8 gráficos que muestran la eficacia de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 y la variante delta
REUTERS/Jon Nazca
- Expertos independientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han votado unánimemente este lunes para recomendar la vacuna de Pfizer a todos los mayores de 16 años de edad.
- Su decisión se ha basado en datos de diferentes estudios y ha tenido en cuenta tanto los riesgos como los beneficios de la vacunación.
- Han revisado gráficos y tablas que muestran que, aunque las personas vacunadas pueden contraer infecciones leves, la vacuna de Pfizer hace un gran trabajo manteniendo a la gente sana y fuera del hospital.
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La vacuna de Pfizer contra el COVID-19 no sólo está ya aprobada para todos los mayores de 16 años en Estados Unidos, sino que se recomienda activamente.
Este lunes, un comité asesor independiente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha votado por unanimidad a favor de recomendar la vacuna.
La decisión de estos 14 expertos se ha basado en la abrumadora evidencia de que la inmunización con 2 inyecciones de Pfizer, llamada Comirnaty, que ha sido totalmente aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) la semana pasada, no sólo es segura, sino que también funciona muy bien en la prevención de la enfermedad.
Los expertos independientes del panel de los CDC han alabado la creación de las vacunas del COVID-19 en medio de una pandemia, calificándola de "logro milagroso" y de "momento de increíble innovación científica".
Aquí tienes 8 gráficos que explican por qué la vacuna de Pfizer ha recibido el visto bueno:
Las vacunas contra el COVID-19 están haciendo un gran trabajo para mantener a la gente sana, fuera del hospital y con vida
El comité de los CDC ha examinado datos de todo Estados Unidos que muestran que los adultos no vacunados están siendo hospitalizados por COVID-19 a un ritmo aproximadamente 16 veces superior al de los vacunados.
Hasta el 23 de agosto, el 0,006% de los estadounidenses vacunados (menos de 9.000 personas) han tenido un caso de COVID-19 lo suficientemente grave como para ser hospitalizados, según los datos de los CDC.
El número de personas vacunadas que han muerto a causa de la COVID-19 es aún menor.
De las 636.015 muertes por COVID-19 en Estados Unidos, sólo 2.063, o el 0,3%, se han producido en personas vacunadas, una fracción minúscula si se tiene en cuenta que más de 174 millones de personas están totalmente vacunadas en Estados Unidos.
Las tasas de personas menores de 50 años no vacunadas que están siendo hospitalizadas son especialmente altas este año
Los CDC realizan un seguimiento de estas tasas de hospitalización por COVID-19 a través de COVID-NET.
El sistema recoge semanalmente datos de 250 hospitales de 14 estados (situados en distintas zonas del país).
Es cierto que ahora hay más personas vacunadas contagiadas con COVID-19, por la variante delta. Pero sus casos son generalmente leves y las vacunas siguen siendo efectivas contra casos graves
Este gráfico, que ha sido elaborado por los CDC para el comité asesor, se basa en 14 estudios distintos de expertos independientes de todo el mundo, todos ellos destinados a evaluar la eficacia de las vacunas COVID-19 frente a la variante delta.
Los círculos de color azul representan los estudios realizados únicamente por Pfizer, mientras que los círculos rojos corresponden a los estudios que evaluaron tanto a Pfizer como a Moderna. El eje Y, en vertical a la izquierda, representa la eficacia de la vacuna, determinada en cada estudio.
Como puedes ver, la eficacia de las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson contra cualquier infección varía mucho en estos nuevos estudios, desde alrededor del 40% al 80%.
Esto coincide con lo que sabemos sobre la variante delta: es más contagiosa.
Delta se propaga más fácilmente de persona a persona que otras variantes y, por lo tanto, las personas vacunadas son ahora más vulnerables a las infecciones por COVID-19 cuando se exponen a otras personas que son contagiosas.
Sin embargo, las vacunas desarrolladas contra el COVID-19 siguen teniendo una eficacia superior al 80% contra la enfermedad grave en todos estos nuevos estudios, lo que sugiere que las vacunas siguen cumpliendo muy bien su función principal de combatir las infecciones graves en las personas vacunadas, incluso contra delta.
Las hospitalizaciones de pacientes vacunados siguen siendo raras, a pesar de la variante delta
Estos 2 gráficos, también creados por los CDC, reúnen los resultados de 6 estudios diferentes realizados en EEUU, Reino Unido e Israel, cada uno de los cuales pretende comparar la eficacia de la vacuna del COVID-19 antes y después de la aparición de delta.
Los puntos azules representan los porcentajes de eficacia antes de delta, mientras que los puntos naranjas representan la eficacia de la vacuna cuando ya se propagaba la variante.
Como se puede ver en el eje de la izquierda, la eficacia de la vacuna se reduce para cualquier enfermedad sintomática con delta, pero el gráfico de la derecha añade más matices a la historia: las hospitalizaciones y los casos graves de COVID-19 siguen siendo raros en las personas vacunadas.
Por lo tanto, en lugar de enfermar de verdad y acabar en el hospital, los que ya han recibido la pauta completa de la vacuna que se contagian con el COVID-19 pueden tener síntomas más comunes, como dolor de cabeza, constipados o fiebre.
En el grupo de edad de 16 a 29 años, joven y generalmente sano, es asombrosa la cantidad de pérdidas que se podrían evitar con más vacunas
Este gráfico tiene en cuenta una menor eficacia de la vacuna contra delta y sigue mostrando (en barras azul claro) un enorme número de hospitalizaciones que podrían evitarse utilizando la vacuna de Pfizer en adultos jóvenes de 16 a 29 años de edad.
Por cada millón de dosis administradas de la vacuna de Pfizer, 9.980 personas menores de 29 años podrían evitar la hospitalización por COVID-19.
Las barras de color azul oscuro representan los casos de COVID-19 más graves en la unidad de cuidados intensivos. Por cada millón de dosis de la vacuna de Pfizer administrada, 1.300 personas de entre 16 y 29 años no acabarán en la UCI, según las estimaciones de los CDC.
Las barras rojas de la derecha comparan directamente cómo esos beneficios tangibles superan el riesgo potencial de miocarditis para cada grupo de edad.
La miocarditis es una enfermedad temporal y tratable.
Por cada millón de dosis de la vacuna de Pfizer administrada, aproximadamente 136 adolescentes y adultos jóvenes, la mayoría de ellos varones, corren el riesgo de padecer miocarditis tras la vacunación, según los CDC.
El grupo de expertos afirma que los beneficios de la inyección de Pfizer superan el pequeño riesgo de miocarditis, una inflamación del corazón, identificada en adolescentes y adultos jóvenes
Este gráfico muestra el número de casos de miocarditis que cabe esperar tras la vacunación con la vacuna de Pfizer, desglosado por edad y sexo, por cada millón de dosis.
Aquí se estima que se producirían menos de 150 casos de miocarditis en adolescentes y adultos jóvenes de entre 16 y 29 años, por cada millón de dosis de la vacuna del COVID-19 administrada a dichos jóvenes.
Mientras tanto, cientos de miles de casos de COVID-19, algunos de ellos potencialmente mortales, podrían evitarse mediante la vacunación en ese mismo grupo de edad.
La miocarditis es temporal y tratable, y el riesgo de desarrollar potencialmente la enfermedad cardíaca es en realidad mucho peor después de una infección viral como la del COVID-19 que con la vacunación.
Las reacciones alérgicas tras la vacuna de Pfizer también son extremadamente raras y tratables
En la tabla anterior, la línea marcada con un círculo rojo muestra el número de casos de anafilaxia previstos por cada millón de dosis de vacunas administradas, para las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson.
En el caso de Pfizer, la tasa esperada de anafilaxia tras la vacunación es ahora de 5 casos por millón de vacunas administradas, lo que supone menos de la mitad de lo que los expertos pensaban inicialmente.
La anafilaxia es generalmente tratable con epinefrina, que todos los centros de vacunación del COVID-19 deberían tener a mano.
"Estoy encantada de decir que ahora tenemos una vacuna totalmente aprobada por la FDA y recomendada por los CDC", ha destacado la directora de los CDC, Rochelle Walensky, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca este martes por la tarde, en un guiño a todos estos nuevos datos.
"Para todos los que han estado esperando para vacunarse hasta que tuviéramos más pruebas sobre la seguridad y la eficacia, espero que el anuncio de ayer les haga unirse a los más de 170 millones de personas [en EEUU] que han decidido protegerse contra el COVID-19 vacunándose", animaba Walensky.
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