9 de cada 10 turistas se vieron obligados a buscar un plan de vacaciones más barato este verano: esto dicen los expertos del efecto de la inflación en los viajes

Turistas en aeropuerto ilustracion

Los precios para ir de vacaciones son los más altos de los últimos 3 años, y la gente está dispuesta a pagarlo a pesar de la inflación con tal de disfrutar de un verano como los de antes. Pero hará sacrificios. 

La escalada de la inflación lleva meses prendiendo fuego a la economía y ya erosiona el poder adquisitivo de los hogares, que perciben cómo, con el mismo dinero, cada día pueden comprar menos –la cesta de la compra se disparó un 10,8% en julio–. 

Sin embargo, el gasto diario de los turistas extranjeros que llegan a España también ha subido, beneficiando a la industria: cada viajero internacional se gastó 174 euros de media a diario en junio, un 18,6% más que en el primer mes de verano de 2021, según los últimos datos de la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur).

La vuelta de los turistas ha elevado notablemente la demanda, lo que ha permitido el aumento de tarifas del sector hotelero para combatir la inflación. Las empresas aprovechan para tapar agujeros después de un largo período de caídas en la facturación, y también para proveerse de reservas de cara a un otoño que se avecina complicado.

Las últimos datos del INE revelan que los costes del transporte fueron los que más subieron el mes pasado (16,2% en un año), los hoteles y restaurantes un 7,6% y, en general, los precios del turismo y la hostelería han subido un 7,2% respecto a julio de 2021. 

Desde el Gobierno, sin embargo, descartan que el sector esté añadiendo leña al fuego. "El sector turístico no es un problema y no contribuye a la situación actual de inflación", aseguraba el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, en una entrevista el mes pasado con Business Insider España.

Con el aumento del coste de los viajes y la disminución del poder adquisitivo, los viajeros de todo el mundo están considerando inevitablemente los riesgos causados por la alta inflación y ajustan sus planes en consecuencia.

Según una encuesta de Passport-Photo, el 94% de los viajeros afirma haber tenido que gastar más en sus vacaciones este año, y calculan que la diferencia se sitúa entre el 10% y el 20%. Pese a ello, un 72% afirma estar seguro de que recortará su presupuesto de viaje si la inflación persiste.

"Ante una situación de incertidumbre, con una marcada tendencia a la inflación en los precios, el sentido común nos lleva a todos a reducir nuestros gastos en aquellos conceptos que no consideramos de estricta necesidad", comenta Eduardo Irastorza, profesor del EMBA de OBS Business School.

Los resultados de la encuesta revelan que el 85% ha tenido que buscar un medio de transporte alternativo al avión debido al precio de los billetes y casi 9 de cada 10 turistas se vieron obligados a buscar un plan de vacaciones más barato debido a la inflación y el aumento de precios.

7 destinos que eran muy baratos y que van camino de ser prohibitivos

"Han sido muchos los que han buscado los mejores destinos al mejor precio. En este sentido, internet ha sido un gran aliado. La autogestión a todos los niveles de las vacaciones es una tendencia imparable que deja fuera a muchos intermediarios que no aportan autentico valor al proceso", añade Irastorza.

Las ganas de viajar son más fuertes que la inflación 

"La inflación hará que los turistas tengan que pagar más por sus viajes, sin embargo, al margen del IPC, lo que sin duda encarecerá los precios será los niveles de máxima o grandísima ocupación. Hay hambre de vacaciones y se nota en las reservas", apunta Alberto Gimeno, profesor de OBS Business School. 

Es la paradoja de la inflación en vacaciones. "Hay una sensación muy fuerte de FOMO (Fear of missing out), muchas ganas de vivir, y el sentimiento de que, como viene un otoño complicado, 'disfrutemos mientras podamos", diagnostica Paco Lorente, profesor de ESIC Business School y experto en tendencias de consumo.

Como señala Miguel Afán de Ribera, socio de Simon-Kucher & Partners y responsable de los sectores de Turismo y Ocio,llevamos dos años tratando de normalizar el ocio sin conseguirlo y esto ha generado cierto ahorro. 

"Este año, la prioridad ha sido el disfrute por encima de las dudas sobre el futuro. La inflación ha 'perdido' esta batalla en cierta forma, pero no la guerra. Pensamos que vendrá con más fuerza a finales del tercer y cuarto trimestre, donde los ahorros acumulados se habrán gastado durante el verano y los consumidores tendrán que elegir en qué gastar una renta disponible muy mermada", añade.

Seguimos gastando, aunque no lo permita el bolsillo

"Por lo menos en España no estamos viendo un ajuste en el gasto del nivel que debería corresponder a la subida de precios. Es decir, la gente está gastando parecido a otros años, a pesar de la subida de los precios. Esto, lógicamente, es un problema grave que merma el ahorro de las familias y las pone en una situación de vulnerabilidad", señala Miguel Camiña, cofundador de Micappital.

Camiña explica que siempre hay que tener un colchón de seguridad en la economía familiar, una cuenta distinta donde ahorrar todos los meses o una cartera de productos de inversión para poder combatir la inflación. 

"Esto es lo que se está viendo mermado por no reducir el gasto en el mismo porcentaje que ha incrementado el coste de vida. Están tirando del colchón de seguridad para tener las mismas vacaciones, y esto es delicado", añade Camiña.

Pensando a futuro, Irastorza tiene claro que si la crisis persiste se reducirán los viajes y las vacaciones, una "pésima noticia" para un país que tiene en el turismo su sector más importante. 

España necesita seguir siendo un destino atractivo para los extranjeros, de los que tanto depende: "Ser atractivo, y más en medio de una Europa a las puertas de una recesión, pasa por ser muy competitivo en los precios; algo extraordinariamente difícil de conseguir con una inflación disparada", apunta.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.