9 aberraciones en las que siempre caes al inicio del curso escolar: de intentar mantener el horario de verano a apuntarse a todas las extraescolares

En este 2022, el inicio del curso escolar va a estar marcado, entre otras cuestiones, por la subida generalizada de los precios. 

La inflación alcanzó el pasado mes de julio el 10,8%, lo que ha afectado particularmente a alimentos, combustibles y electricidad. Sin embargo, la subida de precio ha repercutido a toda clase de productos y servicios, entre ellos al material escolar. 

Los productos necesarios para la vuelta a al cole van a costar por cada niño, de media, 40 euros más que en años anteriores. Así lo especifica un análisis de Economía Digital, que detalla que, por ejemplo, un estudiante de primaria va a suponer en 2022 unos 260 euros de desembolso, 30 euros más que el año pasado. 

El coste por familia va a subir un 12% con respecto a 2021, con los libros de texto representando el desembolso más significativo —150 euros de media— y con cuadernos, mochilas y estuches subiendo entre 2 y 7 euros. 

Más allá de esta subida generalizada de los precios a la que deben hacer frente familias y estudiantes, el inicio del curso escolar siempre supone un reto al que hacer frente. El verano ha sido muy largo y cuando se acaba hay que volver a la rutina, con todo lo que ello implica.  

Para ayudarte a abordar la vuelta al cole, Business Insider España ha recopilado las 9 aberraciones en las que siempre caes al inicio del curso escolar y que este año debes intentar evitar. 

1. Utilizar la mochila del año anterior

Es uno de los productos de material escolar más caros si no se cuentan los libros de texto, por lo que es normal que intentes aguantar con la del año pasado o la de hace 3 o 4 años. Sin embargo, tanto si eres el estudiante que la carga como si eres el encargado de comprársela a tu hijo, la espalda agradece una mochila nueva. 

Las hay con carro para no tener que cargarlas y llevarlas rodando, con un recubrimiento especial contra las salpicaduras o con múltiples bolsillos para guardar todo lo que necesites para un buen inicio de curso. 

2. Marcar absolutamente todo lo del colegio con nombre y apellidos

Especialmente si se tienen niños pequeños en casa, es habitual que, cuando llega el curso escolar, haya que estar marcando todo con nombre y apellidos para que no se pierda (o acabe en la mochila de otro). Esta labor puede ir desde poner el nombre a bolígrafo en cada uno de los libros y cuadernos a tener que bordarlo con hilo y aguja en las prendas de ropa. 

Sin embargo, existen toda clase de utensilios que facilitan esta tarea a padres y madres. Desde sellos que marcan la ropa sin la necesidad de hilar ninguna aguja, hasta máquinas de etiquetado con las que poner el nombre en cuadernos y libros. 

3. Olvidarse de pedir el cheque guardería

Esta es una aberración que se comete más por omisión que a conciencia porque muchas veces no se tiene si quiera constancia de que existan este tipo de ayudas. La Beca de Educación Infantil, comúnmente denominada "cheque guardería", es una ayuda económica que otorgan las comunidades autónomas y que se puede solicitar hasta los 3 años. 

Los requisitos y las cantidades económicas ofrecidas difieren en función de la comunidad, pero el objetivo siempre es el mismo: ayudar con los gastos de matriculación, asistencia y comedor en guarderías. En caso de que tu comunidad no oferte estas ayudas, también puedes acogerte a una deducción fiscal. 

4. No tener ningún detalle con los profesores

Cuando da comienzo el curso escolar no se suele pensar en tener un detalle con el profesor o la profesora de ese año, ya que hay otros momentos que parecen más propensos para hacer regalos. 

Tener un detalle con el profesor al inicio del curso escolar puede ser una manera de intentar empezar con buen pie, en caso de que sea nuevo, o de enterrar el hacha de guerra, en caso de que la relación venga de antes y se haya tenido una mala relación. 

No tiene por qué ser nada especialmente significativo, puede ir desde una taza, un cuaderno o una pluma estilográfica. 

5. Intentar mantener el horario de verano

Durante el verano es normal que los horarios se vuelvan más flexibles, los pequeños de la casa no tienen que madrugar y es normal dejarles que se acuesten hasta tarde. También puede que seas tú ese estudiante que se ha estado acostando a las tantas de la madrugada los últimos 2 meses y al que ahora le cuesta levantarse. 

Con la vuelta del curso escolar los horarios tienen que cambiar. Lo más recomendable es irlos cambiando poco a poco para evitar que sea muy brusco y que haya que pasarlo mal por la falta de sueño, lo que podría repercutir en el rendimiento académico. 

6. Dar por hecho que las líneas de transporte van a seguir igual 

Es normal dar por sentado que el transporte público va a funcionar igual que en años anteriores si se venía utilizando para acudir al lugar de estudio. En cambio, lo recomendable es comprobar que no hay desvíos por reformas en las líneas o que los precios siguen siendo los mismos. 

En ese sentido, convendría comprobar si existe posibilidad de beneficiarse de algunas de las medidas que se han impulsado en el transporte público para rebajar o suprimir su precio.

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7. Retomar los estudios sin haber hecho nada durante el verano

Lo normal es aprovechar el verano para descansar y desconectar de los estudios, hasta ahí todo correcto. El problema llega cuando te quieres poner a estudiar desde el primer día como lo hacías cuando acabaste el curso pasado. 

La recomendación en estos casos es intentar no dejar completamente de lado los estudios durante el verano y, en caso de haberlo hecho, al menos intentar ponerse un rato a repasar los materiales del curso pasado. Esto ayudará a coger hábito y a que no cueste tanto ponerse delante del libro. 

8.  Apuntarse a todas las extraescolares 

De nuevo, tanto si eres el padre o la madre del estudiante como si eres el estudiante que se va a apuntar a las actividades cuando comienza el curso escolar, no intentes abarcar demasiado. 

Con las extraescolares a veces parece que cuantas más mejor, sin embargo, debe primar la salud y el bienestar del alumno. Muchas veces el exceso de estas actividades en el día a día del estudiante puede generar ansiedad y agobio, cuando deberían ser motivo de disfrute y desconexión. 

9. Sufrir estrés y ansiedad

Este último punto lleva a lo primordial en un momento tan complejo del año: no agobiarse. Hay que intentar que todo vaya lo mejor posible sin sufrir estrés o ansiedad, en caso de ser estudiante, y sin transmitírsela a ellos, en caso de ser el padre o la madre. 

Este es un momento complicado para todos, tanto si tienes que volver al trabajo como si tienes que retomar los estudios, por lo que intenta que las cosas fluyan y que sigan su curso.