Las 24 mejores piscinas naturales de España

La llegada del buen tiempo te transporta automáticamente al mar, pero la naturaleza tiene muchos más recursos para ofrecerte un buen chapuzón. Estos paraísos de agua limpia y cristalina son ideales para pasar el día o hacer una escapada de fin de semana huyendo del calor. 

Una de estas opciones son las piscinas naturales. Son formaciones naturales de aguas procedentes de los ríos (en su mayoría) que dejan un espacio recreativo perfecto, en mitad de la naturaleza, para poder disfrutar de un baño en zonas más rurales o de interior. 

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¿Conoces todas las opciones que ofrece la geografía española? Estas son las piscinas naturales más increíbles que puedes visitar en España:

1. Piscina natural de Las Presillas - Madrid

En plena Sierra de Guadarrama el río Lozoya presta su descanso a los pobres madrileños que en mitad de la Península, tienen que lidiar con el calor sin un mar cerca. 

Las presillas están rodeadas de montañas y de praderas, lo que hacen de ellas un entorno fresco, natural y apacible. 

2. Garganta de los Infiernos - Cáceres

La Garganta de los Infiernos es una Reserva Natural en la Sierra de Gredos, en el Valle del Jerte, desde el cual se accede a Extremadura desde Ávila. 

Estas no son las únicas pozas, pero sí las más famosas del lugar. Conocidas también como pilones, hay muchas rutas que cruzan cascadas, pozas y la flora y fauna de este lugar, también incluye una vía ferrata, incluso actividades de paddle surf. 

Toda una aventura perfecta para realizar planes diferentes de verano. 

3. El Caletón - Tenerife

Las piscinas naturales suelen ser de agua dulce, pero hay algunas excepciones, como las que se forman en algunas zonas de Canarias.

El Caletón en concreto es una piscina natural ubicada en el término de Garachico, en la isla de Tenerife. Las formas de esta peculiar piscina han sido creadas por la lava solidificada en 1706, cuando entró en erupción el volcán de Trevejo (conocido también como Arenas Negras).

4. Los Charcones - Lanzarote

Los charcones se encuentran en un lugar secreto y apartado, y pese a que es un tesoro cada vez más conocido, sigue siendo un paraíso de relajación.

Cuenta tanto con piscinas con bastante profundidad en las que se puede incluso saltar y otras de menos profundidad para simplemente relajarte. ¡A gusto del consumidor!

5. El Charco Azul - El Hierro

El Charco Azul se encuentra en la isla de El Hierro. En El Golfo (municipio de La Frontera), frente al Océano se han formado 2 pequeñas piscinas naturales: cuevas a las que se accede caminando algo más de 15 minutos. 

Una de ellas, es el famoso Charco Azul, que tiene el mismo nombre que otras formaciones similares de sus islas hermanas. 

6. Piscina natural de La Maceta - El Hierro

Pese a las escaleras que se aprecian en la foto, las piscina de La Maceta son formaciones naturales al borde del océano. 

Es fácil llegar en coche hasta allí y cuenta con una zona de aparcamiento espaciosa. Es una zona perfecta para ir en familia ya que puedes disfrutar del mar en una zona más tranquila sin oleaje. 

7. La Fontcalda - Tarragona

La Fontcalda está en Gandesa, Tarragona. Es un balneario entre montañas junto al río Canaletes, que te hará sentir en paz. 

Además del propio atractivo turístico que tienen de por sí sus piscinas naturales, también lo es por el Santuario del siglo XIV, un escenario imborrable de la Batalla del Ebro de la Guerra Civil. 

8. Las Chorreras -  Cuenca

En Cuenca, en el término de Enguídanos, se encuentran las Chorreras del Cabriel.

Es un conjunto saltos y cascadas, cuevas laterales y pozas de color esmeralda, como se puede ver la vista aérea de la foto, que conforman ese paraje tan bonito y singular. 

Sin duda, es un must del verano si tienes pensado visitar algunas piscinas naturales.

9. Cantonigrós - Barcelona

Para Nuria, del blog Nuria in Wonderland,Osona es una de las comarcas más bonitas de toda Cataluña y cuenta con infinidad de lugares que visitar.

En ella se puede visitar la piscina natural de Cantonigrós, a la que se accede con una excursión muy sencilla y corta, apta para toda la familia, explica Nuria. 

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Además cerca puedes visitar también el Salt del Cabrit que desemboca en el Pantano de Sau, otra opción para pasar un día de verano en remojo, sin necesidad de ir a la playa.

10. Pou Clar - Valencia

El Pou Clar es el paraje fluvial más importante del municipio. El río Clariano nace allí mismo y es el encargado de crear esas primeras pozas de agua cristalina. 

Lo mejor para acceder es ir a pie o en bicicleta ya que los accesos a los vehículos están cerrados en verano. 

11. Las pozas de las Charcas Verdes - Cáceres

Estas piscinas naturales están formadas por 3 pozas de aguas cristalinas que tienen forma de bañeras rocosas. 

Están rodeadas de vegetación verde, lo que hace que te sientas como en un decorado de un cuento hadas o elfos, las Charcas Verdes son uno de los mayores tesoros del Valle de Ambroz.

12. Piscinas naturales en la Sierra de Gata - Cáceres

Acebo es un pueblo de la Sierra de Gata, muy cerca de la frontera con Portugal, en las faldas del monte Jálama. 

A 2 km del pueblo en dirección a Ciudad Rodrigo encontrarás las piscinas naturales Jevero y Carreciá y sin duda, querrás pararte a visitarlas y darte un chapuzón para seguir tu camino fresquito y relajado al destino que vayas. 

13. Piscina natural de Aniol d’Aguja - Girona

Girona es ese descubrimiento que debes hacer cuanto antes, porque te enamorará y volverás seguro. En la comarca de La Garrotxa, la poza refrescante del Gorg blau de Sant Aniol es una parada obligada para los viajeros que se deciden por hacer senderismo en la comarca. 

La ruta para llegar hasta aquí es un atractivo en sí mismo por la historia local con sus leyendas y el entorno natural, explican en Escapada Rural.

14. Charco Azul de Chulilla - Valencia

Si quieres visitar un lugar sacado de una película con su propio embarcadero no puedes dejar de visitar el Charco Azul de Chulilla.

Esta poza fue creada por los árabes con la construcción de una presa que les ayudase a regar las huertas de los pueblos más cercanos. Además de pasar por esta piscina natural para refrescarte también tienes diferentes rutas por la zona, como la de los puentes colgantes.

15. Piscina natural de Fuentes del Algar - Alicante

Se le puso precio (4 - 5 euros para adultos, según la temporada del año) a la entrada para visitar esta piscina natural ya que es un reclamo turísico masivo y debe ser conservado y cuidado como merece. 

En 2002 se declaró como Zona Húmeda protegida y aunque conserva un grado excelente de conservación medioambiental, es una piscina natural conocida y muy transitada. Eso no quiere decir que no debas pasarte, merecerá la pena. 

16. Baños de Montanejo - Castellón

En la comarca del Alto Mijares, en Castellón se encuentra una de las piscinas naturales más sorprendentes del país, la de Montanejos.

La Fuente de los Baños aparece como una piscina termal. Se dice que sus aguas tienen propiedades curativas por su composición en sales y por mantenerse a temperatura constante durante todo el año. 

Para poder acceder deberás reservar previamente y la entrada tiene como tarifa general 3 euros o 3,50 si quieres utilizar una taquilla.

17. El charco de los Canales, Letur - Albacete

En Letur, próximo al Parque Natural de los Canales del río Mundo, se encuentra la piscina natural con nombre homónimo.

Se pueden visitar durante todo el año y la entrada es libre, cerca de las piscinas naturales también se puede visitar la cascada del Charco de Pataco, más salvaje en un entorno más verde aún. 

18. Pozas de Mougás - Pontevedra

En la falda oeste da Serra da Groba, se encuentra una serie de valles y cuencas fluviales, formados por pequeños ríos que descienden hacia el mar. 

Estos tiene que rebasar importantes obstáculos, lo que hace que sus aguas se acumulen en forma de cascadas y pozas. Uno de estos lugares es el formado por los regos de Mougás y de Pías, explican en Galicia Máxica.

19. Piscinas naturales de Arenas de San Pedro - Ávila

El río Arenal es el protagonista de una de las mejores zonas de baño de Ávila, en Arenas de San Pedro.

La zona de baño, donde se forman las piscinas, está totalmente acondicionada para el público, de hecho, ha sufrido algunas modificaciones para hacerlo más accesible. 

Hay 2 piscinas, una menos de unos 50 centímetros, y otra de 2 metros de profundidad, perfecto tanto para niños o familias, como adultos.

20. Pozo Pígalo - Zaragoza

El Pozo Pígalo es una de las zonas de baño más conocidas de Aragón. Está en Luesia, un municipio de la comarca de las Cinco Villas, en Zaragoza. 

Según Escapada rural, se estima que unas 3.000 personas llegan cada verano a bañarse en las aguas del Pozo Pígalo. Recibe las aguas del río Arba y en 2015 el Ayuntamiento de Luesia invirtió 120.000€ en su entorno.

21. Pozas de Boltaña - Huesca

El Pirineo Aragonés se junta con el recorrido que hace el río Ara para ofrecerte un paisaje de la naturaleza espectacular. 

Debes subir hasta el barranco de Ascaso para poder encontrar las pozas, hay más de 20, pero estas no son las únicas ya que también puedes bañarte en las pozas de San Martín.

22. Charco frío y la cueva del gato - Málaga

La cueva del Gato está declarada como Bien de Interés Cultural. La enorme boca de Hundidero se abre al fondo de una garganta que antiguamente conducía las aguas del río Gaduares, también llamado Campobuche, explican en la web de Turismo de Málaga.

El río Gaduares nace en el interior de esta cueva y provoca los preciosos saltos de agua, además de la lagunilla de agua cristalina a la entrada de la cueva que se conoce como el Charco Frío. 

23. Olla de San Vicente del Río Dobra 

¿Te imaginas un baño observando Parque Nacional de los Picos de Europa de fondo? Es la vista que te regala la zona de la Olla de San Vicente del Río Dobra.

Para llegar hasta la Olla, debes recorrer el río Dobra, junto a su desembocadura del río Sella. Es inconfundible ya que se trata de una gran poza natural de agua turquesa. 

24. Cascadas de Oneta 

Las zonas del interior de Asturias son menos conocidas, pero esconden lugares repletos de naturaleza en su estado más salvaje.

Por ejemplo, en la cuenca del río Navia, se encuentra Oneta, famosa por sus cascadas situadas en la la propia aldea que forma parte de la localidad de Villayón, en el Parque Histórico del Navia.