9 cosas que crees saber sobre los antiguos egipcios, pero que en realidad son falsas

Marianne Guenot,
Antiguo Egipto

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  • La cultura del antiguo Egipto ha atraído la atención de los humanos a lo largo de los siglos. 
  • Sin embargo, los expertos avisan de que algunos de los hechos más repetidos sobre el antiguo Egipto no tienen respaldo científico.
  • He aquí 9 conceptos erróneos sobre el antiguo Egipto, desmentidos por varios especialistas.

La mística del antiguo Egipto ha fascinado a los humanos a lo largo de la historia.

Con su impresionante arquitectura, sus conocimientos científicos, sus cultos religiosos y sus bellas obras de arte, los antiguos egipcios siguen impresionando a los historiadores muchos siglos después del final de su reinado.

En este artículo podrás profundizar en supuestos hechos sobre la antigua cultura que has dado por sentado, pero que enfurecen una y otra vez a los egiptólogos. Estos son los 9 errores más comunes.

Las pirámides fueron construidas por esclavos

La Esfinge de Giza, en El Cairo, frente a la Pirámide de Jafre.
La Esfinge de Giza, en El Cairo, frente a la Pirámide de Jafre.

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En la película de 1956 titulada Los Diez Mandamientos, se ve a personas esclavizadas arrastrando bloques por calurosos escenarios desérticos para construir las pirámides mientras son azotadas por sus amos.

Pero la mayoría de los arqueólogos no creen que eso se ajuste a la realidad.

"Según los estudiosos contemporáneos, la gente que construía las pirámides era libre", explica a Business Insider Wojciech Ejsmond, egiptólogo del Proyecto Momias de Varsovia.

Una escena de la película.
Una escena de la película.

Paramount Pictures

Los antiguos egipcios carecían de moneda, por lo que pagaban sus impuestos con servicios y no con dinero. Eso significaba que algunos darían grano o productos, y otros pirámides.

Cleopatra era extraordinariamente hermosa

Elizabeth Taylor interpretando a Cleopatra.
Elizabeth Taylor interpretando a Cleopatra.

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Ejsmond también destaca que no hay pruebas sólidas que apoyen la repetida idea sobre el espectacular físico de Cleopatra.   

"No tenemos motivos para pensar que fuera extraordinariamente bella", aunque puede que fuera encantadora e inteligente, dijo Ejsmond.

 

En su opinión, el mito de su belleza pudo formar parte de la propaganda romana. 

"Los romanos querían mostrarla como una mujer fatal que seducía a los buenos ciudadanos romanos y los arrastraba al estilo de vida lujurioso y libertino de un déspota oriental", anota.

Los antiguos egipcios creían que la momia del faraón podía resucitar de entre los muertos 

Fotografías antiguas de Egipto: Momia de Ramsés II.
Fotografías antiguas de Egipto: Momia de Ramsés II.

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Aunque las momias que resucitan son un elemento básico del género de terror, es probable que los egipcios no creyeran que esto fuera a ocurrir en la vida real. 

"Simbólicamente, el faraón nunca está muerto", dice Ejsmond. "Pero seamos sinceros, por supuesto, es simbólico. En la realidad, la gente ve que se está descomponiendo".

No obstante, los egipcios sí creían que los muertos podían afectar a los vivos. 

"Por ejemplo, si el cuerpo de alguien fue maltratado tras la muerte, o no recibió el entierro o los derechos funerarios adecuados, esta persona puede causar accidentes, o numerosas cosas malas a los miembros de su familia", destaca. 

Los sacrificios humanos eran habituales

El gran templo de Abu Simbel.
El gran templo de Abu Simbel.

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Otro de los falsos tópicos más comunes sobre esta civilización es que los sirvientes eran enterrados vivos o asesinados para estar con su faraón y poder acompañarle en su muerte. 

Es posible que esto ocurriera en algún momento de la historia del antiguo Egipto, pero es probable que fuera durante un periodo de tiempo muy corto. 

"Durante la primera dinastía, probablemente hubo algunos sacrificios humanos", señala Ejsmond. 

Las tumbas de los faraones de la primera dinastía están rodeadas de cientos de tumbas más pequeñas de personas de entre 14 y 25 años. "Que todos ellos murieran al mismo tiempo que el faraón es, sin duda, muy sospechoso", apostilla.

Aun así, "no se han encontrado marcas evidentes en los huesos ni en ninguna parte que lo verifiquen. Así que sigue siendo un tema abierto", anota.

Si hubo sacrificios "durante la segunda dinastía, es discutible, pero sigue siendo convincente. Después de eso, no hay pruebas de sacrificios humanos", concluye.

La información disponible apunta a que pudo haber sacrificios durante un periodo de unos 400 años, mientras que, en total, los antiguos egipcios gobernaron durante unos 3.000 años.

La momificación estaba destinada a preservar el cuerpo

Una tomografía computarizada permitió a los científicos diseccionar digitalmente esta momia manteniéndola intacta.
Una tomografía computarizada permitió a los científicos diseccionar digitalmente esta momia manteniéndola intacta.

Sahar Saleem

 Una idea común sobre el antiguo Egipto es que la momificación estaba destinada a preservar el cuerpo porque quedaba vinculado al faraón tras la muerte. 

Pero hay un grupo de egiptólogos que sostienen que el objetivo de la práctica no era este. Por el contrario, afirman que su finalidad era devolver al cuerpo del faraón la forma que le correspondía: la de una estatua. 

Estos egiptólogos afirman que las estatuas podían considerarse extensiones de los dioses en la Tierra.

Esta es la leyenda más terrorífica de cada comunidad autónoma

Desde este punto de vista, "producir una imagen semejante a la vida, una imagen reconocible, en realidad nunca fue la intención en primer lugar", pero sí lo fue hacer que el cuerpo pareciera una estatua idealizada semejante a un dios, según declaró anteriormente a Business Insider Campbell Price, conservador del Museo de Manchester, en el Reino Unido, autor de un libro sobre ello.

Eso explicaría, según Campbell, por qué se descubrió más tarde que tantas momificaciones de faraones habían sido "chapuceras". Los egiptólogos de esta nueva escuela de pensamiento sostienen que la conservación nunca fue el objetivo de los embalsamadores. 

Pero esta visión de la momificación es controvertida, y no todos los egiptólogos están de acuerdo.

Las pirámides estaban llenas de trampas

Túnel de Giza

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Por si alguna vez te lo habías creído, los egipcios no ponían trampas en sus pirámides.

Esta idea errónea tiene su origen en el descubrimiento de unos pozos verticales en las pirámides que descendían en línea recta en medio de los pasillos que descendían a las cámaras reales. 

"Algunos estudiosos pensaban que se trataba de trampas, como para propiciar que el ladrón se cayera de repente", explica Ejsmond. 

"Un ladrón así tendría que ser muy estúpido", añade.

Otra explicación de estos pozos es que su finalidad sería la recogida del agua de las lluvias torrenciales, evitando daños a la cámara real. 

Dicho esto, los constructores intentaron proteger los restos reales de los ladrones de tumbas utilizando, por ejemplo, granito rojo para bloquear los pasillos. Pero los ladrones simplemente tallaban alrededor del bloque de granito en las paredes de piedra caliza de la pirámide, dijo Ejsmond.

Había laberintos en el interior de las pirámides 

Un diagrama de la pirámide de Guiza muestra que solamente hay unos pocos pasillos —en lugar de un laberinto— que conducen a la cámara real.
Un diagrama de la pirámide de Guiza muestra que solamente hay unos pocos pasillos —en lugar de un laberinto— que conducen a la cámara real.

S., et al, Nat Commun 14, 1144 (2023) doi.org/10.1038/s41467-023-36351-0

Otra de las falsas ideas instaladas en el imaginario colectivo sobre los antiguos egipcios es que la gente necesitaba intrincados mapas del tesoro para navegar por un laberinto dentro de una pirámide.

Sin embargo, es "completamente falsa".

"Cuando se observan los planos de la pirámide, normalmente los pasillos van bastante directos a la cámara funeraria", destaca el especialista, destacando que sí es cierto que había pasillos más intrincados en algunos templos.

 "Había algunos sistemas de pasillos realmente complejos, las llamadas criptas, que son como en las películas", revela.

"A veces hay que presionar un bloque de piedra para que otra puerta en el lado opuesto del mismo pasillo también quede libre para empujar". "Hay que saber cuál es la secuencia de empujar las piedras para poder abrir un pasadizo secreto".

Profanar al faraón implica una maldición sobre los vivos

La máscara del rey Tutankamón, que fue encontrada dañada y pegada de nuevo, en el Museo Egipcio de El Cairo el 24 de enero de 2015.
La máscara del rey Tutankamón, que fue encontrada dañada y pegada de nuevo, en el Museo Egipcio de El Cairo el 24 de enero de 2015.

Reuters

Esta leyenda ha servido de inspiración para muchas películas: en una de ellas, a un aventurero que profana la tumba de un faraón le suceden cosas terribles en vida.

Pero esta idea no está fundamentada en pruebas arqueológicas, según Ejsmond. 

"En algunas tumbas, sobre todo del antiguo reino y del primer periodo intermedio, se pueden encontrar inscripciones, normalmente junto a la entrada, que dicen que quien entre y haga daño a esta tumba, su alma será llevada ante el gran Dios y será acusado", dijo Ejsmond. 

Sin embargo, el verdadero significado de este tipo de frases es que el faraón, el dios encarnado, juzgará las acciones de la persona después de la muerte, no en vida.

Hay una excepción: una inscripción que dice que los dioses cortarían el hepesh de cualquiera que dañe la tumba.

"Tenemos algún problema para entender lo que quería decir con la palabra 'hepesh'. Podría significar fuerza vital, pero también fuerza, o podría significar literalmente que se le cortará el brazo a la persona", detalla Ejsmond.

Comer partes de la carne de una momia podría conferir propiedades místicas para la salud

Fotografía monocroma de 1898 que muestra la última momia británica desenvuelta en condiciones científicas, en la Universidad de Manchester, dirigida por la Dra. Murray (3ª a la izquierda), la primera egiptóloga, y su ayudante Winnifred Crompton.
Fotografía monocroma de 1898 que muestra la última momia británica desenvuelta en condiciones científicas, en la Universidad de Manchester, dirigida por la Dra. Murray (3ª a la izquierda), la primera egiptóloga, y su ayudante Winnifred Crompton.

Hulton-Deutsch Collection/CORBIS/Corbis via Getty Images

Los egiptólogos no sólo están preocupados por las ideas erróneas de hoy en día. En la época victoriana se produjo un extravagante fenómeno a nivel sanitario: la gente creía que comer partes de la carne de una momia podía conferirle propiedades místicas. 

"Hasta los años veinte, se podía encontrar polvo de momia en los catálogos de algunas farmacias de Alemania", explica Ejsmond. "Es probable que nuestros abuelos y abuelas pudieran haber comido momias", añade-

Para Ejsmond, esta idea errónea se remonta al siglo XII, cuando el médico árabe Abd-al Latif escribió un tratado sobre las propiedades curativas de un tipo de resina llamada mūmiyā. 

Cuando los cruzados regresaron de Oriente en la Edad Media, "difundieron la información sobre la mūmiyā, que se creía que era una panaceum - medicina prácticamente de todo, desde el dolor de cabeza a la impotencia, pasando por la curación de heridas", detalla este experto.

Con el paso de los años, la palabra se confundió con "momias" y la gente empezó a buscar restos momificados en polvo por sus propiedades curativas.

Muchos de estos conceptos erróneos pueden remontarse al historiador griego Heródoto

Estatua de Heródoto frente al Parlamento de Austria en Viena.
Estatua de Heródoto frente al Parlamento de Austria en Viena.

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El historiador griego Heródoto visitó el antiguo Egipto en el siglo V a.C., hacia el final de la historia del antiguo Egipto. Su libro sobre la vida de los antiguos egipcios fue muy influyente. 

"Para muchas generaciones, fue la principal fuente de información sobre el antiguo Egipto", afirma Ejsmond. 

La mayor parte de su libro es extraordinariamente precisa, y parte de la información proporcionada ha resistido el paso del tiempo. Pero en ocasiones, Heródoto "tenía un enfoque muy liberal de la verdad", dijo Ejsmond. 

Por ejemplo, "hay un pasaje muy extraño en el que dice 'los hipopótamos se llevaron al faraón'", dijo Ejsmond. 

Muchas ideas erróneas que han sobrevivido en la tradición del antiguo Egipto hasta nuestros días pueden tener su origen en la obra de Heródoto.

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