8 señales que indican que deberías cambiar de dieta

A veces comer sano no es suficiente para estar sano
A veces comer sano no es suficiente para estar sano

Comer de forma salubable y hacer dieta es bueno, ¿verdad? No necesariamente, sobre todo si lo que estás comiendo impacta negativamente en tu día a día y en tu bienestar.

Business Insider ha hablado con dos dietistas de prestigio para saber si tu dieta puede estar realmente haciéndote daño.

Siempre tienes hambre o estás irritable

Tienes hambre y estás irritable.
Tienes hambre y estás irritable.

¿Cuántas veces has comenzado la dieta un lunes después de pegarte dos días de fiesta culinaria? Si tu objetivo es pasar hambre para compensar todas esas calorías extra del fin de semana, probablemente lo primero que haces es no desayunar e intentar mantenerte con unos sorbos de café. Pero eso es lo peor que puedes hacer.

Si empiezas tu día hambriento pero ignoras las punzadas de dolor de tu estómago, es muy probable que seas capaz de comerte cualquier cosa a mediodía.

"Las calorías inadecuadas y los carbihidratos pueden hacerte sentir mal", comenda Megan Ostler, de iFit. "Cuando tu cuerpo tiene más hambre de la cuenta, probablemente se inclinará hacia el azúcar para obtener energía rápida, algo que puede hacer que tu humor y tus niveles de azúcar empiecen a actuar como una montaña rusa", explica.

Estás muy cansado

Pareces incapaz de despertarte.
Pareces incapaz de despertarte.

Si llegas a la media mañana implorando por una siesta, debes reexaminar tu dieta. Restringir la ingesta de calorías por debajo de lo que tu cuerpo necesita durante demasiado tiempo puede hacerte sentir cansado y generar problemas de concentración.

Además de por la necesidad de calorías, Ostler comenta que estar muy cansado puede tener como origen la falta de carbohidratos, estar deshidratado o, para muchas mujeres, una carencia de hierro.

"Una cantidad inadecuada de calorías e hidratos puede afectar a tus niveles de energía, sobre todo si decrecen tan rápido como tu cuerpo trata de conservar esa energía".

Sientes malestar gastrointestinal

Te duele el estómago.
Te duele el estómago.

Si pasas demasiado -o demasiado poco- tiempo en el baño, es posible que tu dieta sea parcialmente culpable. El estreñimiento y la diarrea son ambos síntomas de que tu dieta te está haciendo daño. Si no comes suficiente fibra puedes tener atascos y ser incapaz de expulsar los desechos.

Ostler cree que puedes tener estos problemas gastrointestinales si prescindes de las fibras naturales de los cereales. "Es una de las formas que tu cuerpo tiene de advertirte acerca de tu salud".

 

Siempre tienes frío

Te estás congelando.
Te estás congelando.

Este es otro síntoma común de que no estás obteniendo suficientes nutrientes, y es que tu cuerpo trata de reducir la termogénesis -creación de calor- para conservar energía, según Ostler.

Comer pocas calorías, poca cantidad de nutrientes como el hierro o estar ya por debajo de tu peso ideal son razones por las que tu dieta puede estar haciéndote sentir frío a todas horas.

Se te cae el pelo

Te dejas algo más que unos pelos en el cepillo.
Te dejas algo más que unos pelos en el cepillo.

Está claro, es normal perder cierta cantidad de pelo a diario, pero si se te cae mechón tras mechón, quizás deberías echar un vistazo a lo que comes.

Ostler comenta que si no tomas suficientes calorías y proteínas, tu pelo comenzará a caerse y romperse más fácilmente.

Te sientes culpable tras comer ciertas comidas

No deberías tener miedo a comer.
No deberías tener miedo a comer.

"Uno de los principales distintivos de una dieta es que ciertas comidas están prohibidas" explica Ostler.

Aunque unos alimentos son más sanos que otros, Ostler cree que todos pueden tener hueco en una dieta sana (excepto contraindicación médica). Si tu dieta te hace sentir mal por comer algo en concreto, es hora de cambiar tu forma de comer y encontrar una nueva.

Tu rendimiento físico y capacidad de recuperación se han resentido

Es duro recuperarte del esfuerzo.
Es duro recuperarte del esfuerzo.

El ejercicio te puede ayudar a perder peso más rápido, pero no si tu dieta tiene un impacto negativo sobre tu rendimiento físico y capacidad de recuperación.

Si no comes suficientes calorías para alimentar tus entrenamientos, tu cuerpo responderá disminuyendo el rendimiento e incrementando la fatiga y debilidad muscular, además de haciéndote más difícil recuperarte tras el esfuerzo.

Tienes dolores de cabeza constantemente

Sabrás de qué hablamos cuando tengas hambre.
Sabrás de qué hablamos cuando tengas hambre.

Si nunca has sufrido dolor de cabeza por hambre, considérate afortunado. Estas punzadas hacen imposible concentrarte en algo hasta que has comido. Incluso entonces, puede pasar un tiempo hasta que los nutrientes llegan a donde tienen que llegar y el dolor remite. Si te ocurre a menudo, es hora de cambiar de dieta.

¿Por qué es tan importante todo esto?

Tu dieta tiene un importante efecto sobre tu salud.
Tu dieta tiene un importante efecto sobre tu salud.

Así que todo se reduce a frío, dolores de cabeza y pensar en comida todo el tiempo. Al final lo importante es perder peso, ¿cierto?

Absolutamente erróneo.

Paul Salter, dietista de prestigio y editor de bodybuilding.com, además de fundador de Fit in Your Dress, comentó a Insider que las señales mencionadas son indicadores de estrés físico y psicológico como resultado de un déficit calórico, sobre todo si lo mantienes durante un prolongado período de tiempo.

"Un déficit prolongado y duradero afecta decisivamente a tu salud diaria y a tu bienestar, así que los síntomas mencionados son indicadores flagrantes de que necesitar dejar tu dieta" explica. Pero ¿qué significa eso?

Salter dice que debes comenzar a añadir un 10-15% de calorías adicionales a tu dieta para establecer un nuevo patrón. Este incremento debe venir de una combinación de carbohidratos ricos en fibra y de grasas saludables. También cree que puedes reducir tus entrenamientos en un 20-30% y darte alguna comida libre para liberar estrés.

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