiendo que el gas que allí había contenido se liberase y acabase con sus vidas, decidieron prender fuego. El cráter lleva ardiendo desde 1971.