8 proyectos de túneles y puentes que pretenden unir países pero que parecen imposibles de construir

Equipo Cerodosbé,
Puente Hong Kong-Zhuhai-Macao
Puente Hong Kong-Zhuhai-Macao
  • Proyectos de puentes y túneles para unir España con África, Egipto con Arabia Saudí, o de Rusia a Alaska han circulado hace décadas. Y no son imposibles
  • Periódicamente los gobiernos anuncian proyectos de puentes o túneles para unir países o regiones separadas por el mar, infraestructuras de costes siderales que luego quedan archivadas, o que resucitan cada tanto.
  • A continuación se muestran los proyectos de túneles y puentes más increíbles del mundo.
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Estos proyectos no son de ciencia ficción, porque la capacidad tecnológica existe para realizarlos. Cabe recordar que China cuenta con cuatro puentes de trenes de alta velocidad de más de 100 km de largo, y que la conexión vial entre este país y Macao con Hong Kong es un puente de 55 km por el Delta del Río de las Perlas.

Pero también hay escollos financieros, políticos, ambientales y comerciales para condenar a varias aventura al fracaso. Estos son algunos de los puentes y túneles que se propusieron para unir países y continentes que no prosperaron. Hasta ahora.

De Escocia a Irlanda del Norte

Puerto de Larne, en Irlanda del Norte.
Puerto de Larne, en Irlanda del Norte.

El primer ministro británico Boris Johnson desempolvó una idea que cada tanto circula para reforzar los vínculos entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte: el puente Celtic Crossing, que pretende unir las localidades de Portpatrick, en Escocia, con Larne, en el Ulster.

Es un trayecto de 45 km con varios problemas a la vista: en algunos tramos el Mar de Irlanda tiene profundidades de hasta 300 metros, en el lecho hay bombas y minas hundidas de la Segunda Guerra, y el paso marítimo tiene un intenso tráfico marítimo que requeriría un puente con una gran luz entre sus pilotes para no obstaculizarlo.

 

 

De Inglaterra a Francia

Camiones hacen cola en el Canal de la Mancha ante el aumento de controles en Reino Unido.
Camiones hacen cola en el Canal de la Mancha ante el aumento de controles en Reino Unido.

Durante décadas el Eurotúnel parecía un sueño imposible. Pero en 1994 se inauguraron los 50 km que unen a Calais con Folkestones.

Pero la idea de un puente vial hace 130 años que circula en los pasillos de Londres y París.

Según The Telegraph, en 1889 el periódicoThe Spector informaba del proyecto de construir un tendido de acero entre ambas costas, del que se realizó una maqueta presentada en la Exposición Mundial de París.

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En el gobierno de Margaret Thatcher, a principios de los ’80, se prefería un túnel vial antes que el ferroviario bajo el Canal de la Mancha. También se barajó construir un puente de 33 km elevado a 66 metros sobre las aguas, que tendría un coste de más de 3.000 millones de libras esterlinas de aquel entonces (3.600 millones de euros al cambio actual)

Esta factura sideral, la complejidad de la construcción y el impacto económico entre las compañías de ferris del Canal desestimaron la propuesta.

De Argentina a Uruguay

Puente del General Artigas, que une Uruguay con Argentina
Puente del General Artigas, que une Uruguay con Argentina

Estos dos países están unidos por tres puentes que atraviesan el río Uruguay: el San Martín, el Artigas y la represa de Salto Grande.

Desde fines del siglo XIX gobernantes de ambas naciones hablan de construir un puente que una a Buenos Aires con Colonia del Sacramento, en la margen uruguaya del Río de la Plata, a 42 km de distancia.

La última avanzada fue en la década de los ’90, durante los gobiernos de Carlos Menem (en Argentina) y Luis Lacalle (en Uruguay). Se formaron comisiones bilaterales, se convocaron a reuniones de políticos, técnicos y ambientalistas, y se barajaron cinco propuestas, con trazados de 41 km de atravesando el gigantesco río; o de 51 a 63 km saltando de isla en isla por el delta del río Paraná.

El gigantesco costo del proyecto, además de la lluvia de críticas de organizaciones ambientalistas y los posibles problemas estructurales del puente en un curso fluvial con gran arrastre de sedimentos lastraron la idea, que al final quedó archivada.

Durante una década ambos gobiernos gastaron 25 millones en estudios de viabilidad que quedaron guardados en un cajón.

 

De Arabia a Egipto

Sharm el Sheikh, en el sur de la Península del Sinaí
Sharm el Sheikh, en el sur de la Península del Sinaí

En 2016 el rey Salman de Arabia Saudí anunció que acordó con el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi construir un puente sobre el Mar Rojo que una a los dos países. La idea no era nueva, sino que retomaba una conexión vial que se había barajado una década atrás.

Entre los lugares del emplazamiento se propuso que vaya desde Nabq, al norte del balneario de Shark el-Sheikh, en Egipto, hasta Ras Alsheikh Hamid, en Arabia Saudí; un trayecto de casi 17 km.

Otra idea de unir a África con Asia era con un puente desde Dibouti a Yemen, pero las flácidas economías de estos países (y sus débiles gobiernos) hacen inviable el proyecto.

 

De Andalucía a Marruecos

Cape Malabata, en Tánger, posible punto de llegada del puente desde Andalucía.
Cape Malabata, en Tánger, posible punto de llegada del puente desde Andalucía.

Los 14,4 km que separan a Marruecos de España, las antiguas Columnas de Hércules, no serían un escollo para construir una infraestructura entre ambas costas.

Debido al continuo tráfico marítimo un túnel ferroviario es la opción más viable, ya que un trazado para coches requeriría una gran inversión tecnológica para evacuar las emisiones.

La idea de una conexión viene desde principios del siglo XX. En diciembre de 2003, España y Marruecos acordaron estudiar la construcción de un túnel submarino para conectar sus sistemas ferroviarios.

El proyecto contempla unir PuntaMalabata, cerca de Tánger, con PuntaPaloma, a 40 km al oeste de Gibraltar, y que las vías transcurran a 300 metros de profundidad.

Actualmente el proyecto no está cerrado, pero faltan definir fuentes de financiamiento y realizar multitudes de estudios ambientales, técnicos y geológicos.

De Estonia a Finlandia

Helsinki, capital de Finlandia

Helsinski y Tallin, capitales de Finlandia y Estonia, están separadas 80 km por el Mar Báltico, pero si prospera el proyecto de un túnel ferroviario, quedarán unidas en el 2030.

El plan tiene muchos años de estar dando vuelta en los despachos y los primeros estudios comenzaron en 2014. El año pasado el grupo chino Touchstone Capital Partners ha dado un empujón a la iniciativa al garantizar la provisión de 15.000 millones de euros que costará la infraestructura, informó Bloomberg.

En el túnel viajará un tren de alta velocidad que puede unir las dos ciudades en 20 minutos, un tiempo mucho menor que la hora y media que usan las embarcaciones más rápidas, o las 3,5 horas que demoran los ferris más lentos.

De Rusia a Japón

Isla de Sajalín, Rusia.
Isla de Sajalín, Rusia.

En 2018 los gobiernos de ambos países dijeron que había conversaciones a alto nivel para retomar la idea de un puente entre Cabo Crillón, en la isla rusa de Sajalín con Cabo Soya, en el extremo norte de la isla japonesa de Hokkaido, separadas por 10 km en el estrecho de Nevelskoy.

Según dijo el exprimer ministro ruso Igor Shuvalov, Rusia se comprometía a extender su ferrocarril transiberiano hasta el archipiélago del Extremo Oriente.

Putin declaró que la obra era vital para desarrollar la isla de Sajalín y promover su repoblación.

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De Rusia a Alaska

Vista satelital del Estrecho de Bering, entre Alaska y Rusia.
Vista satelital del Estrecho de Bering, entre Alaska y Rusia.

En 1907 el zar Nicolás II aceptó la propuesta para unir la península de Chukotka, en el extremo continental ruso, con la de Seward, en Alaska, proyecto que consistiría en una combinación de puentes y túneles.

Era uno más de los numerosos proyectos para unir Asia con Norteamérica, que seguirían a lo largo del siglo XX con iniciativas poco sólidas o que eran truncadas por razones políticas.

Entre los problemas también se suman las dificultades técnicas para realizar obras con temperaturas extremas, la necesidad de construir carreteras en las tundras rusa y de Alaska.

Y más allá del simbolismo de que Rusia y EEUU estén unidos, la infraestructura serviría de poco: no hay ninguna ciudad de importancia para conectar entre ambos lados.

 

 Artículo original de Cerodosbé.

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