¿Quieres mejorar tu memoria y retener más información de manera eficaz? Estos 8 consejos te ayudarán a conseguirlo, según la Universidad de Harvard

El sistema educativo actual en España se basa en la memorización y repetición de los contenidos y, aunque a veces algunos calan en tu memoria, la gran mayoría se olvidan pasados unos meses, incluso algunas semanas.

Esto ocurre porque muchos de los métodos de estudio son contraproducentes, y así lo recogen los psicólogos Henry L. Roediger III y Mark A. McDaniel en su libro sobre los mejores métodos para estudiar.

Tanto Roediger III como McDaniel son expertos en aprendizaje y memoria de la Universidad de Washington en St. Louis, y se juntaron con el escritor y novelista Peter C. Brown para escribir y  publicar para la Universidad de Harvard su obra: Make it stick: The Science of Successful Learning.

"Muchas técnicas de estudio se basan en lecturas y repasos repetitivos en un intento por forzar que esto se retenga en la memoria, pero la investigación muestra que, en realidad, los estudiantes no llegaban a tener grandes resultados a largo plazo", explica Roediger.

Al final, ¿de qué sirve repasar algo mucho si cuando vayas a necesitarlo en tu vida de manera práctica ya se te ha olvidado? 

Para ello los autores proponen 8 estrategias para ayudarte a que el estudio sea mucho más fructífero:

1. Descansa, no por estudiar más horas vas a ser más productivo

Cuántas horas te pasabas de adolescente frente al libro sin aprovecharlas realmente y cuántas noches has invertido en intentar retener algo antes de un examen. 

Una mente aturdida y cansada rinde mucho menos que una mente fresca. No dormir lo suficiente afecta el rendimiento académico. Asegúrate de dormir las horas necesarias para garantizar tu descanso. 

2.  Estimula tu mente incluso cuando no hay exámenes a la vista

Si tu mente se ha desacostumbrado a retener información y a aprender cosas nuevas es difícil que lo haga de manera natural cuando le exijas unos resultados. 

Intenta mantenerte activo cada día, puede ser escuchando un podcast y apuntando algunos detalles clave sobre los temas que te interesen, leyendo o viendo algún vídeo o programa. No tienes por qué estudiar al uso, pero sí estimular tu mente para que esté preparada.

3. Escribe a mano lo que necesites

Sí, el ordenador y móvil son tus nuevos aliados, pero no tienen la capacidad de hacerte comprender y reposar la información como se consigue con la escritura a mano, según las investigaciones más recientes.

Al poner las ideas sobre el papel con tus propias palabras, sintetizando la información haces que lo que estás aprendiendo sea más comprensible para ti y por lo tanto mucho más sencillo de retener.

4. Háblate en voz alta

Del mismo modo que estás acostumbrado a retener información cuando una persona te habla, te cuenta cosas de su día o te da clase, si aquellos conceptos que quieres retener los verbalizas en voz alta serás capaz de retenerlos mejor. 

Lo primero, porque los escuchas y lo segundo, porque al explicarlos en voz alta haces ese esfuerzo de asimilación de un nuevo concepto.

5. Si relees mil veces sin ganas, es como leer 0 veces

Más vale que leas pocas veces un concepto o una nueva información pero 100% enfocado en lo que estás haciendo, que lo leas y leas sin parar sin éxito. 

De hecho, lo que realmente va a ayudarte a retener la información es comprenderla. Es difícil plasmar en una prueba o un examen algo que nunca has llegado a comprender. 

6. Estudiar una única cosa todo el rato puede llegar a cansarte

Normalmente, aunque estés estudiando bachillerato, un FP, en la universidad o una oposición lo más normal es que tengas diferentes materias. 

Intenta cada día alternarlas para no saturarte sobre un tema, sobre todo si se te hace pesado. Comienza con una materia que te sea más sencilla y continúa con una que se te haga un poco más pesada, para ir motivado y con la mente despierta. 

Si te bloqueas con esa nueva materia (haciendo los pasos anteriores como escribir lo más difícil o explicártelo en voz alta) después de un tiempo, pasa a la siguiente. No te fuerces ni desesperes, si necesitas ayuda para comprenderla, pídela.

7. Prepara tu cerebro con otro tipo de estímulos

Aprender algo nuevo es proponer a tu cerebro un reto, bien pues puedes ir preparándolo con sencillos trucos. Por ejemplo, a lo largo del día utiliza tu mano no dominante para hacer algunas cosas. 

Es decir, si eres diestro utiliza la mano izquierda para coger el tenedor o la cuchara o lavarte los dientes. Ponte pequeños retos que te mantengan activo y receptivo al adaptarte a cosas que en un día normal no estás acostumbrado a hacer.

Según los expertos, puede ayudar a que la mente realice diferentes conexiones neuronales y se agilice el funcionamiento cerebral, como explican en el blog La mente es maravillosa.

8. Asocia lo aprendido con cosas que ya conoces

Este es sin duda el consejo más práctico pero que más va a ayudarte a retener la información que necesitas. El cerebro está constantemente asociando recuerdos, a olores a sabores, a elementos visuales. 

En definitiva, le cuesta mucho menos aprender algo nuevo si le recuerda a algo que ya conoce. Cuando estudies, intenta asociar el nuevo concepto a algo que te parezca más sencillo o que ya hayas comprendido, simplifica. 

Esa capacidad para integrar algo nuevo a algo que te es familiar te hará el camino mucho más sencillo.