7 trucos para frenar el hambre emocional, según una nutricionista experta en alimentación consciente

- Muchas veces comemos sin siquiera tener sensación de hambre movidos por ciertas emociones del momento.
- Estos son varios trucos que puedes seguir para frenar ese hambre emocional, según una nutricionista.
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Comer resulta indispensable para nuestra salud y supervivencia.
Así, la sensación de apetito es una respuesta de nuestro organismo para asegurarse la ingesta necesaria de energía para seguir funcionando. En cierta manera, puede ser como decirle a nuestro cuerpo "estás en reserva y necesitas parar a repostar".
La forma de decirle al cuerpo que debe comer viene regulada a través de señales que comparte información entre el estómago y nuestro cerebro.
Pero lo cierto es que, si bien comer es inevitable para vivir, cuando se trata de controlar el peso, nuestro nivel de "hambre" puede hacernos más o menos fácil esta tarea.
Muchas veces comemos sin siquiera tener sensación de hambre movidos por ciertas emociones del momento, como el estrés o la ansiedad, haciendo uso en muchos casos de opciones alimenticias poco saludables y, normalmente, comiendo en exceso.
Como explica Encarni Pérez Segura, nutricionista especializada en alimentación consciente y mindful eating, el hambre emocional es el acto de comer sin que se tenga hambre física, sino que nace de nuestras emociones, como la ansiedad, la tristeza o la alegría, que se se gestionan por medio de la comida.
"El hambre emocional está vinculado a una sensación de vacío que debe llenarse con comida para sentirnos mejor", explica la experta a Business Insider España.
Para comprender bien este concepto es importante que diferenciemos el hambre real o fisiológico del hambre emocional.

Encarni Pérez Segura
El hambre emocional se nota de repente y es caprichoso, es decir, hay que satisfacerlo en el momento. Sin embargo, se puede esperar un rato a satisfacer el hambre real, ya que este aparece poco a poco. Otro punto clave que destaca Pérez es que, cuando se trata de hambre que nace de las emociones, se sigue comiendo pese a sentirse ya satisfecho.
Esto puede ser un problema de salud y también cuando se está tratando de perder peso.
Para ayudar a contrarlo, la nutricionista da varios trucos para lograr frenar el hambre emocional.
- Aprender a diferenciar entre el hambre emocional y el hambre real conociendo las principales características de cada una.
- Observar el tipo de alimentos que elijo cuando siento que tengo hambre emocional y cambiarlos por otros más saludables.
- Organizar la compra y un menú para tener en casa los alimentos que se van a consumir durante esa semana y así tener menos tentaciones.
- Comer sentado y sin distracciones para evitar comer más cantidad.
- Masticar con calma siendo consciente del acto que estamos haciendo, observando los alimentos.
- Comer despacio, tardar un tiempo considerable mayor a 20 minutos para conseguir saciarnos y que las hormonas de la saciedad hagan su función.
- Mirar el alimento que vamos a ingerir y pensar unos segundos si realmente tengo hambre o es un deseo momentáneo a consecuencia del hambre emocional.
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