9 trucos para mejorar una pizza congelada

¿A quién no le encanta la pizza? Bueno, tal vez haya alguno al que no, pero va a ser difícil encontrar a esa persona que no adora este alimento barato, rápido y fácil de hacer y que, además, puede personalizarse al gusto de cada uno por sus mil combinaciones.

Aunque hay que reconocer que nunca va a ser lo mismo comerse la pizza cocinada en un horno de un pequeño local familiar de Nápoles que la que has comprado en la sección de congelados del supermercado. 

Esa pizza que guardas de "emergencia" no es igual ni en sabor ni en textura que la tradicional, pero con alguno de estos trucos puedes conseguir que se le parezca. 

Calienta el horno al máximo 

La idea la compartió un usuario de Reddit, quien recomienda calentar el horno al máximo, poner la pizza en una sartén y “cocinarla” durante 5 a 8 minutos o hasta que la corteza se ponga crujiente y el queso burbujee.

Su teoría es que los restaurantes y locales de pizza suelen cocinarlas a una temperatura muy alta –"se hornean en hornos de piedra que llegan hasta los 450ºC o más"– y esta técnica podría emular y producir el mismo resultado.

Añade ingredientes frescos antes de cocinar

Una de las formas más sencillas de mejorar una pizza congelada es añadir ingredientes frescos antes de hornearla, como carne desmenuzada, queso feta o pimientos picados.

Cepilla la corteza con aceite

El mismo usuario de Reddit daba otra idea para mejorar una pizza congelada: cepillar la corteza con aceite de oliva antes de hornear y espolvorear ajo fresco o ajo en polvo.

El ajo es útil para equilibrar el sabor demasiado dulce que normalmente llevan las salsas de las pizzas congeladas. También se puede mezclar el ajo con mantequilla para untarlo sobre la corteza. 

Ten cuidado de hacer esto casi al final del horneado o de lo contrario se puede quemar. 

Utiliza el calor directo para conseguir una pizza perfectamente crujiente

Si no consigues que la base de la pizza quede crujiente, podría ser culpa del papel de hornear. 

El truco para cocinar dos pizzas en el horno

Para solucionarlo, puedes optar por poner la pizza directamente sobre la rejilla del horno. 

Utilice una piedra para pizza para cocinar correctamente la pizza de masa gruesa

Cuando se cocina una pizza de masa gruesa, puede ser difícil dar con el punto justo entre la cocción insuficiente y el chamuscado. 

Utilizar una tabla de piedra para pizzas puede ser la solución que necesitas. Para ello, precalienta el horno con la piedra ya dentro y luego coloca la pizza en la piedra caliente. 

Rocíala con un chorro de limón

Un poco de jugo de limón puede darle a la pizza congelada ese toque de frescor del que suelen carecer.

Otras opciones son poner un poco de cáscara de limón por encima o utilizar aceite de oliva con infusión de limón en lugar de zumo de limón fresco.

Termina la pizza con más queso

Mucho queso nunca es demasiado queso.

Cuando acabas de sacar la pizza del horno y todavía está caliente, pon un poco más de queso por encima, pero no uses el mismo que el de la base. 

En su lugar, utiliza uno con un sabor diferente o más intenso, como ricotta, parmesano, brie, feta o mascarpone.

Añade más ingredientes frescos después de cocinarla

Al igual que antes de hornearla, añadir ingredientes frescos después de la cocción es también una gran manera de mejorar la pizza congelada. 

Decora la pizza con aceitunas, queso parmesano o rúcula y conseguirás mejorar la textura y el sabor.

No cortes la pizza de inmediato

Aunque puede ser tentador cortar la pizza nada más sacarla del horno, tener un poco de paciencia puede hacer que el producto final sea más sabroso. 

Los sabores se mezclarán mejor y será más fácil cortarla si la dejas reposar tan solo unos minutos. 

Sabrás que está lista para cortarcuando el queso fundido no se pegue al cortapizzas.