Abusar de la comida rápida provoca daños similares a los causados por el consumo excesivo de alcohol

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  • Un estudio en EEUU señala que consumir cierta proporción de comida rápida provoca un aumento de grasa en el hígado. 
  • La enfermedad del hígado graso no alcohólico, para la que existe tratamiento, conlleva mayor riesgo de inflamación de este órgano y con ello de cirrosis o tumores.

Pasarte comiendo pizzas, hamburguesas, perritos, etc. no solo dañará tu salud general al hacerte como mínimo más propenso a la obesidad y la diabetes. Esta dieta también podría tener a su vez un impacto poco deseado en tu hígado.

Según ha detectado un estudio publicado en la revista científica Clinical Gastroenterology and Hepatology, la comida rápida aumenta el riesgo de padecer la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Una afección sin tratamiento que en ocasiones puede conducir a una inflamación que derive en cirrosis, insuficiencia hepática o cáncer de hígado, daños similares a los causados por el consumo excesivo de alcohol.

Como encontró el equipo de la Universidad del Sur de California (EEEUU)  las personas con obesidad o diabetes que consumieron el 20% o más de sus calorías diarias a través de la comida rápida tenían niveles muy elevados de grasa en el hígado, en comparación con quienes comían menos o nada de este tipo de comida. 

Los resultados también revelan que estos riesgos se presentan en la población en general con una cantidad relativamente modesta de comida fast food, rica en carbohidratos y grasas.

"Si la gente come una vez al día en un restaurante de comida rápida, puede pensar que no se está haciendo daño", explica Ani Kardashian, autora principal. "Sin embargo, si esa única comida equivale al menos a una quinta parte de sus calorías diarias, están poniendo en riesgo su hígado".

 

El análisis se basó en la población estadounidense, donde este tipo de alimentación está más asentada. No obstante los hábitos de alimentación en países como el nuestro, adscritos en su origen a la dieta mediterránea llevan años cambiando.

En España en 20 años (desde 1990 a 2010), el consumo de ultraprocesados casi se triplicó pasando del 11% al 31,7%, según un informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

La enfermedad del hígado graso no alcohólico, también conocida como esteatosis hepática, supone una acumulación de grasa superior al 5% que con el tiempo lleven a un deterioro de este órgano. O en el peor de los casos a cicatrices (cirrosis) o tumores.

No causa signos ni síntomas, como explica la Mayo Clinic, y tampoco cuenta con un tratamiento para su remisión, más que controlar los hábitos de vida causantes, lo que supone perder peso, seguir una dieta sana y hacer ejercicio.

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