7 productos los dejaste de comer porque ya no están de moda

La actriz Liana Liberato recibió un cupcake por su cumpleaños durante el estreno de 'Si decido quedarme' (2014).
La actriz Liana Liberato recibió un cupcake por su cumpleaños durante el estreno de 'Si decido quedarme' (2014).

Por qué un alimento se pone de moda es algo que no se sabe con certeza. Muchas veces la fascinación viene de la mano de famosos, al buscar adoptar sus estilos de vida o esa dieta que llevará a tener su mismo físico.

En otras ocasiones los productos llegan de intentar comer de otra manera y arropar culturas gastronómicas lejanas. Te aburres de lo mediterráneo y te da por probar productos, quizá similares a los locales, pero con nombres mucho más chic.

Sea por lo que sea, la realidad es que haytendencias en la alimentación. Y todos en mayor o menos medida nos hemos rendido a ellas en algún momento, hay que reconocerlo.

Ahora, seguro que conoces a alguien que sigue una dieta cetogénica,vegetariana o que prima los alimentos de cercanía. La carne que no es carne es una tendencia, como lo son los zumos verdes o la kombucha.

Dale al recuerdo y prepárate para reconocer que alguno de estos 7 alimentos ya no los sueles comer porque pasaron de moda.

Los cupcakes

tienda de cupcakes

Ni magdalenas ni muffins, los cupcakes son otra cosa. Algo que aprendimos hace una década, cuando este pastelito adornado con adorables decoraciones aterrizaba en nuestro país para convertirse en todo un fenómeno. 

Aunque la fiebre terminó pasando, y puede que ya ni te acordaras de lo mucho que gozaste estos dulces. No había cumpleaños o celebración en la que no hubiese. 

Por aquel entonces en ciudades como Madrid y Barcelona las tiendas de cupcakes surgían como setas. Y eso que veníamos de la crisis de 2008, cuando lo de los negocios era una aventura más que arriesgada. 

Pero es que los cupcakes podían en aquel entonces con todo. 

Prueba de ello, en EEUU donde empezó el boom de los pastelitos (y podría decirse que también la crisis) The Wall Street Journal señaló en julio de 2010 a los cupcakes como el motor legítimo de la economía de la ciudad de Nueva York.

Un año después, la pastelería especializada en este dulce Crumbs Bakery anunció su salida a bolsa por valor de 66 millones de dólares.

Su origen se remonta al siglo XIX, época en la que en EEUU ya se preparaba este "pastel de taza", en referencia a la medida de volumen utilizada para su elaboración.

Pero el empuje del cupcake llegó con  el cambio de siglo de la mano de la serie Sexo en Nueva York . Sus 4 glamurosas protagonistas se contaban sus penas mientras degustaban estos pastelitos tan monos en  Magnolia Bakery. Y entonces todos sus seguidores quisieron hacer lo mismo.

La pastelería se incluyó en el circuito turístico en autobús que recorría los sitios preferidos de los personajes de Sexo en Nueva York. 

Tiempo después, Magnolia Bakery se retiró de la ruta porque no pudieron satisfacer la demanda. Antes de eso llegaron a estar abiertos hasta medianoche y a contratar seguridad para gestionar la cola de clientes.

Y de allí, los cupcakes dieron el salto a muchos otros países, incluyendo España, donde la serie también hizo furor. Aupados por otras no tan famosas como Dos chicas sin blanca, las camareras que soñaban con su tienda de pastelitos, ¿recuerdas?

Pero como todo lo que sube tiene que bajar, la atracción por los cupcakes se diluyó. Y si bien es posible seguir encontrándolos, muchas de las tiendas dedicadas en exclusiva a este dulce ahora posiblemente sean un restaurante de sushi o un café estilo nórdico donde tomar matcha.

Las bayas Goji

Té de bayas de goji.

Conocida como la fruta de la inmortalidad, estas bayas proceden del Himalaya y se caracterizan por su alto contenido de proteína vegetal completa.

Y hace una década lo ponías en todo. 

Las bayas Goji venían a acabar con todos tus problemas y permitirte vivir eternamente como en Fama. De ellas se ha dicho que ayudan con los kilos de más, a estimular la libido, potenciar tu sistema inmunológico o incluso prevenirte de enfermedades cardiovasculares.

Por eso hubo un tiempo en el que las comprabas a precio casi de oro (24 euros el kilo) y las ponías en ensaladas, yogur, postres o incluso en batidos. Todo valía para beneficiarte de sus propiedades.

Realmente estas bayasaportan buena cantidad de fibra y  antioxidantes (carotenos como licopeno o luteína, vitamina C y E o minerales como el magnesio). Aunque son nutrientes que puedes obtener también de alimentos más locales.

No obstante, en 2013 desde la OCU se alertó de su alto contenido en metales pesados como cadmio, cobre y plomo. Sin embargo, la resolución de laAgencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) señaló que las bayas no entrañaban peligro para la salud.

Lo cierto es que desde hace años su fama ha ido decayendo y aunque aún puedes encontrarlas a la venta, han sido eclipsadas por otros "superalimentos".

Sirope de arce

sirope de arce

Si buscas sirope de arce la primera páginas de Google es difícil encontrar algo posterior a 2019.

Este jarabe fabricado a partir de la savia del arce es el preferido en Canadá o EEUU para acompañar tortitas o gofres. Pero en nuestro país hace años se colocó como el ingrediente estrella de una dieta milagro.

Por la década de 2010 o algo más, seguro que recuerdas a algún compañero de trabajo o amigo acarreando una botella con un líquido color caramelo. Era una mezcla de sirpoe de arce, agua y limón que constituía lo único que podía ingeir durante unos 4 días.

La dieta del sirope consistía en un ayuno que permitía "depurarte" y perder peso fácilmente. Lo cual es obvio si te pasas días bebiendo únicamente agua con jarabe. La propia Beyoncé fue una de las estrellas encargadas de convertirlo en tendencia.

Hoy esa dieta ha sido sustituida por otras dietas de moda. Y el sirope de arce ha caído un poco en el olvido. Aunque su uso en la repostería puede ser incluso recomendable.

Según el portal de Sanitas, desde un punto de vista nutricional se puede "convertir en un excelente sustituto del azúcar blanco" ya que aporta la mitad de calorías y además es rico en minerales como el calcio, potasio y zinc.

Productos light

mujer comprando refrescos

La cultura keto ha encumbrado a las proteínas, el nutriente de moda. Pero al inicio de los 2000 comer hidratos parecía no preocupar en absoluto. El enemigo eran las grasas.

Como consecuencia de esta creencia, los supermercados estaban repletos de productos light que después dieron paso a los 0%. 

Desde la Coca Cola a la mayonesa o incluso la leche merengada, todo tenía su versión light. Lo cual era casi mágico, podías adelgazar sin renunciar a nada.

Claro que eso, como se sabe, es más bien un truco, pues las grasas y las calorías no es lo único que te hace engordar. Y no todas las grasa son iguales.

Por no hablar del impacto negativo para la salud que puede conllevar sustituir estas por azúcares, de los cuales solían venir cargaditos este tipo de productos.

Ahora este boom de lo light ha sido sustituido por los productos artesanos, orgánicos o "naturales". Los cuales, por cierto, también deberían hacerte leer la etiqueta de ingredientes antes de caer.

El bimi y el kale

Bimi

Las crucíferas son un grupo d vegetales que bien merecen un hueco en tu dieta. Pues su aporte de nutrientes, y por tanto, de beneficios, es destacado.

Pero hace unos años en lugar de optar por el repollo o la berza los más  entendidos en alimentación saludable comían kale, —un tipo de col rizada que tus abuelos seguramente utilizaban para alimentar a los animales del pueblo, pero que tras el 2010 o así empezó a ser un indispensable de los batidos detox.

Había quien era incluso mucho más moderno y entonces en su cesta de la compra metía bimi. ¿Te acuerdas? Era tal el furor que Harper's BAZAARincluso insinuó que destronaría al aguacate.

Una verdura de esas que, como todo lo novedoso, parece tener poderes mágicos. El bimi es un híbrido entre el brócoli y el kailan o brócoli chino. Y por su aspecto parece el hijo de un brócoli y un espárrago.

Lo cierto es que tiene capacidad antinflamatoria y antioxidante debido a su aporte nutricional. Pero sin duda la gran diferencia con otras crucíferas está en el precio. 

Como remarca un artículo de 2017 de la OCU, mientras que un kilo de brócolí costaba entonces 2,49 euros, el kilo de bimi ascendía hasta los 7,16 euros.

A día de hoy ha quedado claro que resulta imposible poder eclipsar al aguacate.

Las algas

Comer algas.

Getty

El boom de la comida asiática en nuestro país hizo que hace unos años los españoles empezásemos a cocinar todo tipo de platos elaborados con algas. 

Entre las más famosas, kombu, wakame, agar-agar o nori. Era imposible no haber probado estas "verduras de mar" en algo más que no fuese sushi. Eran uno de los superalimentos de moda.

Si bien aportan de un buen número de nutrientes esenciales con bajo contenido calórico. La adicción fue tal que desde algunos organismos especializados se comenzó a alertar de que no todas las algas son comestibles, ni adecuadas para todo tipo de personas.

La moda de consumir algas ha ido tan lejos, que añadirlas en ensaladas o utilizarlas para elaborar sushi se quedó obsoleto. Chips, galletas o barritas de algas son algunos de los productos que llegaron a los supermercados.

Aún es posible encontrarlas, y se siguen comiendo. Pero sin duda el fervor que despertaban parece haberse normalizado. 

Carne de avestruz

avestruz

"El animal más miedoso y más de moda", así presentaba al avestruz una pieza de TVE en 2009 centrada en la carne de este animal, tendencia en España por aquel entonces. 

Motivos para comer carne de avestruz sobraban. Se trata de una carne roja baja en sodio y grasas (un kilo de carne de avestruz tiene 114 calorías frente a las más de 210 de la ternera), por lo que resulta más conveniente para la salud.

Además, su explotación masiva en nuestro país coincidió con un momento en el que la reputación de otras carnes andaba en entredicho debido a la enfermedad de las vacas locas que llegó a principios de los 2000.

Lo cierto es que con el cambio de siglo, era más que habitual que todo restaurante que se considerase de moda ofreciera carne de avestruz. También podía encontrarse en el mercado, eso sí, a un precio de unos 16 euros el kilo.

Desgraciadamente para aquellos que inviertieron en criar a esta gigantesca ave africana, la moda pasó rápidamente y la gente se olvidó de la carne de avestruz. Quizá también como consecuencia de la crisis.

A día de hoy se estima que apenas quedan funcionando a pleno rendimiento un par de granjas dedicadas a este animal, cuando nuestro país llegó a contar con unas 1.000 explotaciones en todo el territorio.

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