Deja de preguntar 'cómo estás': las 7 formas más efectivas de demostrar tu carisma al iniciar una conversación

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  • La pregunta con la que inicies una conversación trivial puede llegar a crear relaciones importantes, tanto a nivel de amistad como en el ámbito profesional.
  • Aquí tienes 7 tácticas para mantener una conversación que deje huella. Primer aviso, di adiós al clásico cómo estás.

¿Cómo estás? o ¿Qué tal? son las típicas cuestiones a las que todo el mundo recurre para romper el hielo a la hora de hablar con alguien. Pero también son las palabras más inútiles del mundo.

Es lo que opina Gary Burnison, CEO de la consultora Korn Ferry y autor de un bestseller según Nhe New York Times donde comparte las pautas para tener una conversación directa. 

La razón para desterrar el clásico cómo estás es bastante obvia: pocas personas suelen contestar con honestidad. Y la respuesta, banal casi siempre, dejará poco espacio para continuar la charla

"Lo que sigue es una oportunidad perdida y un intercambio sin sentido con cero conexión", afirma Burnison a CNBC.

Puede que, para la mayoría, una conversación trivial sea algo desesperante de lo que huir y que lo único que desees en ese evento de networking al que tienes que ir es que alguien que conoces se una para tener una charla real o tener la excusa perfecta para irte a casa.

Sin embargo, tanto a la hora de conocer amigos como de crear contactos de trabajo, muchas veces las relaciones más importantes comienzan con una conversación informal.

Ser un as hablando con desconocidos no requiere años de formación en oratoria o tener un estilo totalmente original. Másbien, todo se reduce a tacto y comprensión. Mostrar interés, practicar la escucha activa y plantear cuestiones abiertas para conocer a tu interlocutor funciona siempre.

De hecho, la clave para sacar el máximo provecho de las conversaciones triviales, según los investigadores de Harvard, es simplemente hacer preguntas de seguimiento a la otra persona. Es la conclusión a la que llegaron tras analizar más de 300 conversaciones y descubrir que aquellos que hacían más preguntas caían mejor a sus compañeros de conversación.

"De acuerdo con este modelo teórico, el efecto de la formulación de preguntas sobre la simpatía puede mantenerse sólo cuando la gente hace más preguntas de seguimiento, en lugar de otros tipos de preguntas", afirman los autores en el estudio.

Definieron las preguntas de seguimiento como "aquellas que animan al interlocutor a profundizar en el contenido de su turno de conversación anterior". Estas solo son posibles si un individuo pregunta, escucha la respuesta y se interesa por saber más, "lo que constituye la definición de receptividad".

 

En lugar de empezar con el clásico ¿cómo estás? o ¿a qué te dedicas?, Burnison revela 7 tácticas para mantener una buena conversación con un desconocido.

1. Utiliza el truco A.C.T. para iniciar una conexión

El CEO de Korn Ferry aconseja romper el hielo con una pregunta que dé pie a una conversación basada en los criterios del A.C.T:

  • A: Hay autenticidad
  • C: Hay una conexión
  • T: Hay un tema que dará una idea de quién eres

Por ejemplo, en lugar de ¿qué tal estás? puedes probar con ¿cómo van las cosas?. "Esta última pregunta demanda información de forma conversacional mientras que la otra requiere una respuesta binaria de bien o mal", señalan desde Indeed.

2. Ve más allá de los temas de actualidad

Hablar del tráfico, los deportes o el tiempo es el recurso clásico de mucha gente, pero difícilmente dará pie a conectar con alguien.

"Es una forma horrible de romper el hielo. Hay algunas excepciones, como si se trata de un interés tuyo y tu jefe o compañero comparte esa pasión", matiza Burnison. "Pero trata de ir más allá de esos  clichés para hablar de cosas que son más importantes y personales para ti".

3. Observa el entorno y aprovecha cualquier pista

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Desde un cuadro de arte en la pared a un casco de moto o una foto en un escritorio, el entorno en el que estás puede darte pistas para empezar una conversación de forma diferente y única.

Burnison pone el ejemplo de estar hablando con el director general de una gran empresa emblemática que está a punto de jubilarse y ves a su alrededor cajas apiladas. 

"Podrías empezar preguntando: '¿cómo de difícil te resulta dejar este trabajo?' Esto conducirá a una charla mucho más profunda y emocionalmente reveladora, y nunca habría ocurrido si no hubieras detectado la presencia de esas cajas", afirma.

4. Comparte algo que te haya sucedido

La mayoría de la gente quiere saber más sobre los demás, sobre todo si ambos trabajan en la misma empresa o sector. Por eso, aprovecha cualquier cosa interesante que te haya ocurrido recientemente como tema de inicio.

"Adopté un perro el fin de semana" o "Mi hijo de 6 años montó en bicicleta por primera vez ayer" son algunos de los ejemplos que ofrece el directivo. El objetivo es ser original y no inventarse algo. De lo contrario, podrían pillarte.

5. No esperes para hablar

Cuanto más tiempo tardes en iniciar una conversación, más difícil pueden ponerse las cosas.

Según el autor, al esperar corres el riesgo de que otro diga lo que querías decir o  te veas eclipsado por los más habladores: "Te perderás en la conversación cruzada y se escapará tu oportunidad".

6. No es sólo lo que dices

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No menosprecies el poder de tus gestos. "Tu tono de voz, tu expresión facial y tu contacto visual transmiten mucho más" de lo que piensas.

Es esencial mirar a a la otra persona cuando hables y sonreír. Incluso por teléfono, esto último "hará que tu voz suene más cálida", lo que ayudará a los demás a conectar contigo.

7. Busca el momento para sacar ese tema que te interesa

Es hora de que la pequeña charla pase al siguiente nivel y se convierta en una conversación fructífera. Una vez roto el hielo, aprovecha cualquier instante para sacar el tema que en realidad te interesa.

Si no dices nada en esos momentos antes de que empiece una reunión, en ese evento de trabajo o cuando coincides con tu jefe en el ascensor, "corres el riesgo de volverte invisible". 

Es natural sentirse intimidado pero, cuando te esfuerzas por hablar, "los demás te escuchan y conectan contigo".

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