Cómo cuidar del planeta más allá de la muerte: 7 opciones ecológicas sobre qué hacer con tu cuerpo después de morir

un funeral de muerte
  • La conciencia medioambiental ha llegado hasta los ritos fúnebres.
  • Y es que los daños ecológicos de los entierros y cremaciones son más altos de lo que podríamos pensar.
  • Por ello cada vez son más las opciones que buscan ser respetuosas con la naturaleza cuando se trata de qué hacer con los fallecidos.
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En una era en la que el cuidado del planeta y el respeto por el medio ambiente por fin logran acaparar titulares y agendas políticas no es de extrañar que la gente esté empezando a plantear opciones más ecológicas en lo que respecta a la muerte.

Se trata de procesos más respetuosos con el medio ambiente que los entierros tradicionales o las incineraciones.

Según el Natural Death Center de Reino Unido, una sola cremación usa casi tanto gas y electricidad como un viaje por carretera de 800 kilómetros y emite más de 100 kilos de dióxido de carbono a la atmósfera.

Aunque cueste creerlo el entierro tradicional es incluso más contaminante. Los materiales asociados usan más de 100.000 toneladas de acero y 1,5 millones de toneladas de hormigón cada año, según Bloomberg A esto cabe sumarle el número de árboles talados para la elaboración de ataúdes, que el medio cifra en torno a los 77.000 árboles anuales (solo en Estados Unidos).

Y ahí no termina todo, muchos opinan que existe el riesgo de que el líquido utilizado para embalsamar los cuerpos, cancerígeno, se filtre posteriormente logrando contaminar la tierra y el agua.

En definitiva, morirse no es eco-friendly.

Leer más: Los 5 productos más perjudiciales para el medio ambiente que utilizas a diario

Por ello no es de extrañar que al abrigo de las nuevas generaciones cada vez más concienciadas con el respeto a la naturaleza hayan surgido propuestas que proponen opciones más ecológicas sobre qué hacer con nuestros cuerpos una vez muertos.

Estas van desde entierros ecológicos en los que se desecha todo tipo de elementos contaminantes, hasta entierros en el mar o apuestas por convertir nuestros cadáveres en compost para alimentar la tierra.

Lo cierto es que en muchos casos se trata por el momento de meros proyectos que esperan que con el tiempo la legalidad esté de su parte.

En este sentido en España nuestra regulación sobre sanidad mortuoria aún nos coloca lejos de estas prácticas ecológicas a la hora de deshacernos de nuestros fallecidos. Como opción para intentar reducir en la medida de los posible nuestra huella al morir, la web RestGreenofrece féretros elaborados en cartón reciclado, asegurando ser la única empresa homologada en nuestro país.

A continuación recogemos algunas opciones ecológicas para tu cuerpo después de morir que se están llevando a cabo en otros países.

1. Un entierro ecológico

bosque

Según la National Funeral Directors Association un entierro ecológico supone que "el cuerpo está enterrado, sin embalsamar, en un entorno natural, donde cualquier cubierta o ataúd que se use debe ser biodegradable, no tóxica y de material sostenible. Las lápidas tradicionales no están permitidas. En cambio, rocas planas, plantas o árboles pueden servir como marcadores de tumbas ".

Al no haber bóveda de hormigón para acoger el cadáver, el agujero se debe cavar a mucha menor profundidad —la necesaria para que los cuerpos no sean percibidos o "atacados" por animales, pero lo suficientemente profundo para que puedan actuar sobre él las bacterías aeróbicas encargadas del proceso de descomposición.

El objetivo de los entierros ecológicos es, como es lógico, reducir el daño ambiental que suponen tanto el entierro tradicional como la cremación.

Si bien por el momento esta práctica está muy restringida en Europa —debido a las leyes sobre tratamiento de cadáveres—, empieza a ser más frecuente en zonas como Estados Unidos o Canadá.

Según un estudio realizado en 2015 por el Funeral and Memorial Information Council  hasta un 64% de los mayores de 40 años consideraban ya la posibilidad de un entierro ecológico.

2. Cremación con agua

agua

La cremación con agua, aquamación o hidrólisis alcalina es un proceso por el cual el cuerpo se disuelve bajo la acción de aguas alcalinas y una temperatura de entre 150º y 170º. El proceso toma unas dos horas y permite la descomposición de los tejidos y la degradación de los huesos que posteriormente serán transformados en cenizas.

Si bien es un proceso que está lejos de ser totalmente ecológico, algunas fuentes cifran en más de un 75% la reducción en la huella de carbono que la aquamación permite, utilizando además, un octavo de la cantidad de energía requerida en la cremación habitual, según recoge la web Ecofuneral.

En Estados Unidos actualmente en torno a 15 estados ya permiten la cremación por agua. 

3. Formar parte de un arrecife

Arrecifes creados por la empresa Eternal Reefs.
Arrecifes creados por la empresa Eternal Reefs.

La empresa estadounidense Eternal Reefs afirma ofrecer una opción por la cual nuestras cenizas ayudarán a generar nuevos hábitats marinos.

Para ello, la compañía crea una estructura compuesta de hormigón ecológicamente seguro junto a las cenizas del fallecido. Estas se utilizan posteriormente para generar "formaciones artificiales de arrecifes", según la propia web.

Los arrecifes con las cenizas del fallecido se localizan después en espacios del océano permitidos, generalmente destinados para la pesca y el buceo. Se trata de espacios públicos al que puede acceder cualquier persona.

De acuerdo a la propia compañía, existen actualmente unos 1.800 de sus arrecifes con cenizas situados en las costas de Florida, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Maryland, Nueva Jersey, Texas y Virginia.

4. Entierros marinos

entierros marinos New England Burials At Sea

En estados unidos la empresa New England Burials at Sea ofrece lo que denomina entierros marinos "ocean friendly" . 

Se trata de literalmente lanzar el cadáver al mar. Para ello el cuerpo del fallecido es liberado del ataúd tradicional. En su lugar incorporan una alternativa más "económica, respetuosa y segura con el medio ambiente". 

El sudario del cadáver utiliza material de fibras naturales sin tratar así como herrajes de cromo niquelado, lo que aseguran supone un entierro biodegradable y respetuoso con el océano. El sudario además incorpora balas de cañón para facilitar que el cuerpo se hunda.

La compañía actualmente ofrece entierros marinos tanto en la costa oeste como este de Estados Unidos.

5. Compost humano

plantas en maceta, compost

Una forma ecológica de deshacernos de nuestro cuerpo una vez muerto sería utilizarlo para hacer compostaje y servir de esta forma como abono orgánico de la naturaleza.

Este es el plan que persigue Recompose, el proyecto de Katrina Spade que busca poder transformar nuestros cuerpos en tierra de manera natural y ecológica.

Para lograrlo el proceso se basa en un recipiente modular y reutilizable en el que se acelera la reducción orgánica. Los cuerpos se cubren con astillas de madera y están aireados lo que favorece la actuación de microbios naturales y de las bacterias necesarias. El proceso toma 30 días tras los cuales el cuerpo se transforma por completo en una tierra que puede ser utilizada posteriormente como compost.

Según Recompose, el proceso es capaz de reducir una tonelada métrica de carbono por persona.

6. Traje funerario revestido de hongos

Jae Rhim Lee vistiendo su traje funenario de hongos.
Jae Rhim Lee vistiendo su traje funenario de hongos.

La empresa Coeico ha creado un traje funerario destinado a facilitar la degradación del cadáver de manera ecológica.

Esta diseñado con materiales biodegradables, no se sirve de productos químicos contaminantes y favorece de manera natural la integración del cuerpo con la tierra.

El secreto para esto último radica en que el traje está recubierto de esporas de una clase de hongos que ayudan a degradar el cadáver, al consumir tejido muerto.

Como cuenta su creadora, Jae Rhim Lee, en una charla TED, el cuerpo humano incorpora toxinas que pueden ser devueltas a la atmósfera durante los procesos de cremación y otras formas tradicionales de eliminarlo cuando está muerto. Frente a esto, los hongos del traje funerario diseñado por Rhim Lee absorben tales toxinas impidiendo la contaminación del ambiente por estas.

7. Ataúdes ecológicos para nutrir árboles

Cápsula para cenizas de Capsula Mundi.
Cápsula para cenizas de Capsula Mundi.

El proyecto italiano Capula Mundi comercializa recipientes biodegradables en los que poder colocar las cenizas del fallecido, convirtiendo estas en nutrientes para un árbol.

Las capsulas con forma de huevo, están elaboradas por materiales biodegradables y plantas de temporada. Las cenizas se colocan en ellas y después se entierran. Sobre estas se planta un árbol o semillas que más tarde darán una planta.

Creado por los diseñadores Anna Citelli y Raoul Bretzel, el objetivo del proyecto es poder generar cementerios verdes, contribuyendo a la reducción de madera que supone desechar los ataúdes tradicionales al tiempo que se generan plantas.

Si bien por el momento solo se comercializan recipientes para cenizas, el objetivo que persigue Capsula Mundi es poder desarrollar cápsulas capaces de albergar un cuerpo en posición fetal. Aunque por el momento la legislación italiana no lo permite.

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